“Todo lo que atesoras; por un mundo libre de armas nucleares”
Congreso CDMX

“Todo lo que atesoras; por un mundo libre de armas nucleares”

Agradecemos la presencia de nuestros invitados especiales y saludo con mucho gusto:

Al Embajador Flavio Roberto Bonzanini, Secretario General del Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe.

A Nereo Ordaz, presidente de la organización Soka Gakai en México.

A Vania Amairani Sánchez, vecina de Iztapalapa y estudiante de último año de preparatoria en la Universidad Nacional Autónoma de México.

Sean bienvenidas y bienvenidos a este recinto legislativo, casa del pueblo de la Ciudad de México.

Asimismo, saludo a mis compañeras y compañeros legisladores que nos acompañan en la inauguración de esta exposición mundial itinerante “Todo lo que atesoras; por un mundo libre de armas nucleares”.

El 16 de julio de 1945 se detonó la primera bomba nuclear de la historia. Ese día, la humanidad tomó en sus manos la terrible capacidad para destruirse a sí misma y a los seres vivos que habitan nuestro planeta.

Ese poder que ha sido un instrumento de presión política entre hombres que detentan los gobiernos en diversas naciones, representa una amenaza permanente para los individuos, las comunidades y la civilización entera.

Es una amenaza para la especie humana, para los ecosistemas y para la vida en la Tierra.

El día que se detonó la primera bomba atómica, el poder de la sinrazón adquirió un arma; la humanidad se enfrentó a nuevos riegos y nuevas responsabilidades.

Estas responsabilidades consisten esencialmente en el ineludible deber de tomar consciencia sobre el peligro exterminador que significan las armas nucleares.

Desde entonces, la humanidad completa ha asumido el imperativo ético de tomar consciencia sobre los riesgos de la devastación que implica la existencia de armas nucleares y, en consecuencia, por ningún motivo, debemos permitir la irracional tentación de que alguien pretenda oprimir el botón para destruir el planeta o alguna parte de él.

El alcance de las armas nucleares en un contexto de guerra es ilimitado, es inaceptable y debe ser desterrado porque sus fines son genocidas y atentatorios de los más elementales principios del proceso civilizatorio.

La mayoría de los conflictos bélicos tienen su origen en desencuentros entre unas cuantas personas que detentan el poder político de algunas naciones; y las lamentables consecuencias de estos desacuerdos trastornan la vida de pueblos, comunidades humanas y familias que casi nunca ganan nada y casi siempre lo pierden todo.

La amenaza nuclear no admite justificaciones y siempre será la representación del mal frente a la cultura de paz. La inmensa mayoría de la gente de cualquier lugar es inocente y está indefensa ante esta capacidad destructiva y letal. Por ello debe ser desterrada para construir las garantías de futuro y vida a las generaciones presentes y las venideras.

Es indispensable que en todos los rincones del mundo hagamos eco sobre la importancia vital de los tratados para la Prohibición de las Armas Nucleares, especialmente el de 2021, a fin de contribuir a que los esfuerzos globales a favor del desarme nuclear tengan éxito y sean conocidos por una mayor cantidad de personas en el mundo.

En ese orden de ideas, quiero reconocer a la organización Soka Gakai por su iniciativa para impulsar la consciencia mundial contra las armas nucleares, las cuales han marcado con heridas profundas la historia de nuestra civilización.

México siempre ha sido un pueblo de paz. Durante su historia reciente, ha impulsado en diversos foros internacionales la proscripción del flagelo nuclear, ha enfatizado de manera contundente la necesidad de la solución pacífica de los conflictos en el concierto entre las naciones y ese es el ánimo y espíritu que concita este tipo de encuentros.

Agradezco que hoy tengamos la oportunidad de presentar en el Palacio Legislativo de Donceles esta exposición que ha dado la vuelta al mundo en 22 países de cuatro continentes.

La paz, la democracia y el humanismo son el antídoto irrefutable contra la locura de la amenaza nuclear.

Enhorabuena a todas y todos por ser partícipes de este encuentro a favor de la humanidad y la paz.

6 de mayo de 2025