100 años de El Proceso de Kafka: relato de misterio y la miseria humana
Cultura

100 años de El Proceso de Kafka: relato de misterio y la miseria humana

Franz Kafka es uno de los referentes más importantes de la literatura del siglo XX, y es que la universalidad de una obra se vale principalmente de la trascendencia que llega a tener por congeniar de manera muy veraz con la condición humana.

Y es que el escritor checo se caracterizó por abordar en sus párrafos la búsqueda de sí mismo y la relación de algo tan complejo como lo es un individuo con la sociedad, remitiendo además al constante cuestionamiento del orden al que las personas debemos adaptarnos según lo dicta la modernidad, atravesando por el caos cotidiano y la constante incertidumbre del porvenir que, desde su pensamiento, deviene en lo absurdo, lo que se ha definido como “kafkiano”.

Es por eso que este mes de mayo, en la revista Zócalo, recordamos el centenario de la publicación de una de las novelas más importantes de un autor tan influyente como lo es Kafka: El Proceso, que fue publicada de manera póstuma en 1925 por su gran amigo Max Brod, quien además terminó el manuscrito que el autor dejó inconcluso en 1915.

Es una constante en la obra de Kafka colocar en el papel protagónico a oficinistas detenidos en la agotadora monotonía, un trance a partir del cual se explica el resto de la trama en sus relatos. En El Proceso, Josef K. no es la excepción, pues es un empleado bancario que, dedicado a su trabajo y con un futuro prometedor en su área, una mañana es arrestado sin conocer los cargos que se le imputan.

La historia de Josef no sólo es un relato de misterio, sino que aborda el carácter burocrático, tan laberíntico y abrumador, al que la sociedad está sometida de manera tan absurda que, en lugar de generar un avance, nos aleja de la justicia y limita la supuesta libertad individual.

Además, no en vano el autor hace alusión a un pensamiento filosófico sobre el interminable proceso que vivimos las personas incluso en la actualidad. Y es que siempre estamos en busca de un nuevo trabajo, un nuevo proyecto o una nueva forma de entretenimiento, asumiendo que estamos en un eterno proceso sin tener la sensación de concluir algo y, entonces, no lograr nada.

Tanto en la Metamorfosis (1915), como en El Castillo (1926), así como sus distintos relatos, Franz Kafka retrata la angustia por la que los individuos modernos transitan, y que debemos lidiar con ella conviviendo además con una realidad tan abrumadora en la que se reflejan los síntomas de una decadencia social que, a veces, nos genera soledad.

Por ello, es importante recordar la vigencia de esta obra a pesar de haber sido publicada hace un siglo, y sigue siendo tan actual como los pesares humanos, en un contexto de grandes avances tecnológicos.

Itzel Cruz

6 de mayo de 2025