Alejandro Navarrete*
Marcelo Ebrard puso a bailar a Evo Morales y se volvió viral entre los jóvenes, tal como con otros videos suyos. Sin embargo, también se tomó una selfie, junto con su esposa, en el funeral de la reina Isabel, desatando muchos comentarios críticos en las redes.
¿Qué tanto se están arriesgando los precandidatos de Morena, “las corcholatas” del Presidente López Obrador, en sus esfuerzos digitales para lograr simpatía electoral?
El 16 de septiembre, día del festejo del inicio de la Independencia, Ebrard subió a su cuenta de TikTok un video donde Morales, expresidente de Bolivia, movía la cabeza al ritmo de la música que después se le agregó. El video tuvo casi un millón de vistas en un día.
Uno previo donde salía también con Pepe Mujica, expresidente de Uruguay, otro de los invitados de honor a la Fiesta Patria, presumiendo imágenes de edificios del mundo con los colores de la bandera mexicana y con la música de la canción “México en la Piel”, de Luis Miguel, acumulaba también para entonces más de medio millón de vistas.
Dos días antes había sacado otro video, junto a la cantante Belinda, aprovechando su famosa frase “Ganando como siempre”; y media semana antes, uno de los videos para entonces más virales de la exitosa cuenta de TikTok del canciller: uno, donde se burlaba él mismo de un tropiezo que había tenido caminando y que, aprovechando la música también del reguetonero Bad Bunny acumulaba ya casi 5 millones de vistas.
Dicho video sólo era superado, de hecho, a finales de septiembre por otro TikTok donde el canciller se burlaba también de sí mismo, usando fotos donde se veía notablemente mal, y que había logrado atraer casi 6 millones de reproducciones.
TikTok es la red social de más crecimiento explosivo entre los jóvenes y consiste en compartir y ver videos cortos, de pocos segundos, que el algoritmo de la herramienta va recomendando a los usuarios. Su éxito ha sido tal que tanto Facebook, con los Reels en Instagram, como Google, con YouTube Shorts, han tratado de imitarla.
Y con este tipo de despliegues, es clarísimo que Ebrard está apostando fuerte a su campaña electoral digital, que él o su equipo saben cómo conectar con los jóvenes, y que el canciller es hábil para adaptarse a un estilo de comunicación formal o a uno desenfadado y totalmente ligero y juvenil.
Esto lo mostró también en el tour de entrevistas digitales que dio entre agosto y septiembre: desde temas triviales y sosos con Jorge “el Burro” Van Rankin, hasta preguntas más de grilla política, con los youtuberos pro 4T Juncal Solano, El Chapucero, Vicente Serrano, y también análisis de la política exterior con Hernán Gómez para el canal de YouTube de La Octava.
Para el 18 de septiembre, las vistas de estos videos sumaban casi 600 mil (más de 200 mil las del “Burro” y Chapucero, y más de 100 mil, la de Juncal) pero un fragmento corto de la entrevista con Van Rankin, difundido vía YouTube Shorts, y donde Ebrard hablaba de cómo era Donald Trump, acumulaba más de un millón vistas solito.
Sin embargo, luego de esa racha de “éxito digital”, el lunes 19 de septiembre, Ebrard despertó críticas en su perfil de Twitter, tras tuitear una selfie en donde aparecía con su esposa Rosy, ambos vestidos de negro, y con unas sonrisas muy sutiles, junto con el texto: “En el Funeral de Estado de S.M. la Reina Isabel II”.
Se volvió trending topic nacional y se generaron comentarios como: “¿Selfie en un funeral?”; “Me parece una falta de respeto tomarse selfies un funeral”; “Oiga, qué pena, no haga eso señor, es un funeral”; “Canciller por respeto a quien fallece y a sus familiares, evite selfies. Usted debe saber de protocolo”.
Claudia Sheinbaum, en tanto, no ha tenido tanto éxito digital en redes juveniles como TikTok. El único video que tiene en esa red social que superaba el millón de vistas (2.2 millones) hasta antes del 18 de septiembre, era uno, de varios meses atrás, donde se recuperaba su anuncio de wifi gratuito para todas las escuelas públicas.
Fuera de eso, hasta antes del 18 de septiembre, había sólo un par más de videos que estaban sobre las 400 mil vistas: uno, donde presenta con la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, el acuario digital en la entidad; y otro, donde se recupera el clip, en el que, en una conferencia de prensa, anunció que Los Tigres del Norte tocarían en el Zócalo el 16 de septiembre.
Sin embargo, el 18 de septiembre, Sheinbaum publicó su segundo video que llegó a más de un millón de vistas, mismo que había anunciado antes en su Twitter: “A las 5 pm, a través de mi TikTok, @claudiasheinbaum anunciaré una sorpresa que ocurrirá en los siguientes días”.
El video se trataba del anuncio de que el Grupo Firme tocaría en el Zócalo el 25 de septiembre (de hecho, en el TikTok sólo se vio a la propia agrupación dando el aviso y no apareció la jefa de Gobierno ni su imagen).
