Balbina Flores
El 1 de octubre se cierra un ciclo, el sexenio de la llamada 4ta transformación, un periodo de ríspida relación entre medios de comunicación y periodistas con el Presidente saliente Andrés Manuel López Obrador. Nos guste o no el sexenio que cierra se puede resumir en cuatro palabras: confrontación, descalificación, estigmatización y falta de compromiso para acabar con la impunidad.
En un texto publicado en este mismo espacio de la revista Zócalo en diciembre de 2020, se advertía que el presidente Andrés Manuel López Obrador, estaba a tiempo de replantear acciones y compromisos con los derechos humanos y la libertad de expresión.
Cuando en una de sus conferencias “Mañaneras” expresó: “No veo a periodistas como enemigos, sino como adversarios”, fue la respuesta que el Presidente, dio a la Misión Internacional que visitó México en noviembre de 2019, cuando a pregunta de una de sus representantes de la Coalición Internacional de Organizaciones Civiles Defensoras Libertad de Expresión, le preguntó, ¿se compromete a apoyar el rol del periodismo en la sociedad, aunque este fuera crítico con su gobierno?”.
El Presidente respondió: “No tengo que hacer ningún compromiso ya que nunca he utilizado un lenguaje ofensivo y siempre he sido respetuoso”, con relación a la prensa. Pero durante seis años la política fue ofender a la prensa, y verla como su adversaria. Aunque acotaba: “salvo honrosas excepciones”.
Desde los primeros años del actual gobierno registramos indicios de que la lucha contra la impunidad de los asesinatos de periodistas no eran una prioridad gubernamental. Pero en 2022 confirmamos que los asesinatos y desapariciones de periodistas, poco o nada importaban. Para ese año, ya habían sido asesinados 14 periodistas y otros 2 estaban desaparecidos. El año anterior habían sido asesinados 11. La realidad se imponía de manera implacable y el gobierno no lo quiso ver como un problema.
Al inicio del 2023, el gobierno reaccionó ante el asesinato de tres periodistas en tan solo tres semanas: Margarito Esquivel, Lourdes Maldonado y José Luis Gamboa. Ante el reclamo nacional de periodistas que se extendió por más de 25 estados del país, era imposible no voltear a mirar esa catástrofe. El primero de diciembre de 2018, el Presidente prometió que en su sexenio no habría más asesinatos de periodistas, pero la realidad lo rebasó, que no pudo o quiso modificar.
Tres factores siguieron presentes en la realidad de la prensa y el periodismo en México en el sexenio que termina: los contextos de violencia en diferentes regiones del país donde el crimen organizado en contubernio con políticos seguía presente y mató a más de un periodista.
Además, la impunidad que continuó en 99 por ciento de los casos de informadores asesinados, así como por la inseguridad para ejercer el periodismo, frente a instancias de protección y defensa debilitadas.
A ese panorama, se agregó el discurso estigmatizante en contra de periodistas que salió desde Palacio Nacional en las conferencias “Mañaneras”, que se replicó incluso con autoridades locales. La forma de comunicar del gobierno de López Obrador, se realizó con el llamado “diálogo circular” y la descalificación: el tribunal de las “Mañaneras”, un ejercicio importante pero mal conducido. Las “Mañaneras” seguirán, adelantó la Presidenta electa Claudia Sheinbaum, pero el discurso hacía la prensa debe cambiar indudablemente.
Además, se continuo con las prácticas de espiar a periodistas y defensores, a pesar de que el gobierno federal dijo en varias ocasiones: “nosotros no espiamos a nadie”, lo cierto es que los programas de espionaje, continuaron operando desde instituciones como la SEDENA.
En resumen los ataques a la prensa continuaron en el sexenio que ahora está por terminar. En este contexto, en su informe de balance sexenal, la organización Article19 destacó algunos datos que vale la pena retomar aquí. “Durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador se registraron tres mil 408 agresiones contra la prensa desde el 1 de diciembre de 2018 al 31 de marzo de 2024, lo que representa un promedio de una agresión cada 14 horas, incluidos los asesinatos de por lo menos 46 periodistas y otros cuatro desaparecidos. Mientras que al cierre del sexenio de EPN se cometieron por lo menos dos mil agresiones a la prensa”, se detalla en el documento.
Según la organización Reporteros Sin Fronteras en el gobierno de AMLO fueron asesinados hasta agosto de 2024, 47 periodistas y otros 5 están desaparecidos, cifra similar a la del gobierno de Felipe Calderón con 47 asesinatos.
En el sexenio de EPN fueron asesinados 49 periodistas y otros 3 desaparecidos. El esclarecimiento de los asesinatos de periodistas, ubicaron en el 88 por ciento, aunque no ocurrió así con las desapariciones de informadores que no se esclareció ningún caso.
En este sexenio que está por concluir, como en el anterior, la violencia contra la prensa no logró detenerse, por el contrario. Según Article19: “Hubo un incremento del 62.13 por ciento de agresiones contra la prensa respecto al gobierno anterior”, según registró en su informe del mes de junio.
De acuerdo con esa organización, “el tipo de agresiones más comunes durante el sexenio: fueron la intimidación y el hostigamiento, 880 (25.82%); seguido de amenaza, 682 (20.01 %), y el uso ilegítimo del poder público, que registró 432 (12.68%). Tan sólo las tres categorías representan el 58.51% del total. A este tipo de agresiones le siguieron el bloqueo o la alteración de contenido, con 342 (10.04%); los ataques físicos a periodistas, 295 (8.66%) y la privación de libertad, 164 (4.81%).34”.
Los otros datos también importan
En los temas de investigación de los asesinatos de periodistas, según reportes oficiales de la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, en 2022, fueron detenidas 27 personas por el asesinato de 11 periodistas sólo en 2022, ninguno por la autoría intelectual.
Por el lado del Programa de Protección de Periodistas, el número de comunicadores solicitantes creció 60 por ciento en este gobierno según informaciones recabadas por Reporteros Sin Fronteras. Hasta noviembre de 2023, estaban bajo protección del Mecanismo 653 periodistas. En ocho años, nueve periodistas, quienes contaban con protección fueron asesinados; 5 ocurrieron en el actual sexenio.
La realidad es cruel y por más que quisiéramos encontrar un indicio de que la situación cambió en el sexenio no fue posible porque los datos hablan por sí solos.
Cerramos un sexenio con cifras desalentadoras, pero peor aún con un contexto de impunidad donde el 88 por ciento de las investigaciones no van a ningún lado. Un Mecanismo de Protección que hace esfuerzos admirables por dar respuesta a las peticiones de auxilio, frente a un discurso que va por el lado contrario por no respetar al periodismo.
Unas autoridades locales que se niegan a colaborar y asumir la responsabilidad que les toca, y donde ya no importa mucho que se ataque, se mate o desaparezcan a periodistas. Aunque detrás de esos casos hay familias, víctimas de esa impunidad, olvidadas por el Estado y la justicia, una sociedad que pierde a sus periodistas y que se enfrenta a grandes “agujeros negros” para la información.
A pesar de ello no podemos negar que la llegada de una nueva administración siempre será una oportunidad para cambiar. El compromiso público que la ahora presidente electa Claudia Sheinbaum hizo el 29 de mayo de 2024, con la organización Reporteros Sin Fronteras de comprometerse con el periodismo y su protección. Es un gesto importante para poder romper ese historial negro en México como uno de los países más peligrosos para hacer periodismo. Ojalá y así sea.
Corresponsal en México de Reporteros Sin Fronteras.