Balbina Flores Martínez*
Transcurrieron apenas siete meses de 2025, y en México ya han sido asesinados dos periodistas por mes. En julio ocurrieron por lo menos tres asesinatos en una semana, lo que eleva a nueve los homicidios de comunicadores, lo que confirma al país como uno de los más peligrosos para hacer periodismo. Ello sin entrar en detalles de los innumerables casos de amenazas y acoso judicial que se han presentado durante junio y julio en contra de este gremio.
Todo ello pese a los compromisos asumidos por la presidenta Claudia Sheinbaum con Reporteros Sin Fronteras (RSF), y donde un compromiso fue abordar la aplicación de mecanismos de protección fuertes y fortalecer la lucha contra la impunidad. México sigue siendo hoy el país más peligroso de la región para los periodistas, advirtió la organización.
De los nueve casos, ocho están probablemente relacionados con su labor periodística. Aquí, la lista:
Estado de México, Calletano de Jesús Guerrero, inscrito desde 2014 en el programa federal de protección tras recibir amenazas, fue asesinado el 17 de enero de 2025 en circunstancias que revelan fallas en el sistema oficial de protección.
Otro caso es el de Alejandro Gallegos de León, director de La Voz del Pueblo, asesinado en enero. Su medio había publicado investigaciones sobre el crimen organizado en el centro-norte del país.
El 2 de marzo, Kristian Uriel Zavala Martínez, reportero de El Silaoense.Mx, y Raúl Irán Villarreal Belmont, periodista del medio comunitario Observatorio Ciudadano, fueron asesinados en el estado de Guanajuato, gravemente afectado por la violencia del crimen organizado. Ambos investigaban sobre violencia estatal y desapariciones forzadas.
El 15 de mayo, José Carlos González Herrera, director del medio digital El Guerrero, Opinión Ciudadana, fue asesinado por hombres armados en el centro de Acapulco, Guerrero. Cubría temas locales como la seguridad, la política y las demandas ciudadanas en una de las regiones más peligrosas del país.
El 23 de junio, fue asesinado en Cuetzalan, Puebla, Salomón Ordoñez Miranda, fundador de la página Shalom Cuetzalan Producciones en Facebook, sus agresores le dispararon y huyeron. Las autoridades investigan un posible vínculo con su labor como periodista local. En Cajeme, Sonora, Ángel Sevilla, periodista y director del medio digital Noticias 644, fue asesinado el 7 de julio mientras se transportaba en moto.
El municipio de Cajeme es el más violento del estado de Sonora, escenario constante de enfrentamientos entre grupos criminales y seguridad pública. El medio que cubre principalmente nota roja y política dirigido por Ángel Sevilla se había convertido en una fuente clave de información en tiempo real sobre el deterioro de la seguridad.
El 8 de julio, fue localizado en su vivienda el cuerpo en avanzado estado de descomposición del periodista de investigación Martín Melvin García Carvajal, en Cozumel, Quintana Roo. Había regresado al municipio unos meses antes luego de exiliarse por persecuciones relacionadas con el libro “Mayra, su vida terminó”, publicado en 1999 en el que denunciaba la implicación de un exgobernador en el crimen.
El 9 de julio, a pocos minutos de transmitir en vivo un video sobre un hundimiento de una calle en Acapulco, Ronald Paz Pedro, administrador de la página informativa NotiExpress Pedro en Facebook fue asesinado a balazos. En los últimos años cubría la fuente policíaca y compartía preocupaciones ciudadanas.
Junto con México, América Latina enfrenta hoy, “una espiral de violencia fuera de control en la región”, ha dicho RSF en un comunicado publicado el 16 de julio, donde alertó: “desde enero pasado, Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha documentado el asesinato de al menos trece periodistas en América Latina. Esta cifra ya supera los nueve casos registrados durante todo el año 2024, lo que confirma un preocupante aumento de la violencia mortal contra la prensa”. Son los periodistas “que trabajan sobre temas sensibles los más atacados. México sigue siendo el país más peligroso de la región para los reporteros”, detalló la organización.
Ante esta escalada en la región, RSF hizo un “llamado urgente a los Estados latinoamericanos para que adopten o refuercen medidas de protección para los periodistas y pongan fin a la impunidad que rodea estos crímenes”.
En Perú fueron asesinados dos periodistas que conmocionaron el panorama mediático: Gastón Medina Sotomayor, fundador y presentador del canal regional Cadena Sur TV, muy seguido en la municipalidad de Ica, fue asesinado en enero de 2025. Denunciaba la corrupción y criticaba la actuación de las autoridades locales. En mayo de 2025, Raúl Celis López, conductor de un noticiero matutino en Radio Karibeña fue ejecutado en la ciudad de Iquitos, había reportado amenazas previas por coberturas ambientales y de tráfico ilegal en la Amazonia peruana.
Colombia registró un asesinato, el periodista Óscar Gómez Agudelo en enero de 2025 se suma a un contexto ya crítico para los reporteros regionales que investigan los vínculos entre grupos armados y administraciones locales. El 5 de julio, Gustavo Chicangana Álvarez, director de la radio Guaviare Estéreo y corresponsal de Radio Caracol sobrevivió a un intento de asesinato con tres disparos.
En Guatemala, en marzo de 2025, el periodista Ismael Alonzo González fue asesinado frente a su domicilio de un disparo en la cabeza por parte de individuos que luego huyeron. Dirigía Producciones Alonzo, una página de Facebook dedicada a noticias locales y comunitarias.
En Ecuador, el periodista Patricio Ernesto Aguilar Vásquez, editor en jefe del medio digital El Libertador, fue asesinado en marzo de 2025 en la ciudad costera de Esmeraldas. Había publicado días antes un informe sobre redes de corrupción que operaban en el puerto local.
Artur Romeo, director de Reporteros Sin Fronteras en América Latina, condenó los 15 asesinatos de periodistas en la región en tan sólo los primeros siete meses del año y afirmó: “esta tendencia confirma el deterioro de las condiciones de seguridad para la profesión en América Latina, en especial para quienes investigan temas delicados, denunció la persistencia de la impunidad y la falta de voluntad política suficiente que alimenta esta violencia y exigió a los estados que refuercen las garantías de seguridad para la prensa y se mejoren los mecanismos de protección”.
*Corresponsal de Reporteros Sin Fronteras en México.