Mediante un proyecto integral atiende ocho objetos históricos que el caudillo portaba al momento de su muerte, el 21 de mayo de 1920
Para garantizar su preservación, se harán adaptaciones a los soportes de cada pieza y se recomendará su exhibición solo temporal
De entre las mil 765 piezas que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) resguarda en el Museo Casa de Carranza, un relevante grupo de elementos relativo a las prendas que usaba el expresidente Venustiano Carranza (1859–1920) al momento de su muerte, continúa siendo objeto de un proyecto de conservación integral.
Al dictar la conferencia ‘La trama fúnebre’, en la que pormenorizó los avances de esta iniciativa comenzada en 2016, la restauradora de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) del INAH, Dora Méndez Sánchez, señaló que una cualidad inusitada de dichas ropas fue que estaban “prácticamente intactas”, ya que, luego de acompañar al expresidente en sus momentos finales, no fueron lavadas y se les guardó para únicamente exhibirlas durante ceremonias asociadas con su vida y obra.
“Esto sin duda propició la conservación de los materiales, así como de sus indicios forenses”, indicó al hablar de la meticulosidad requerida para emprender los trabajos de limpieza y consolidación de las ropas, sin que estos alteren la evidencia de su homicidio, ocurrido el 21 de mayo de 1920 en la serranía de Tlaxcalantongo, Puebla.
En la videoconferencia, enmarcada en la campaña “Contigo en la distancia”, de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, la especialista detalló que el grupo de prendas está integrado por ocho objetos: dos piezas de ropa interior (una camiseta y un calzoncillo), una camisa exterior, un saco, un pantalón y dos botas. Si bien no es una prenda de vestir, la octava pieza corresponde a una bandera mexicana confeccionada para las primeras honras fúnebres de Carranza en Puebla, la cual acompañó el traslado de su féretro a la Ciudad de México.
Además de procesos de sanitización para eliminar microorganismos, en 2017, con apoyo del Laboratorio de Genética del Instituto de Ciencias Forenses de la Ciudad de México, se efectuaron análisis para confirmar que los vestigios criminalísticos se asociaran con el revolucionario.
Para ello se tomaron muestras de la sangre dejada en el pantalón y la camisa, mismas que se confrontaron con muestras contemporáneas de ADN, aportadas por dos de los nietos del llamado Barón de Cuatro Ciénegas, Venustiano Carranza Peniche y Rosalía Carranza y Prunes.
El resultado fue concluyente respecto a que estas fueron las ropas usadas el último día del expresidente, cuando fue ultimado por cuatro tiros que impactaron su pierna, estómago y pecho.
Actualmente, informó la restauradora, se han concluido las acciones de conservación sobre la ropa interior, el traje, las botas y el lábaro patrio; y únicamente queda pendiente la camisa exterior.
De acuerdo con la conferencista, será hacia fines de este año cuando se concluya el proceso de conservación de dicha camisa, el cual, dada la fragilidad del elemento y la existencia de algunos faltantes de tela, incluirá la fabricación de un soporte diseñado exprofeso para ella.
“Evidentemente recomendaremos modificar la exhibición del conjunto, por ejemplo, con una especie de vitrina portátil específica para la camisa, pues al ser el elemento más delicado, buscamos reducir su manipulación directa”.
Dora Méndez adelantó que otra medida de conservación será el ajuste de la iluminación cuando se decida mostrar las prendas fúnebres al público, “porque la colección no puede exhibirse de manera permanente, solo temporal, de allí que la programación de su montaje deberá ser dialogada y definida por el Museo Casa de Carranza”, finalizó.