Allí, en TikTok, la jefa de Gobierno acumula 68 mil followers, aún debajo de Ebrard, que tiene más de 300 mil; y su tono se percibe más formal, y menos juvenil y coloquial.
Sheinbaum, por cierto, también aumentó su presencia en entrevistas digitales y mediáticas en las últimas semanas. Incluso, fue entrevistada por algunos de los mismos personajes que también entrevistaron a Ebrard, como Vicente Serrano y Hernán Gómez. Sin embargo, luce más acartonada y tiene menos impacto digital.
El alcance en redes como YouTube de estas entrevistas recientes a Sheinbaum ha sido bajo (salvo la de Chapucero, también con más 200 mil vistas), comparado con las más exitosas de Ebrard, aunque Sheinbaum ha tenido videos cortos en YouTube Shorts exitosos, como uno donde acudió a Dos Bocas, y otro, donde bailaba música de Juan Gabriel en su cumpleaños, los cuales superaron las 400 mil vistas cada uno.
En redes sociales más tradicionales y de uso de ciudadanos de más edad, como Twitter y Facebook, Sheinbaum compite mucho mejor con Ebrard, al menos en lo que a número de seguidores se refiere.
En Twitter, Sheinbaum tiene 2.2 millones de seguidores, mientras que Ebrard tiene 2.4. Pero en Facebook, la jefa de Gobierno gana con más de 1 millón de followers, comparados con los 400 mil de Ebrard.
Sin embargo, en los terrenos más tradicionales de la política y los medios, Sheinbaum parece aventajar a Ebrard.
El mismo día, de hecho, que el video de Evo Morales bailando en el TikTok de Ebrard se hacía viral, también circulaban en Twitter los videos de Sheinbaum siendo aclamada como “presidenta, presidenta” por varias personas durante el Congreso Nacional de Morena.
También, en ciudades como Monterrey, es posible ver panorámicos con la imagen de la jefa de Gobierno anunciando entrevistas de portada en revistas cuasidesconocidas, en lo que pinta a todas luces como el viejo estilo de sexenios pasados de pagar promoción electoral disfrazada de entrevistas periodísticas.
Contenidos distintos: ¿Yo solito o con AMLO?
El mensaje y contenido de ambos precandidatos, o “corcholatas” como se les ha llamado en la prensa este sexenio a raíz de dicha expresión hacia ellos del Presidente Andrés Manuel López Obrador, también es distinto y una de sus diferencias cruciales es justamente las menciones de AMLO.
Mientras Ebrard habla más de sí mismo y sus actividades y suele sí, mencionar al Presidente, pero para indicar que algo que él está haciendo ha sido por “indicación” de López Obrador y sólo darse su lugar como su “jefe”, Sheinbaum suele postear frecuentemente elogios hacia el Presidente e incluso a su esposa.
Así, por ejemplo, entre el 15 y 17 de septiembre, en el marco de las festividades de la Independencia, Marcelo Ebrard publicó en su Twitter varias fotos de él al lado de Evo Morales y Pepe Mujica, pero ninguna (salvo algunas grupales del desfile) junto a López Obrador.
La mención del Presidente, por parte de Ebrard, vino más bien en publicaciones como ésta: “En el Trayecto Heathtrow a Londres, hora y media, primer informe sobre el Funeral de Estado de la Reina Isabel II al que Rosy y yo asistimos por instrucciones del Presidente López Obrador, buen sábado!!”.
En contraste, Sheinbaum publicó varias fotos del Presidente y su esposa con reconocimientos hacia él y su gobierno.
El 15, por ejemplo, posteó una imagen de López Obrador y su esposa en el balcón presidencial, con el texto: “Me enorgullece ser parte de la transformación que vive nuestro país al frente de la Ciudad de México, capital de todas y todos los mexicanos que hoy nos unimos en el grito independencia ¡Viva México! ¡Es un honor estar con Obrador!”.
Luego, el 17, publicó primero una foto de ella sonriendo al Presidente durante la noche del 15, y luego otra foto de ella, sonriendo y abrazando a Beatriz Gutiérrez Muller, esposa de López Obrador.
Sheinbaum acompañó las publicaciones con los siguientes textos: “Admiro al presidente por su amor al pueblo, su inteligencia política, su conocimiento por el país, su tenacidad y entrega por la transformación de la patria y porque no deja de ser un hombre sencillo y modesto. Es un gran hombre y un gran dirigente. Gracias presidente”.
Y luego, en la otra imagen: “Con mi querida y admirada Beatriz Gutiérrez Müller una mujer inteligente, culta y que sabe amar a la vida”.
¿Y Adán Augusto, Monreal, Noroña?
En cuanto a las otras “corcholatas” o precandidatos que aspiran a la candidatura de Morena o del movimiento de la llamada “Cuarta Transformación”, en general, Monreal parece estar estancando, Adán Augusto López, medio ausente, y Gerardo Fernández Noroña bastante activo en las redes sociales.
Monreal y Adán Augusto suelen usar en sus redes una comunicación más formal, con videos editados más profesionalmente y con una narrativa más de resumen oficial noticioso.
