Estudiar el suelo para construir, ahora es más barato con sistema diseñado en la UNAM
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Estudiar el suelo para construir, ahora es más barato con sistema diseñado en la UNAM

El Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM desarrolló un sistema portátil de adquisición de datos sísmicos, el cual además de ser más eficiente es económico, respecto de los usados en la actualidad.

 El proyecto denominado “Sistema Portátil de Adquisición de Datos Sísmicos en Disposición Concéntrica”, ganador del primer lugar de la octava edición del Programa para el Fomento al Patentamiento y la Innovación (Profopi) de la UNAM, permite adquirir información del suelo en zonas urbanas, de manera no invasiva y rápida. 

El análisis sismológico del suelo también se podría usar en la industria minera y en algunas ramas del sector energético (por ejemplo, sería útil para las empresas gaseras que necesitan conocer las características del suelo antes de realizar exploraciones). La innovación ya tiene la solicitud de patente nacional. 

Otras de sus ventajas son que, de manera proporcional, el sistema alcanza profundidades de penetración 20 veces el diámetro del dispositivo; además, requiere de un sólo operador con la consecuente disminución de los tiempos requeridos para realizar la denominada “estimación de la velocidad de cortante en función de la profundidad”. 

Sus desarrolladores son la diseñadora industrial Roxana Joycie Reyna Vielma; el ingeniero Rodrigo Rojas Hernández; y el maestro en geofísica Miguel Rodríguez González, integrantes de la coordinación de Ingeniería Sismológica del II

Entre los comentarios de los diseñadores se destaco la usabilidad del instrumento para construir de manera adecuada con forme al reglamento, su diseño enfocado a las zonas urbanas, lo práctico del sistema portátil comparado en espacio y longitud de otros similares, y que logra una buena penetración en el subsuelo.  

El sistema portátil adquiere los datos sísmicos en alrededor de 30 minutos por cada sitio de estudio, a diferencia de aproximadamente media jornada de trabajo que requieren los métodos actuales. Lo anterior, junto con la adaptación del software, abaratan los costos en alrededor de 50 por ciento. 

El prototipo está hecho de acero inoxidable; no obstante, se tiene planeado cambiar ese material por otro más ligero, como aluminio o polímeros sintéticos de alta resistencia, a fin de aligerarle la carga al operador y permitirle manipular la herramienta de mejor manera, aclaró la diseñadora industrial. 

Miguel Rodríguez puntualizó, “con este equipo usamos lo cotidiano, el movimiento de personas y vehículos, y el trabajo normal de la ciudad, lo cual produce vibraciones, con características que dependen de la estructura del suelo”. El ruido ambiente es persistente y es la información que utiliza el ensaye. 

Lo que hemos hecho, abundó, es llevar técnicas sismológicas a la ingeniería. La literatura mostró que este tipo de arreglos pequeños para alcanzar profundidades importantes, de varias decenas de metros, se puede realizar. 

4 de febrero de 2021