El mes de octubre fue fatal para el gremio de los periodistas. Dos comunicadores fueron asesinados en distintas entidades del país. El 29 de octubre Mauricio Cruz Solís fue víctima de un atentado mortal, en una calle de Uruapan, Michoacán, después de entrevistar al presidente municipal Carlos Manzo.
La periodista Patricia Ramírez González fue baleada en un local de comida en la ciudad de Colima, Colima. La comunicadora, quien era mejor conocida como Paty Bunbury, publicaba en internet noticias de espectáculos y colaboraba con un medio impreso. El 30 de octubre fue baleada.
El presidente municipal Manzo informó que Cruz Solís fue interceptado por varias personas armadas en el centro de Uruapan, quienes le dispararon y huyeron a bordo de una camioneta de color rojo.
El Comité para la Protección de Periodistas (CPJ) condenó el ataque por lo que exhortó a las autoridades a investigar de manera inmediata y verosímil el caso.
La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) llamó a las autoridades correspondientes a realizar una investigación “pronta y efectiva” del caso.
“Es importante trabajar en estrategias de prevención de las agresiones contra la prensa”, expresó en un comunicado Jesús Peña, representante adjunto en México de la ONU-DH. El caso de Solís es un “fuerte recordatorio de la necesidad de seguir fortaleciendo las instancias de protección y la capacidad de respuesta institucional”.
Patricia Ramírez González fue baleada en un local de comida en la ciudad de Colima, en donde ingresó un hombre que le disparó, el miércoles 30 de octubre. Patricia tenía 39 años y era conocida en Colima, por su cobertura de noticias de espectáculos y cultura.
Ambos homicidios se suman a otros ocurridos meses atrás como los de Alejandro Martínez, en Celaya, Guanajuato; Víctor Culebro, en Chiapas; y Roberto Figueroa, en Huitzilac, Morelos.
Por Abraham Pensamiento
