Las diferencias entre los ministros de la Suprema Corte se agudizan: la reforma al Poder Judicial acentuó la división entre los once ministros que se dividieron en dos bandos, quienes respaldan aquellos cambios y los que se oponen.
Pero de las palabras y la presencia callejera de varios ministros, ahora pasaron a las descalificaciones. Ayer, en una entrevista, la ministra Yasmín Esquivel Mossa calificó como “golpista” e “inepta” a la ministra presidenta Norma Lucía Piña Hernández por haberse presentado a la marcha de los trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF), así como por obstaculizar el proceso legislativo.
En una entrevista con Joaquín López Dóriga, la ministra lanzó varias críticas en contra de la titular del Poder Judicial, de la que dijo cayó en una actitud “golpista” por llamar a la resistencia en contra del Poder Legislativo: “Llamar a la resistencia siendo el titular de un poder es perder la imparcialidad y ubicarse en la oposición frente a los otros dos poderes, el Ejecutivo y el Legislativo, como ha sido a lo largo de su presidencia”.
Aseguró que Norma Piña asume una «posición incongruente al hablar de un respeto a la división de poderes y por el otro lado bloquear los accesos a la Cámara de Diputados, acudir al bloqueo que se mantiene”.
La jurista dijo que “Piña tiene una responsabilidad histórica por el caos en que se encuentra el Poder Judicial por su ineptitud al conducir la interlocución entre los poderes Legislativo y Ejecutivo”.
Consideró que la dirigencia de la actual presidenta de la Corte se ha visto deteriorada desde que rompió la relación con los otros dos Poderes de la Unión.
“Me parece que es una falta de visión política, porque desde que ella llegó rompió los puentes de entendimiento con los otros dos poderes. A través de sus conductas conocidas por los medios, de sus discursos, sus actitudes, ha roto los puentes de diálogo que se pudieron haber dado desde el inicio de su administración”.
Esquivel, ministra propuesta por el presidente López Obrador, recordó cuando Norma Piña presionó con mensajes de texto al entonces presidente de la Mesa Directiva del Senado, Sergio Armenta, quien hoy es gobernador electo.
“Fue una amenaza a uno de los dos poderes. Hay una falta de ruta en el Poder Judicial, no existe una estrategia política ni existe un diagnóstico”, añadió Esquivel.
Advirtió que la contrapropuesta presentada el día domingo llegó siete meses después de que el presidente López Obrador presentó el 5 de febrero su propuesta de reforma al Poder Judicial. Además, el dictamen de reforma ya lo aprobaron los diputados con una mayoría abrumadora: “Pedir diálogo en este momento, cuando durante más de un año y medio el discurso y sus conductas han sido de rompimiento, significa la pérdida de imparcialidad, la falta de prudencia y de ubicarse como la figura que representa la oposición al gobierno”.
Asimismo, señaló que «los documentos presentados ayer (domingo), con una serie de propuestas, es una visión totalmente unilateral de ella, no es una visión del Poder Judicial de la Federación, toda vez que estos documentos no fueron presentados ni consensados por nosotros, no los conocimos hasta que los medios dieron cuenta de estos documentos”, expresó.
Es menester recordar que las ministras Lenia Batres y Loretta Ortiz están en desacuerdo con la propuesta que presentó la ministra Piña.
Adelantó que, en el supuesto de que la reforma no se apruebe, será necesario enviar otra, porque la reforma al Poder Judicial es necesaria.
Por Abraham Pensamiento