Diego Ríos
El presidente Andrés Manuel López Obrador expuso que el director de Twitter México es un simpatizante “muy cercano” al Partido Acción Nacional (PAN), de quién leyó su currículo publicado en Linkedln, y mencionó que dicho personaje incluso había formado parte del equipo de transición de Felipe Calderón cuando éste asumió la Presidencia en el año 2006.
“El director de Twitter en México era militante o simpatizante muy cercano al PAN, fue hasta asesor de un senador famosísimo del PAN. Solo esperamos que haga su trabajo de manera profesional, que no promuevan la creación de granjas de bots”, alertó el Presidente.
Al momento de leer el currículo del director de Twitter México, López Obrador no mencionó su nombre, aunque es público que dicho cargo lo ocupa actualmente Hugo Rodríguez Nicolat, economista graduado del Tecnológico de Monterrey, con un master en Políticas Públicas de la Universidad de Columbia.
“Esto es importante porque no son sólo las instituciones o los organismos, o decir Twitter o Facebook, sino ver quiénes los manejan. Quiénes son, porque ustedes que son periodistas saben que es muy, muy difícil el que haya neutralidad”, expresó el mandatario.
El Presidente leyó que entre las atribuciones como funcionario público, del hoy director de Twitter México estuvo “organizar actividades y eventos que promovieran las políticas y posiciones del partido internacionalmente. Preparar discursos e informes para legisladores del partido cuando tuvieran que abordar problemas internacionales”.
En respuesta, Twitter México le respondió al presidente López Obrador que ningún trabajador de la empresa es responsable, por sí solo, de las políticas o acciones de cumplimiento al interior de dicha red sociodigital.
“Es lamentable ver comentarios dirigidos a nuestros empleados como responsables únicos de las decisiones o reglas de la empresa”, y explicó que los portavoces de Twitter no toman decisiones de cumplimiento y no participan en el proceso de revisión de las políticas, pues esto ocurre en un proceso colegiado, basado en reglas y no en intereses particulares.
Esta disputa inició cuando el Presidente recordó esta mañana que a finales de la década de 1970, el titular de la Dirección Federal de Seguridad, Miguel Nazar Haro, lo había mandado a espiar por considerarlo un “comunista”, ante lo que dijo López Obrador “se podrá pensar que ya no, pues nosotros estamos en la Presidencia; de todas maneras, siempre hay golondrinas en el alambre, pero cuando tiene uno su conciencia tranquila, no hay problema”, aseguró el mandatario.
