Los anticuarentena, la economía y el poder mediático en Argentina
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Los anticuarentena, la economía y el poder mediático en Argentina

Francisco Godinez Galay

En Argentina, los personajes que luchan contra la cuarentena y azuzan discursos de odio, están vinculados con think tanks como Atlas Network. Se imponen a través de las redes sociales, con bots y fake news, y también en los medios masivos de comunicación.

Buenos Aires, Argentina.- La pandemia del coronavirus nos pone frente a una realidad que aunque conocíamos, se vuelve explícita: el liberalismo coloca al mercado por sobre la vida humana.

En Argentina, el gobierno de Alberto Fernández ha tomado fuertes medidas para controlar la pandemia. El 20 de marzo de 2020, decretó el aislamiento social obligatorio que, con mayor o menor flexibilidad, se viene sosteniendo desde entonces. Los resultados están a la vista: Argentina cuenta al 10 de julio con 90,693 casos entre los cuales se lamentan mil 749 víctimas fatales (38 muertos por millón de habitantes). Muy lejos de los datos de países que explícitamente han optado por no restringir la circulación, como Brasil (324 muertos por millón, ocho veces más) o el tan admirado caso de Suecia (535 muertos por millón).

Pero a poco de comenzar la cuarentena, empezó a crecer la impaciencia de algunos sectores de la sociedad. El contexto económico argentino no ayuda: la situación que dejó el gobierno de Macri es calamitosa[1]: comenzó su gobierno con el país creciendo al 2,7% y lo dejó con una caída del -3,1%; duplicó los índices de inflación (de un 30% a un 58% anual, ubicando a la Argentina en el tercer lugar de inflación en el mundo); aumentó la pobreza del 30% al 35,4%; llevó el desempleo de 9 a 10 puntos; llevó el precio del dólar de $9,60 a $63; endeudó al país ante el Fondo Monetario Internacional por 44, 000 millones de dólares. El proyecto liberal de Macri devastó la economía.

Mauricio Macri, ex presidente de Argentina y ex dirigente honorario de Fundación Pensar.

Los anticuarentena

Aprovechándose de las necesidades económicas, el discurso de la derecha anticuarentena empieza a aflorar. Sus portavoces son miembros del gobierno de Macri y líderes de opinión libertarios, que ponen todo en términos económicos y de libertades individuales por sobre el bien común y la salud. La trama se completa con el rol servil de los grandes medios de comunicación, que trabajan para instalar algunas ideas fuerza: que la crisis es culpa de la cuarentena, y no de la pandemia; que las medidas restringen la libertad; que antes que la enfermedad nos matará el estancamiento económico.

Hay dos explicaciones posibles para esta arremetida: una, que a la élite dominante no le importan las vidas de las personas; lo que les importa es que sigan produciendo. Y otra, que ven en la anticuarentena una oportunidad perfecta para generar una oposición ríspida al gobierno de Alberto Fernández. En el caso argentino hay un núcleo duro de antiperonismo reaccionario que es terreno fértil para imponer cualquier idea que proponga enfrentarse a un gobierno peronista.

Mientras, los medios hegemónicos insisten con frases hechas que se repiten hasta el hartazgo: que nos rige “un gobierno de infectólogos”; que tenemos “la cuarentena más larga del mundo” o que “no hay suficientes testeos”, entre otras, que además son falsas. Dan espacio a los voceros de estas ideas fuerza, incentivando el miedo y la violencia en sus audiencias. El resultado es que empieza a haber protestas contra la cuarentena, contra el gobierno, y contra un supuesto nuevo orden mundial que estaría escondido detrás de la falaz pandemia, entre otras demandas delirantes.

Estas ideas están siendo instaladas por la derecha liberal en nombre de las libertades individuales. Su proyecto es el de un mercado sin límites; un Estado de mínima expresión funcional a sus intereses; y una ciudadanía que ofrezca su fuerza de trabajo y consuma. Este proyecto no está inventado en Argentina, claro. Viene, cuándo no, desde Estados Unidos. Haciendo una sencilla investigación se puede delinear el camino de vinculaciones entre los think tanks del gran proyecto liberal y los ideólogos locales de la anticuarentena.

