Norma Julieta del Río Venegas*
En 2015, 153 países, México entre ellos, adoptaron la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible (en adelante Agenda 2030), donde se planteó un horizonte de 15 años para alcanzar 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y sus respectivas metas, donde se abordan los problemas más apremiantes de la humanidad. En conjunto, estos objetivos y metas constituyen el referente de casi todos los países del mundo para orientar los trabajos y la medición de avances hacia la solución de esos problemas, porque de ello depende que la humanidad goce de un futuro menos incierto.
La Agenda 2030 plantea que, para lograr lo anterior, sí es posible trabajar integralmente alineando programas y políticas públicas de desarrollo económico con el desarrollo humano, los derechos humanos y el respeto al medio ambiente. De este modo, para el 2030, los países comprometidos con esta agenda deberán reducir la crisis económica; los cambios tecnológicos vertiginosos; las brechas de desigualdad, pobreza y hambre; la corrupción y el abuso de los recursos naturales que compromete la subsistencia y la supervivencia de las generaciones futuras humanas y no humanas.
La impronta es “¡nadie quede atrás!”. La Agenda 2030 reconoce las brechas que permean en todos los temas mencionados anteriormente, que afectan histórica y sistemáticamente a las personas en situación de desventaja y vulnerabilidad. ¿Lo estamos logrando? La respuesta a esta pregunta al segundo semestre del 2021, desafortunadamente, es negativa. La pandemia por COVID-19 detuvo los avances y en algunos casos, incluso, llevó a retrocesos. Por esta razón, se torna necesario conocer, verificar y evaluar la situación actual en el cumplimiento de los ODS. La Agenda 2030 considera mecanismos de seguimiento entre los que destaca la posibilidad que tienen los países adoptantes de presentar periódicamente informes nacionales voluntarios ante el Secretariado General de la ONU y el mundo en general. Precisamente, el 19 de julio pasado, México presentó públicamente su tercer Informe nacional voluntario (los informes anteriores son de 2016 y 2018), a cuya difusión quiero contribuir en este espacio.[1]
Me interesa destacar tres aspectos de este Tercer Informe Nacional voluntario. El primer aspecto es que se parte de un novedoso ejercicio multiactor al que convocaron representantes de distintos sectores de la sociedad. Un Comité intersectorial coordinó que gobiernos locales, organizaciones de la sociedad civil, representantes de la academia y del sector privado, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la Cámara de Diputados, el Senado de la República, el Sistema de las Naciones Unidas y agencias de cooperación internacional, elaborasen sus propias consultas e informes sobre la contribución de su sector al cumplimiento de los ODS en México, para que luego fueran insumo del Informe nacional. Se desglosan concretamente las contribuciones y los retos identificados por cada sector.
Lo segundo, que amerita ser enfatizado, es el esfuerzo por diagnosticar cómo ha permeado la Agenda 2030 en el nivel subnacional, bajo el entendido de que es ahí donde los problemas afectan la vida cotidiana de las personas y donde primero tienen que llegar las soluciones. Es loable el esfuerzo realizado para coordinar con los poderes Ejecutivo y Legislativo de cada entidad federativa, así como con los municipios, alcaldías y actores locales relevantes, para la identificación de sus contribuciones y retos. El Tercer Informe nacional voluntario se acompaña también de un Informe voluntario a nivel subnacional, el cual explica cómo los gobiernos y los poderes legislativos locales han alineado sus planeaciones programáticas y presupuestarias a los ODS.
Lo tercero que llamó mi atención es que se reconoce que la pandemia pone en riesgo el cumplimiento de los ODS, pero también ofrece la posibilidad de volver sobre la única hoja de ruta que comparten la mayoría de los países para solventar los problemas que más daño hacen a la humanidad. Esta visión común tiene un gran potencial para detonar la cooperación hacia adentro y hacia afuera de la institución y sector comprometido con los ODS para acelerar su implementación y que no lleguemos con las manos vacías al 2030.
Los conmino a consultar directamente los detalles sobre los resultados y los desafíos enumerados en el Tercer Informe Nacional voluntario sobre la Agenda 2030 en México, así como a atestiguar que se trata de un ejercicio de rendición de cuentas colectivo. Las autoridades de los gobiernos federal, estatales y municipales reportan cómo contribuyen sus programas y proyectos a los indicadores de cumplimiento de esta agenda.
Lo mismo sucede con las aportaciones que la sociedad civil organizada, la academia y el sector privado reportan ante la población mexicana y la comunidad internacional como muestra de que se asumen corresponsables de hacer realidad la agenda de desarrollo sostenible. Cada acción e indicador reportado debe ser revisado, confrontado, complementado, como parte natural de los contrapesos democráticos que empoderan a las personas para evaluar el quehacer de las autoridades y ser parte de las soluciones mediante la participación ciudadana y el control social.
El Tercer Informe Nacional voluntario también es una valiosa fuente de información pública, pues especifica las fuentes que pueden ser consultadas para acceder a datos estadísticos sobre el tema. El Sistema de información de los Objetivos de Desarrollo Sostenible México (SIODS) es la fuente por excelencia, pues consiste en los indicadores del marco global y nacional sobre los avances en cada objetivo y meta. El INEGI actualiza oficialmente, de manera continua, rigurosa y transparente los indicadores, sus metadatos y los datos para su cálculo en el sitio www.agenda2030.mx.
Merece especial mención que el INEGI participa en la copresidencia del Grupo Interinstitucional y de Expertas sobre los Indicadores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (IAEG-SDG), mismo que definió el marco global de los indicadores de la Agenda 2030 y ha realizado trabajos de seguimiento con los países y organismos internacionales para la producción y diseminación de esos indicadores.
Existen otras fuentes adicionales de información. Desde 2019, a partir de datos del INEGI, México cuenta con la plataforma de Datos del avance municipal (DataMun), herramienta que permite a los municipios del país acceder a información útil para la planeación local en relación con sus atribuciones constitucionales y con la Agenda 2030.
La herramienta es administrada por el Consejo nacional de evaluación de la política de desarrollo social (CONEVAL) con el apoyo de la Sociedad alemana para la cooperación internacional en México (GIZ México). Por su parte, el Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD) en México lanzó en 2020 su Plataforma de análisis para el desarrollo (PAD), una herramienta de acceso público basada también en datos del INEGI con indicadores e información complementarias. La plataforma permite consultas, visualizaciones y descargas en formatos útiles para la elaboración de diagnósticos y la toma de decisiones.
La pandemia nos ha cambiado la vida. Ha mostrado que debemos cambiar rumbo en nuestro estilo de vida, patrones de consumo, de alimentación, y otros aspectos. Se habla de procesos de reconstrucción y restitución abiertos liderados por las autoridades competentes de todos los órdenes y poderes de gobierno que guíen a las poblaciones en ese sentido. Los cambios positivos surgen a nivel individual por iniciativa propia, pero también motivados y direccionados por instituciones y organizaciones fortalecidos y que actúen de forma planificada, estratégica y con base en evidencia.
Estos cambios son mejor promoverlos vía de la colaboración y cocreación que vía coercitiva. La ruta es clara: el desarrollo sostenible de la Agenda 2030. El Tercer Informe Nacional voluntario de este año puede marcar el antes y el después del rumbo del país, para lo cual es imprescindible incorporar un enfoque de desarrollo sostenible.
[1] Disponible en https://www.gob.mx/ agenda2030/documentos/informe-nacional-voluntario-2021-agenda-2030-en-mexico
*Comisionada del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales.