Empeora la situación de periodistas y medios de comunicación afganos
Periodismo

Empeora la situación de periodistas y medios de comunicación afganos

Los talibanes tomaron Kabul y el gobierno de Afganistán el pasado 14 de agosto, lo que repercutió en la vida de los afganos, en particular de los que trabajan en los medios de comunicación, convirtiendo a la censura, la amenaza, la desaparición forzada y el asesinato en hechos comunes, para los que por años se dedicaron a informar a la población.

Un especialista de la comunicación que trabajó para la Federación Internacional de Periodistas (FIP) por más de 20 años, como reportero y redactor en jefe, contó cómo su vida dio un giro de 180 grados al llegar el talibán al poder, siendo uno de los centenares de personas que han intentado escapar del país y no han podido.

En una entrevista con el portal periodistas en español.com, habló de cómo los talibanes no respetan los derechos humanos y, en particular, los de los periodistas, ya que los consideran posibles opositores al régimen y les bloquean el acceso a la información sobre la situación que se vive en las calles.

El periodista señaló que el nuevo régimen está buscando a personas que hayan colaborado con medios occidentales en algún momento de sus vidas, por considerarlos detractores; y confirmó que él trabajo para medios estadounidenses y británicos, por lo que teme que sólo es cuestión de tiempo para que algo le suceda.

Además, para empeorar su situación, él se reconoce como líder sindical y luchador social, en favor de la libertad de expresión y los derechos de los comunicadores. Por ello ha tenido que cambiar de oficio, de lugar de residencia y ha intentado mantener un perfil bajo, para no ser encontrado por los extremistas radicales.

Relató que se han interrumpido muchos de los programas que se transmitían hasta hace un par de meses en diferentes medios de comunicación, para ser reemplazados por información religiosa, con lo que se ha socavado las fuentes de ingreso de las personas cuya labor era informar y derrumbado el trabajo de muchos años.

Además expuso cómo la situación es especialmente difícil para las comunicadoras, quienes han tenido que abandonar su profesión o no han tenido más opción que escapar del país, ya que no pueden afrontar la rigidez de un dogma que las oprime y las descalifica, como figuras secundarias respecto del hombre.

También opinó de la reunión que tuvieron algunos representantes de los medios de comunicación con líderes talibanes, el pasado 3 de septiembre, argumentando que no es prioridad para el régimen el respeto por los derechos humanos y la libertad de expresión, por lo que seguramente ese encuentro sólo sirvió para “calmar las aguas” en la población.

El periodista pidió la ayuda internacional para mantener con vida a los medios de comunicación afganos, puesto que por la falta de publicidad y el control que el nuevo régimen les impone están a punto de quedar en bancarrota, lo cual es visible cuando muchos de los comunicadores no perciben un salario.

La FIP creó el Fondo de Solidaridad con Afganistán para todos los que quieran donar, y aclara que los recursos ahí obtenidos serán destinados íntegramente para el apoyo de los periodistas y comunicadores afganos.

(AMFP)

24 de septiembre de 2021