Los think tanks ¿locales?

Atlas Network es una organización fundada en Estados Unidos en 1981, cuyo objetivo es instalar los ideales de la mercadocracia y el liberalismo. Su visión: “un mundo libre, próspero y pacífico donde los principios de libertad individual, derechos de propiedad, gobierno limitado y mercados libres estén asegurados por el estado de derecho”[2]. Dan financiamiento a proyectos afines a través de premios y subsidios. En su web figura un fondo para la crisis del COVID-19 que asegura que “las respuestas a la pandemia que pueden justificarse a corto plazo probablemente representen amenazas a la libertad a largo plazo”. Es decir, piensan que hay que levantar las cuarentenas y otorgan fondos para instalar esa idea.

Atlas Network ayuda a establecer think tanks similares en todo el mundo. En su página web muestran que tienen 441 partners en 95 países del globo (en otro lugar dicen que son 475, y en su cuenta de Twitter, 502 en 98 países), 99 de los cuales están en América Latina. En Argentina se mencionan varias fundaciones encargadas de difundir estas perspectivas: Ayn Rand Center Latin America, Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina, Fundación Atlas 1853, Fundación Bases, Fundación Club de la Libertad, Fundación Educación para el Futuro y la Responsabilidad Intelectual, Fundación Liberalismo y Libertad, Instituto Acton para el Estudio de la Religión y la Libertad, Libertad y Progreso, Nosotros Los Contribuyentes y Fundación Libertad.

Estas entidades trabajan instalando ideales anti-Estado, proMercado, y una concepción de libertad asociada a lo individual y a la propiedad por sobre lo colectivo y social. Como ejemplos, la misión declarada por Nosotros Los Contribuyentes es educar sobre el aspecto “confiscatorio” que tienen los impuestos y trabajar para su reducción. El Instituto Acton, por su parte, “defiende una base moral para la economía de mercado”. Esa base moral incluye afirmar que la crisis “es culpa de los políticos argentinos populistas”[3]. Todas estas fundaciones, incluida Atlas Network, se financian con aportes individuales de personas de las que nunca conocemos sus nombres.

Pero cuando leemos la historia de Atlas Network en su página web, mencionan en sus primeras líneas a la Fundación Libertad de Argentina[4] como uno de los referentes en estas orientaciones. Pues bien, la Fundación Libertad[5] está cumpliendo un rol importante en la concepción, cohesión y divulgación de las ideas que privilegian lo económico en tiempos de crisis sanitaria. Sus principales actividades son conferencias donde los oradores son miembros de la elite dominante, incluidos funcionarios del macrismo. Así, nos encontramos con la ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, el ex candidato a vicepresidente Miguel Ángel Pichetto y el ex ministro de economía Ricardo López Murphy en un panel titulado “Repensar la Argentina”; o el ex ministro de Salud de un gobierno que disolvió ese ministerio, hablando sobre cómo gestionar la pandemia. O a Domingo Cavallo, ministro de economía responsable de las privatizaciones en los noventa y de la debacle social de 2001, dando cátedra sobre cómo salir de la crisis actual. Todos personajes que deambulan por los medios y las redes hablando contra la cuarentena y a favor del mercado.

La lista de socios de la Fundación Libertad es una caricatura que cierra el círculo: empresas de agronegocios, bancos, la Bolsa, laboratorios, empresas de medicina prepaga, empresas de seguros, algunos medios de comunicación, etc[6].

La Fundación Pensar, think tank del gobierno de Macri, tenía en su directorio a todos los funcionarios de aquella gestión: el propio Macri era su presidente honorario. También fue parte de la red de Atlas Network[7]. Las ideas se inyectaban directamente desde el centro del capitalismo liberal al gobierno argentino.

Por otro lado están los líderes de opinión, vinculados a estas fundaciones, como por ejemplo Agustín Laje, José Luis Espert, Javier Milei, Miguel Boggiano o Agustín Etchebarne, verdaderos fusibles encargados de poner la cara en nombre de los think tanks. José Luis Espert se pasea por los medios en calidad de opinador sobre economía. Fue candidato a presidente en las últimas elecciones, sacando un magro 1% de los votos. Aun así, para los medios concentrados su opinión es representativa.

