El Ejército israelí bombardeó la sede de Radiodifusión de la República Islámica de Irán (IRIB, por sus siglas en inglés), en Teherán, en plena transmisión en vivo.
En imágenes difundidas en redes sociales se ve el momento en el que la presentadora Sahar Emami interrumpe su mensaje y abandona la transmisión tras escucharse una fuerte explosión.
Las autoridades iraníes informaron que varios empleados de la cadena resultaron heridos en el ataque. Minutos después del ataque, la cadena retomó sus transmisiones.
Según uno de los corresponsales de la televisión, al menos cuatro bombas habrían alcanzado el complejo de IRIB.
El director de la emisora, Peyman Yebeli, apareció en la televisión estatal mostrando un periódico manchado de sangre. Afirmó que la televisión estatal y sus empleados aguantarán hasta el final.
“Al honorable pueblo de Irán: hace unos minutos, la Organización de Radiodifusión Iraní fue brutalmente atacada por el enemigo sionista. Este ataque demuestra la precisión con la que los medios nacionales atacan la profundidad estratégica de los medios enemigos”, dijo Yebeli en un comunicado posterior.
El presidente de IRIB agregó que los valientes hijos de nuestro querido pueblo en los medios nacionales anuncian con fuerza que nuestra determinación de participar en la guerra conjunta lanzada por el enemigo sionista se ha multiplicado, y que nuestra voluntad de derrotar a los medios de comunicación ante la infidelidad no ha flaqueado.
Antes del ataque, el Ejército israelí emitió una orden de evacuación urgente para el tercer distrito de Teherán, en el noreste de la ciudad, en el que se en encuetra la sede de la cadena pública y en el que viven más de 300 mil personas.
“El megáfono de propaganda e incitación iraní está a punto de desaparecer. Ha comenzado la evacuación de los residentes cercanos”, dijo el ministro de Defensa israelí, Israel Katz.
Después del ataque, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dijeron en un comunicado que la fuerza aérea atacó un centro de comunicaciones utilizado con fines militares por las Fuerzas Armadas iraníes. Añadieron que el edificio se utilizaba bajo la apariencia de una actividad civil y que el ataque perjudicó directamente la capacidad militar del ejército iraní.
Hasta el cierre de edición, el Ministerio de Salud de Irán informó que ha habido más de 200 muertos —el 90% de ellos civiles— en el país islámico, a consecuencia de los ataques israelíes emprendidos desde el pasado viernes.
Debido a la operación León Naciente, con la que Israel ha atacado instalaciones nucleares y otros objetivos militares iraníes, han muerto figuras clave de las Fuerzas Armadas de Irán y científicos destacados de su programa nuclear.
En tanto, la cifra de víctimas en Israel se eleva a 24, según la oficina del primer ministro, Benjamin Netanyahu.
Redacción
