Asesinatos a control remoto en Gaza, Israel, Ucrania y Rusia
Colaboradores, Internacionales, Principales

Asesinatos a control remoto en Gaza, Israel, Ucrania y Rusia

Naief Yehya*

Llanto como señuelo

New York.- La brutal campaña de represalia israelí que comenzó después del ataque del 7 de octubre de 2023 de Hamás y otras organizaciones armadas en contra de kibutzims, un festival de música y bases militares en la cercanía de Gaza, ha sido en sus ocho meses una de las más aplastantes y mortíferas de la historia, mucho más que las acciones bélicas aliadas en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, los bombardeos estadounidenses en Alepo (2012-2016) y el ataque ruso de Mariupol (2022).

La destrucción masiva e indiscriminada de la franja se debe al uso de toda clase de explosivos, con la excepción de bombas atómicas, desde artillería, misiles, bombas dirigidas y bombas “tontas”, municiones de fósforo blanco y bombas de dos toneladas Mk-84. A estos explosivos se ha sumado el empleo de una variedad de drones, incluyendo algunos que se utilizaban exclusivamente para vigilancia, inteligencia y reconocimiento pero se han readaptado para lanzar misiles, granadas o disparar balas. Estos incluyen también drones kamikazes, que son detonados como bombas al alcanzar su objetivo, que se han dado en llamar municiones merodeadoras (loitering munitions) y se vienen usando desde hace más de 14 años.

La población palestina de ese territorio que vive bajo un bloqueo devastador desde 2007, se ha acostumbrado al constante zumbido de los drones que sobrevuelan día y noche la franja de Gaza en operaciones de vigilancia e intimidación pero que también ejecutan sospechosos y destruyen infraestructura con caprichosa regularidad.

Una tecnología relativamente inesperada y novedosa que comenzó a usarse a partir de la noche del 14 de abril de 2024 en el campo de refugiados de Nuseirat, en el norte de Gaza, puso énfasis en la imaginación cruel y criminal de los estrategas militares israelíes. Se trata de drones que aparte de aterrorizar y torturar a la población sitiada sirven para engañarlos para que salgan de sus refugios y así asesinarlos. Durante la noche el ejército emplea quadcopters (término genérico usado para drones pequeños con cuatro, seis o más hélices) equipados con altoparlantes con los que reproducen llantos de bebés, niños o mujeres.

Estas grabaciones hacen que la gente se exponga para ofrecer ayuda o ver lo que sucede y entonces los mismos drones, equipados con sensores de movimiento y cámaras omnidireccionales, les disparan. Esto fue documentado con videos en Twitter-X por varios usuarios en Gaza, incluyendo @KufiyyaPS y @sarabahaa94. En otras ocasiones los drones reproducen sonidos de explosiones, disparos o el ruido del avance de tanques y vehículos, así mismo tocan con estridencia canciones en hebreo o en árabe con la finalidad de desconcertar y crear pánico.

La periodista Maha Hussaini de Euro-Mediterranean Human Rights Monitor fue la primera en reportar la existencia de estos dispositivos y entrevistó a numerosos testigos que coincidieron en sus descripciones.[1] También, de acuerdo con Spencer Ackerman, en Zeteo, seis o siete personas resultaron heridas en la primera noche en que se reportó el uso de estos drones, que son una más de las muchas y originales expresiones del laboratorio de la muerte que es Gaza.[2]

El sonido del sufrimiento humano, en particular de los más vulnerables es usado como señuelo para atraer nuevas víctimas, con lo que aprovechan la compasión y el valor de aquellos que aún creen que pueden ayudar para matarlos. La crueldad de esta estrategia no es inusual y recuerda que tanto Estados Unidos como Rusia e Israel, entre otros lanzan bombas contra blancos y una vez que llegan los vecinos o los servicios de emergencia disparan una segunda bomba en lo que se llama “double tap” o doble toque para aniquilar a los rescatistas, de esa manera se intenta dejar a la sociedad más desvalida (con menos recursos médicos de primeros auxilios), lesionar la solidaridad entre la gente y así desgarrar aún más el tejido social.

