Tag: Fernando Buen Abad Domínguez

Hugo Chávez, vigente: mil batallas comunicacionales
Periodismo

Hugo Chávez, vigente: mil batallas comunicacionales

Sabía muy bien Hugo Chávez que la comunicación de un solo hombre puede ser útil, en cierta medida, pero insuficiente para las metas superiores de una transformación humanista, de nuevo género, verdadera y duradera. Entre las mil batallas que Hugo Chávez libró, antes y durante su presidencia, hay que recordar la batalla comunicacional. Para nadie es nueva la crítica de Chávez a los modelos hegemónicos de los monopolios mediáticos. Una y otra vez emprendió análisis de fondo que escudriñaron economía e ideología de la comunicación mercantilizada preñada con servidumbre al imperio.

Para una semiótica de la maldad hegemónica
Periodismo

Para una semiótica de la maldad hegemónica

Crónica de una adivinación anunciada. Son cuatro las líneas dominantes que desplegará la derecha, en todo el mundo, durante los años venideros: 1) odio de clase militarizado, 2) saqueo furibundo de materia prima y mano de obra, 3) dictadura financiero-inflacionaria, y 4) tsunamis ideológicos burgueses. Horóscopo fácil de predecir porque ellos, todos, pertenecen sólo al signo del dinero. El “estiércol del diablo”, dice el papa. No verlo es no querer entender la realidad de un sistema perverso que en su decadencia está destruyendo a la especie humana y al planeta. No verlo, en más de un sentido, es hacerse cómplices.

Para una semiótica de la maldad hegemónica
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Para una semiótica de la maldad hegemónica

Crónica de una adivinación anunciada. Son cuatro las líneas dominantes que desplegará la derecha, en todo el mundo, durante los años venideros: 1) odio de clase militarizado, 2) saqueo furibundo de materia prima y mano de obra, 3) dictadura financiero-inflacionaria, y 4) tsunamis ideológicos burgueses. Horóscopo fácil de predecir porque ellos, todos, pertenecen sólo al signo del dinero. El “estiércol del diablo”, dice el papa. No verlo es no querer entender la realidad de un sistema perverso que en su decadencia está destruyendo a la especie humana y al planeta. No verlo, en más de un sentido, es hacerse cómplices.