La exposición brinda un recorrido por el devenir del territorio neolonés y su gente, a través de valiosas piezas del Museo Regional de Nuevo León
Las imágenes de Gabriela Guajardo y Fátima Reyes permiten observar detalles de los objetos, difíciles de distinguir a simple vista
A propósito del Día Internacional de los Museos, el cual se celebra este 18 de mayo, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del Museo Regional de Nuevo León, Ex Obispado, presenta la muestra fotográfica Imago. La fuerza de la memoria, una reivindicación de nuestro patrimonio a partir de valiosos bienes culturales resguardados en la bodega de colecciones de este recinto.
Es una oportunidad única para que el público conozca piezas sobresalientes por su historicidad y carácter estético, las cuales llegaron a los acervos del museo por distintas vías: producto de excavaciones, donaciones particulares e, incluso, decomisos de tráfico ilícito.
Las 24 imágenes, captadas por las fotógrafas Gabriela Guajardo y Fátima Reyes, profesionales de Nikon México, compañía que patrocina la exhibición, permiten observar y casi “experimentar” detalles de estos objetos que son difíciles de distinguir a simple vista, como texturas, símbolos, formas, grafías, técnicas y materiales.
Como expresa el director del Museo Regional de Nuevo León, Roberto Velasco Alonso, el espacio a su cargo quiso conmemorar este Día Internacional de los Museos haciendo visible lo invisible, “resaltando la trama real e imaginaria que nos une y enlaza con el pasado y el hábitat futuro. Todos reconocemos el poder evocador de los objetos antiguos y el poder de los museos para fortalecer nuestro sentido de pertenencia al convertirlos en una herencia compartida”.
Imago. La fuerza de la memoria invita al espectador a detenerse lo mismo en una milenaria sandalia, que en las paredes de históricas construcciones desde donde se impulsó el desarrollo de esta región del noreste mexicano, las cuales todavía son visibles desde la otrora privilegiada vista del Cerro del Obispado. En pocas palabras, es un despertar visual por la variedad del patrimonio cultural y ecológico que aún conserva Nuevo León.
El historiador Roberto Velasco Alonso y las investigadoras del Centro INAH Nuevo León, Araceli Rivera Estrada y Lydia Espinosa Morales, curaron esta exposición que arranca su historia millones de años atrás, cuando el suelo que hoy ocupa este estado emergió del fondo marino, tiempo después vendría el reclamo de los seres humanos sobre este espacio en que deambulaba la megafauna del Pleistoceno. Milenios más tarde, los conquistadores españoles chocaron con las tribus originarias, despojándolas de su tierra e imponiendo su fe y convirtiéndolas en fuerza de trabajo.
A esta oposición, siguió la intensa lucha por liberarse del yugo español, y después la contienda con el país vecino, Estados Unidos, la cual significó para México la pérdida de extensos territorios. Los enfrentamientos no cesaron, los conflictos internos significaron la sucesión de distintas formas de pensar en la conducción del país; sin embargo, forjaron el espíritu neoleonés dentro de la nación.
Este periplo en el tiempo es contado en imágenes capturadas con la sensibilidad de las autoras Gabriela Guajardo y Fátima Reyes, quienes accedieron a la bodega de bienes culturales del Museo Regional de Nuevo León.
Desde su mirada, el espectador puede admirar figurillas femeninas de frondosas formas, la cuales datan de los periodos Arcaico Medio-Prehistórico Tardío (2500 a.C.-1600 d.C.) y fueron halladas en un abrigo rocoso del sitio Cañada Alardón; así como olotes, envoltorios de maíz, una cesta, un carrizo grabado y una sandalia de esa misma temporalidad, descubiertos en el sitio Morro Orgánico, en Aramberri.
También destacan documentos como el bando del virrey duque de Linares, fechado el 30 de septiembre de 1714, que prohibió la producción, venta y consumo de alcohol de caña; y seis cartas dirigidas por fray Servando Teresa de Mier a Bernardino Cantú, en las que polemiza sobre la situación de la naciente república.
Del siglo XIX, sobresale un frontal de altar, bordado en seda e hilos metálicos; una espada con águila coronada o la banda del general José Francisco Naranjo. Mención aparte merecen las panorámicas que revelan la sobrevivencia de este pasado, encarnado en ejemplos del patrimonio construido —histórico e industrial— de Monterrey.
Imago. La fuerza de la memoria permanecerá en el Museo Regional de Nuevo León, Ex Obispado, en Monterrey, hasta el próximo 18 de julio. Horario: miércoles a sábado, de 9:00 a 18:00 horas; domingo, de 10:00 a 17:00 horas.