El uso de llantos de bebé para atraer incautos podría ser un rumor o una leyenda urbana, pero la realidad es que en varios conflictos ha habido quien acuse a su enemigo de usar sonidos semejantes para atraer y confundir. El propio ejército israelí declaró que los militantes de Hamás usaban grabaciones de bebés para atraer a soldados a trampas en el campo de refugiados de Jabaliya, el 22 de diciembre del 2023. Pero sin duda los testimonios son creíbles e Israel cuenta con la capacidad técnica para crear drones con estas capacidades además de que sus tropas han asesinado civiles de manera innecesaria, cruel, indiscriminada y sin precedente por lo que esta táctica no parece tan extraordinaria.

El ataque israelí que comenzó el 7 de octubre es la primera ocasión en que se emplean drones de manera masiva en contra de toda la población en los territorios palestinos. Euro-Med Monitor reportó el uso sistemático de quadcopters de la categoría Matrice 600 y LANIUS armados con ametralladoras y pequeñas balas-misiles (que aparentemente asemejan clavos). No se sabe con exactitud cuales son los modelos usados pero se cree que son drones para fotografía aérea de seis rotores, con un peso de un poco más de nueve kilogramos y autonomía de vuelo de 18 minutos que han sido modificados.

Precisamente debido a que son ligeros se les considera poco estables y por lo tanto no apropiados para ser usados con armas si lo que se busca es la precisión. Pero si el enfoque es simplemente matar a cualquiera que esté en la cercanía pueden ser útiles.[3] Entre muchos casos documentados del uso de drones armados con ametralladoras, uno de los más sonados tuvo lugar en febrero de 2024, cuando una mujer de 38 años, Ulfat Shaqqura, que corría con su hijo Arkan, de cinco años, buscando un rincón seguro fue asesinada por un dron quadcopter en Khan Younis.[4]

No existe la menor duda de que estas armas que se prueban aquí comenzarán a ser usadas en muchos otros conflictos y en contextos diversos. El ejército israelí aprovecha que tiene sometida a una población deshumanizada, en un sitio desprotegido y vulnerable para experimentar con estas y otras nuevas armas y tecnologías que inmediatamente después llevan al mercado armamentista y las presentan como: “Probadas en el campo de batalla”.

La masacre como publicidad

Al tiempo en que este genocidio está teniendo lugar, la empresa armamentista israelí High Lander (la cual se ha beneficiado enormemente desde los ataques del 7 de octubre), está vendiendo sus drones Orión, que se utilizan para controlar y amedrentar a la población palestina en Gaza y bajo ocupación en Cisjordania, a varios departamentos de policía en Estados Unidos (Luisiana, San Diego, Phoenix, Miami) y alrededor del mundo. El dron Orión puede usarse en enjambre, en grupos de cien drones que pueden navegar juntos y llevar a cabo acciones sin la intervención del usuario, como identificar y buscar personas, objetos o vehículos, dar órdenes y anuncios con sus alto parlantes.

Este tipo de tecnologías tienen la finalidad de crear una sensación de acoso y paranoia en la población. Si bien se ha demostrado que los algoritmos de reconocimiento facial que emplean están prejuiciados en contra de las minorías de color, varios departamentos de policía han depositado su confianza y enormes recursos en esta tecnología. Esta es una cara más de la creciente militarización de las fuerzas del orden, a pesar de que la evidencia estadística determina que no ayuda a prevenir el crimen y en cambio incrementa la violencia.

Este uso de los drones pone en evidencia, la grotesca ilusión que han tenido algunos al creer, o querernos hacer creer, que los drones representan una etapa de mayor precisión en la guerra y de menos víctimas colaterales. Emplear estos dispositivos tiene la finalidad exclusiva de asesinar civiles con extremo sadismo. El 11 de enero una multitud esperaba la llegada de camiones con comida en la calle al-Rashid cuando el ejército israelí abrió fuego contra ellos. Cincuenta civiles fueron asesinados de manera remota y muchos más quedaron heridos de gravedad con municiones que semejaban clavos. El pretexto para asesinarlos fue que los operadores pensaron que estaban atacando a los camiones de alimentos. Euro-Med Monitor reporta que acciones semejantes han sucedido por lo menos seis veces más.

