El pasado domingo, la Ciudad de Gaza fue abatida nuevamente por ataques militares israelíes con saldo de seis periodistas muertos, cinco de ellos corresponsales del medio catarí Al Jazeera.
Según informes oficiales, el ataque realizado con drones impactó una tienda de campaña para periodistas ubicada frente a la entrada principal del hospital Al-Shifa, en la ciudad de Gaza.
Entre los periodistas de la cadena catarí se reportó a Anas al Sharif, Mohammed Qreiqeh, a los camarógrafos Ibrahim Zaher, Mohammed Noufal y Moamen Aliwa. Un sexto periodista identificado como fallecido es Mohammed al Khaldi, reportero freelance local.
Según Al Jazeera, el periodista Anas al Sharif fue acusado por el ejército israelí de ser combatiente de Hamás. Se denunció, sin ninguna prueba, a Al Sharif de “promocionar ataques con cohetes contra civiles y tropas israelíes”.
Por su lado, el analista del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, Muhammad Shehada, afirmó que “no había ninguna evidencia” de que el corresponsal de Al Jazeera participara en dichos ataques.
La televisora catarí sostuvo que el atentado fue “un asesinato, otro ataque flagrante y premeditado a la libertad de prensa”. Mientras que la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) informó que otros tres comunicadores resultaron heridos por el atentado en el hospital.
Por su parte, la Organización de Naciones Unidas (ONU) condenó los asesinatos, y la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos advirtió que Israel “debe respetar y proteger a los civiles, incluidos los periodistas”.
Según informes de Al Jazeera, van alrededor de 270 periodistas palestinos abatidos por el ejército israelí desde el ataque de Hamás en el sur de Israel, el 7 de octubre de 2023 y tras el cual se desencadenó el genocidio contra la población palestina en la Franja de Gaza.
Camila Doroteo