Comenzaron las protestas al exterior del Palacio de Justicia de Londres para exigir la libertad del periodista, activista y fundador de WikiLeaks, Julian Assange, quien enfrentará el reclamo de extradición de Estados Unidos.
De acuerdo con Kristinn Hrafnsson, periodista y actual director de la organización encargada de revelar información clasificada, declaró que Assange no fue autorizado para presenciar las discusiones.
«Han privado a Julian de estar presente aquí donde se va a decidir sobre su vida», advirtió Hrafnsson. Mientras que Stella Moris, pareja y abogada del activista, destacó el riesgo de extradición a Estados Unidos.
«Lo que se cuestiona aquí es si un tribunal del Reino Unido va a extraditar a un periodista al país que conspiró para asesinarle», en referencia a la investigación publicada en Yahoo News sobre un plan de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) para secuestrar y asesinar al periodista durante su estancia en la embajada de Ecuador en Reino Unido.
Por otro lado, el gobierno estadounidense trata de revocar la resolución de un juez de Distrito de Londres en la que justifica que el periodista australiano no debe ser enviado a la Unión Americana para enfrentar cargos de espionaje porque probablemente se suicidaría en una cárcel de ese país.
El abogado y representante de Estados Unidos, James Lewis, expresó que Assange no sería sometido a protocolos de detención de las “Medidas Administrativas Especiales” y que tampoco sería preso en el centro penitenciario de máxima seguridad de Florence en Colorado. En cambio, señaló que permitirían que el periodista cumpliera una condena impuesta por la justicia estadounidense en Australia.
Ante la propuesta de Lewis, los representantes legales de Assange respondieron que se negaban a aceptar las garantías de que ofreció EU. Pusieron énfasis en la posibilidad de que el activista padeciera condiciones opresivas que lo llevarían al suicidio en ese mismo país.
(DOM)