La organización militante Hezbolá cuenta con un arsenal de drones más sofisticado que el que tenía Hamás. Los intercambios de misiles y drones entre Israel y esta organización militante que supuestamente cuenta con alrededor de 150,000 misiles y drones son constantes. El 16 de mayo de 2024 Hezbolá empleó un dron contra un vehículo militar israelí dejando a dos soldados muertos y otros gravemente heridos en el área de Metula, cerca de la frontera libanesa. El ejército israelí, que respondió con bombardeos masivos en la región de Baalbek, en el Líbano, declaró que se trataba de un dron explosivo. Por su parte, Hezbolá aseguró que había sido un dron que había disparado dos misiles.

De ser cierto esto implicaría un cambio relevante en la tecnología de este grupo que durante décadas ha empleado anticuados misiles rusos antitanque Kornet y explosivos de ese tipo. Este grupo no había querido emplear su equipo más avanzado, tanto en drones como en misiles, para mantener el factor sorpresa. Ese mismo día dos drones de Hezbolá lograron penetrar en territorio israelí, para atacar una base militar en Galilea a unos 35 kilómetros de la frontera, la cual fue la incursión más profunda que han logrado. En estas confrontaciones Israel dice que han perdido diez civiles y 14 soldados, mientras que han matado a 298 militantes de Hezbolá, 60 civiles, un soldado libanés y alrededor de 60 militantes de otras organizaciones armadas, según The Times of Israel.[5]

Drones como fuerza disruptiva y de equilibrio

Rusia y Ucrania también emplean más drones cada día en su guerra y para ambos bandos la meta principal es incapacitar tanques o baterías de misiles con valor de millones de dólares con dispositivos baratos de unos cuantos miles de dólares. De acuerdo con Siobhán O’Grady y Kostiantyn Khudov[6] los cielos sobre los frentes de batalla, la línea cero (conocida como la zona gris, que aquí han rebautizado como la zona mortal), están tan saturados de drones que todo movimiento en tierra es peligroso.

La supervivencia de los soldados en la región de Donetsk depende de la habilidad y experiencia de los operadores de drones. Por lo tanto, la manera de sobrevivir es saltando de una trinchera a otra exponiéndose al aire libre lo menos posible. Si bien inicialmente Ucrania pudo contrarrestar la gran desproporción entre sus recursos militares y los de Rusia usando drones baratos, en los dos años del conflicto Rusia ha multiplicado su arsenal de drones, al incrementar su producción y adquisiciones a otros países, con lo que de pronto hay una sobreabundancia de vehículos a control remoto. A pesar de sus avances en aeronáutica, Rusia no había invertido gran cosa en el desarrollo de drones por lo que ha llegado tarde a esta tecnología.

No obstante el 11 de febrero lanzó un bombardeo con 45 drones sobre nueve regiones ucranianas. Ucrania ha lanzado varias olas de drones dentro del territorio ruso, incluso el día de las elecciones, el 17 de marzo, con el fin de causar caos. El Ministerio de Defensa ruso reportó haber derribado 35 drones enemigos durante la noche, cinco de ellos en la región de Moscú. Estos no causaron bajas humanas ni daños. Mientras el ejército ucraniano declaró haber derribado 14 drones rusos en la región de Odesa.

Asimismo, se han multiplicado los sistemas de interferencia electrónica o jammers que sirven para incapacitar a los drones, el problema es que a menudo al usar esta tecnología tanto los drones propios como los del enemigo son afectados. Los drones más populares en Ucrania son aquellos que permiten first-person-view (FPV) o pilotaje con visión remota en “primera persona” (a menudo manejados por operadores que emplean goggles y controladores semejantes a los de los videojuegos).