Javier Milei también aparece constantemente en los medios audiovisuales masivos asegurando que debe desaparecer el Estado. Agustín Laje, por su parte, tiene incidencia como líder de opinión a través de las redes sociales. Su mirada anti izquierda y machista es particularmente grotesca. Preside otra fundación (Fundación Libre), donde Milei es miembro del Consejo. Estos personajes, autodenominados libertarios, son representantes de ese liberalismo económico que viene con derecha reaccionaria, xenófoba y misógina. Es decir, un neofascismo de mercado.

El rol de los medios

Una arena importante para imponer estas ideas son las redes sociales a través de la aparición masiva y orquestada de hashtags como #ArgentinaSupportsTrump, #ArgentinaApoyaABolsonaro o #BastaDeCuarentena. Según Julián Macías Tovar[8], estos hashtags son masificados por cuentas bot, creadas especialmente. Estas cuentas instalan etiquetas y campañas creadas por Atlas Network y los líderes de opinión locales mencionados. Las mecánicas y los argumentos se repiten en varios países del mismo modo.

Pero también es relevante el rol de los medios masivos de comunicación. Los grupos concentrados pueblan sus programaciones con las ideas mencionadas y ponen en duda la efectividad de las medidas sanitarias. La cadena de noticias TN, del Grupo Clarín, publicó un video de barricadas diciendo que eran los vecinos de una localidad de Buenos Aires protestando hartos de la cuarentena. El video había sido difundido primero por cuentas de Twitter que utilizaban la etiqueta #BastaDeCuarentena. Pronto se supo que la imagen correspondía a protestas de Chile. La desmentida fue tibia; y el daño ya estaba hecho.[9]

La insistencia instalada en redes y esmerilada por los medios masivos, contribuye a generar un clima de hartazgo que pronto se traduce en violencia. El 9 de julio, la organización “Campo más ciudad”, impulsada por el ex ministro de Agricultura y miembro de la Sociedad Rural, Luis Etchevehere, organizó una protesta contra la cuarentena. Allí manifestantes agredieron a equipos periodísticos de canal C5Ny de RPN, solo porque su línea editorial es opuesta a la de ellos. Algunos medios como La Nación publicaron la noticia cargando culpas sobre los periodistas agredidos. La tesis de la falda corta: la culpa es de la víctima.

Todos los días asistimos a la repetición, una y otra vez de los mismos fantasmas: la idea de “ir hacia Venezuela”, el populismo, el comunismo, la idea de que el Estado gasta nuestro dinero en sostener gente que no se esfuerza, calan hondo en una ciudadanía con miedos y con un aspiracional que les hace creer que pueden ser parte de la elite. Todas estas ideas fuerza vienen de los mismos think tanks, las expresan líderes de opinión y políticos, las instalan en redes con cuentas automatizadas y luego es convertido en noticia por los medios masivos de comunicación: el camino trazado es así de básico. La cuarentena se convierte, entonces, en una oportunidad de arremolinar esas aguas, aprovechar el clima social de incertidumbre, generar miedos y azuzar una violencia funcional a los intereses de la derecha.


Fuentes datos del Covid
https://datosmacro.expansion.com/otros/coronavirus
https://covid19.who.int/
https://www.argentina.gob.ar/salud/coronavirus-COVID-19
[1] Datos en https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-50154403
[2] https://www.atlasnetwork.org/about/faq-for-journalists
[3] https://www.acton.org/global/article/2020/02/25/argentina-estacayendo-en-el-caos-economico
[4] https://www.atlasnetwork.org/about/our-story
[5] https://libertad.org.ar/web/
[6] https://libertad.org.ar/web/socios/
[7] http://thinktanknetworkresearch.net/wiki_ttni_en/index.php/
Fundacion_Pensar
[8] https://twitter.com/JulianMaciasT/status/1280643852257366019
[9] https://www.elciudadanoweb.com/villa-azul-queda-en-chile-elcanal-tn-tuvo-que-pedir-disculpas-por-video-sobre-protestas/

Publicado en la edición #246, agosto 2020.

30 de septiembre de 2020