Sin embargo, Monreal sí comenzó desde fines del año pasado a experimentar junto con su equipo en TikTok. No obstante, su crecimiento es muy bajo, tiene pocas vistas y aunque tiene algunos videos interesantes que se cuelgan también al estilo Ebrard de algunas tendencias en la plataforma, se nota en su perfil una mezcla de estilos diferentes que no le termina de dar constancia.
Por supuesto, con el tema político que vive Monreal, acusado de traidor, y de alta tensión, tras sus rebeliones en el Senado contra los designios presidenciales, su figura ha sido muy comentada en los medios, pero no se ha concentrado mucho en las últimas semanas en una campaña digital muy activa, salvo los videos que ha subido donde se ve intercambiando estampas para los álbumes Panini del mundial.
Adán Augusto, por su parte, ha aumentado también cierta presencia mediática y dio en las últimas semanas entrevistas a medios como La Jornada. Sin embargo, en redes sociales, su presencia proactiva y con elementos creativos es muy escasa, aunque tiene un alto porcentaje de menciones por los comentarios y notas que hablan de su papel político, muy activo y de alta notoriedad recientemente, precisamente por la operación de las leyes que interesan al Presidente.
Por su parte, Gerardo Fernández Noroña, comienza también a destacar, con sus transmisiones en vivo diarias que hace a través de sus redes sociales Facebook y YouTube y las entrevistas que, cada vez más, está dando también y que en las últimas semanas incluyeron a medios como Sin Embargo, el canal de Julio Hernández, así como El Chapucero.
Haciendo de hecho una comparación de vistas de las entrevistas de este youtuber pro 4T, Ignacio Rodríguez, El Chapucero a Ebrard, Sheinbaum y Fernández Noroña, el balance es interesante: en la revisión hecha el 18 de septiembre, los pageviews estaban así: la de Noroña, con casi 247 mil vistas, con 11 días de publicación; la de Ebrard, con 201 mil vistas, con 3 semanas de publicación; y la de Sheinbaum con 215 mil vistas, con 2 días menos de publicación de la Ebrard. Noroña, entonces, con el mayor interés del público, entre los tres.
En resumen…
En síntesis, “las corcholatas” están aumentando notablemente su presencia y actividad de campaña preelectoral digital.
Ebrard está apostando mucho más a los jóvenes, a la población en general, y a una comunicación ágil, directa y que se perciba, además, personal (hasta con errores de puntuación y de dedo, para hacerlo notar). Está teniendo mucho éxito en redes como TikTok.
Es, sin duda, el que más está arriesgando en narrativa digital y le está generando dividendos, aunque también riesgos, cuando puede cruzar una línea, como la selfie en el funeral de la reina.
Sheinbaum, en tanto, parece estar apostando a hablarle, por ahora, principalmente a los de Morena y a los seguidores de López Obrador, con la idea bastante extendida de que ella es “la favorita” del Presidente y sus publicaciones constantemente buscan ligarse a la imagen del mandatario.
Por ahora, a la población en general, más que proyectarse a sí misma, ha buscado aprovechar los beneficios y programas de gobierno que otorga su administración para generar simpatías, tales como los conciertos gratuitos para la gente o la promesa del wifi gratuito.
Su comunicación también es mucho más formal y seria e incluso parece costarle a ella y a su equipo el tratar de mostrarse más coloquial y cercana a la gente, ya que cuando lo intentan, suele verse forzado y no muy personal y auténtico.
Gerardo Fernández Noroña, desde su papel de candidato “no favorito” y sin los aparatos y equipos de apoyo que tienen tanto el canciller como la jefa de Gobierno, ha estado llamando la atención de los simpatizantes de Morena y de la izquierda, generando una base muy leal, que literalmente sigue diario sus transmisiones por redes y ganando poco a poco, el que le den el trato de un precandidato en serio a la presidencia, tanto en entrevistas mediáticas como digitales.
Por su parte, Adán Augusto López, parece jugar en sus contenidos también mucho con la idea de que es él el que puede darle continuidad al proyecto del Presidente López Obrador, pero sus esfuerzos digitales son aún muy básicos, formales y, en esencia, casi nada personales. Parece, por ahora, muy ocupado en los asuntos oficiales de su función y no parece haber entrado en la dinámica de una campaña digital en forma, sino acaso sólo mediática ocasional, mandando señales desde los medios, al viejo estilo político.
Por último, Monreal mantiene una comunicación digital activa, que, recientemente, más que buscar impulsar su candidatura con una campaña coherente, parece más enfocada a defenderse y argumentar sus posiciones y puntos de vista, ante la situación política compleja que enfrenta dentro del movimiento de Morena. Parece distraído y ocupado en eso, aunque ha mostrado antes que puede intentar sin miedo, entrar a nuevos formatos y estilos de comunicación para buscar sus objetivos políticos. Su forma de hacerlo se percibe mucho más natural que la de Sheinbaum y Adán, pero mucho menos que la de Ebrard.
Veremos cómo evolucionan su comunicación “las corcholatas” conforme se acerquen los tiempos de más competencia electoral.
*Periodista y consultor de comunicación