El ejército ucraniano ha entrenado a miles de reclutas para esta tarea en sus Fuerzas de Sistemas No Tripulados. No hay duda de que la proliferación de esta tecnología ha cambiado de manera definitiva la forma cómo se pelean las guerras y ha obligado a los comandantes a improvisar nuevas tácticas en función de estos ojos omnividentes en el cielo a los que muy poco se les escapa, de día o de noche (las cámaras térmicas y de visión nocturna son muy comunes).

Aparentemente en algunas zonas hay tantos drones en el cielo que el problema de los operadores es saber cuáles son suyos y cuáles del enemigo. El frente de combate se ha vuelto transparente. Así mismo, hay menos riesgo para operadores que pueden ocultarse a la distancia y sin embargo “estar ahí”. Aunque debido a su valor estratégico las fuerzas rusas se concentran en eliminar a los operadores con misiles.

Se debe a los drones por lo menos en parte, el estancamiento de los avances de tropas y que las líneas del frente se hayan movido poco en los últimos meses. La escasez de municiones y equipo ha empujado a Ucrania a contar aún más con su arsenal de drones. Ucrania planea producir más de un millón de drones este año. Muchos de estos son fabricados de manera artesanal, siguiendo instrucciones en YouTube.

Algunos drones tienen un rango de alcance que les permite penetrar al espacio aéreo ruso, otros tienen poca autonomía de vuelo. Muchos pueden tirar o dejar caer explosivos mientras otros son usados como kamikazes y algunos más únicamente cumplen con funciones de vigilancia.

Por su parte, Rusia con asesoría técnica iraní planea construir en la zona económica especial de Alábuga, en la república de Tartaristán, 6,000 drones de largo alcance (1,600 kilómetros), una variante mejorada del Shaheed-136 (que los rusos han rebautizado Geran-2) para el verano de 2025. Estos drones requieren de ser programados con un objetivo antes de ser lanzados y por tanto no son operados en tiempo real desde tierra. Usualmente cuentan con 50 kilogramos de explosivos que se auto detonan al alcanzar su destino. Estos aparatos son mucho más baratos que un misil guiado de precisión.

La ambición rusa es crear una planta moderna que supere en capacidades técnicas a las iraníes, pero por el momento en esa planta tan sólo se ensamblan drones y manufacturan fuselajes. Irán se ha declarado neutral en la guerra entre Rusia y Ucrania, y asegura que los drones iraníes en el arsenal ruso fueron vendidos antes del inicio de la guerra.

Sin embargo, de acuerdo con documentos obtenidos por The Washington Post, Teherán ha vendido a Rusia una franquicia para producir drones.[7] El gran obstáculo para desarrollar esa industria es que tanto Irán como Rusia y cualquier fabricante de drones depende de componentes electrónicos manufacturados en Occidente. 90% de los chips usados por los drones provienen de Estados Unidos y debido a los bloqueos impuestos por Washington estas dos naciones tienen que procurarse sus circuitos por medios alternativos, caros y a veces no muy confiables.

*Escritor, analista y periodista.

[1] https://www.middleeasteye.net/news/disturbing-recordings-cryinginfants-played-israeli-quadcopters-lure-gaza-residents-shooting

[2] https://zeteo.com/p/israel-gaza-quadcopter-drone-warfare

[3] https://euromedmonitor.org/en/article/6166/Gaza:-Israel-systematically-uses-quadcopters-to-kill-Palestinians-from-a-close-distance?

[4] https://mondoweiss.net/2024/02/his-mother-was-shot-in-front-ofhim-by-an-armed-israeli-drone/?

[5] https://www.timesofisrael.com/idf-confirms-hezbollah-drone-hit-asensitive-military-site-damage-being-assessed/

[6] https://www.washingtonpost.com/world/2024/04/14/ukraine-drones-russia-war-skies/

[7] https://www.washingtonpost.com/investigations/2023/08/17/russiairan-drone-shahed-alabuga/

[8] https://mondoweiss.net/2024/02/his-mother-was-shot-in-front-ofhim-by-an-armed-israeli-drone/?

26 de junio de 2024