Los claroscuros del oro verde y el Super Tazón
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Los claroscuros del oro verde y el Super Tazón

En la víspera del llamado Super Bowl en Estados Unidos, las empresas de la comunicación en México destinan enormes espacios informativos a producir contenidos, acerca de todo tipo de ángulos que despierten o refuercen el interés de las audiencias en lo deportivo, y más allá. Uno de esos temas que rebasa lo deportivo, es el consumo de aguacate mexicano durante la transmisión del Super Tazón.

Las crónicas deportivas ensalzan las dimensiones de los estadios, las estadísticas de los equipos y sus jugadores con precisión milimétrica, información que es acompañada con insufribles comerciales de comida chatarra o de productos para reforzar la vanidad y el consumo de mercancías, prescindibles para mantener una vida saludable.

Ninguna de esas empresas del entretenimiento, se adentra en los impactos que genera, en este caso, la producción del aguacate en Michoacán, principal entidad exportadora al vecino país del norte, y no va más allá de los lugares comunes, de que el fruto mexicano acompaña la ingesta del espectador estadunidense, al momento de seguir la transmisión del Super Tazón.

Las empresas del entretenimiento en México si están obligadas a informar a sus audiencias, lo que está detrás del enorme auge económico que deja a los productores, la exportación del fruto verde, que en 2023 representó un millón 261 mil toneladas.

La mayoría de esa producción se logró en Michoacán, y casi todo se exportó al vecino país del norte. Aquella obligación debiera estar presente para cumplir el derecho a la información de los habitantes en este país.

Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), el mercado de exportación de aguacate a EU registró un valor de 2 mil 724 millones de dólares.

El precio promedio al productor en el ciclo 2022-2023 fue de 25 pesos por kilo, publicó el periódico La Jornada esta semana. “El Supertazón es un evento muy importante en esto. Hemos mantenido todas las medidas de inocuidad para que el fruto no tenga observaciones ni por presencia de plagas ni por residuos de pesticidas. Si uno hace la multiplicación obtiene como resultado 41 mil 750 millones de pesos, informó la Asociación de Productores y Exportadores de Aguacate de México (Apeam),

Sin embargo, aquel enorme auge económico para los productores de Michoacán, impacta negativamente en los recursos naturales de la región como son los bosques y los recursos hídricos provocando deforestación en decenas de municipios y escasez de agua para la población.

El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias estima que cada año se pierden entre 600 y mil hectáreas de bosque con el propósito de plantar aguacates. La Secretaría de Urbanismo y Medio Ambiente de Michoacán señala que los cultivos ilegales de este fruto son de unas 20 mil hectáreas, se agrega en el diario capitalino, se informó al diario capitalino.

En días pasados, en la prensa de Michoacán circularon noticias de sequía y escasez de agua potable en varias localidades de la entidad.

Benjamín Revuelta, investigador de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, recuerda que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), establece nueve puntos que deben respetar los agricultores de todos sus países miembros: calidad y protección del suelo, calidad del agua, calidad de aire, bajas emisiones de carbón, bajos niveles de efecto invernadero, respeto a la biodiversidad, cuidado de los paisajes y contribuir a la resiliencia ante desastres naturales.

Aquellos lineamientos, “son incumplidos en su totalidad por los productores de aguacate mexicanos por la deforestación afecta al agua, al suelo, al cambio climático, a la biodiversidad, a la resiliencia ante desastres naturales y por supuesto, al cuidado de los paisajes donde se desarrolla dicha actividad”, advierte.

México no sólo viola los lineamientos de la OCDE por la forma de cómo se produce el aguacate, dice Revuelta: “van contra el capítulo 24 del T-MEC, lo que puede dar pie a sanciones o vetos para impedir su venta en EU y Canadá, tal y como ha sucedido en su momento con otros productos como el atún o el camarón, lo cual sería un duro golpe para la economía mexicana y devastador para la de Michoacán”, detalló a La Jornada.

En México, los consorcios del entretenimiento Televisa, Tv Azteca, Imagen, Radio Fórmula y la prensa escrita, entre otros, no se ocupan de temas que “empañen”, el divertimento de las audiencias ante el Super Bowl, muy por el contrario, llegan a exacerbar producciones con frivolidades y denigración de sus actores o conductores para incrementar la postración ante las pantallas en eventos como el Super Tazón.

El auge económico que genera la producción de ese fruto debe reconocerse por el bien de los productores y los trabajadores que hacen posible el crecimiento de aquel negoció, pero esos agricultores deben respetar los acuerdos internacionales y los locales para evitar la deforestación y la sobreexplotación de los mantos acuíferos.

Las empresas del entretenimiento olvidan deliberadamente informar a sus audiencias de ángulos tan importantes como el impacto que está detrás de aquel enorme negocio agroexportador, que representa el “oro verde”, por lo que dejan de cumplir el derecho a la información.

Mesa de redacción

11 de febrero de 2024