Mario A. Medina
Aquel grito emblemático que se oyó, que resonó en la Cámara de Diputados cuando el gobierno panista de Vicente Fox pretendió desaforar (2005) al Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, se regó como pólvora por todo el país: “¡No estás solo, no estás solo, no estás sólo!”
En el Zócalo de la CDMX en un mitin multitudinario para apoyar al jefe capitalino, ese mismo grito lo coreaba una pequeña de apenas tres años, Ximena Gutiérrez, quien acompañaba a sus padres, Griselda y Ricardo. Cuentan sus papás que la niña para referirse a él, en vez de su nombre de pila lo nombraba: “No estás solo”. Dieciséis años después esa menor, hoy una jovencita, forma parte de una de las mesas receptoras para la Revocación del Mandato, seleccionada por el INE.
Este domingo por primera vez los mexicanos acudiremos a un proceso de participación ciudadana, una iniciativa que viene del pasado, particularmente de la izquierda mexicana. Una iniciativa que desde luego los gobiernos priistas la veían como un inconveniente porque significaba que pudieran ellos, los tricolores, perder el poder.
En Chile, en 1988, el gobierno de Augusto Pinochet, seguro de que ganaría el “sí”, se atrevió a llamar a un plebiscito. El general que llevaba en el poder desde 1973, luego del golpe militar contra el entonces Presidente Salvador Allende, convocó a un plebiscito como una forma de validación y reconocimiento de su gobierno.
Aquel día emblemático, y cuando todo mundo vaticinaba que se impondría el “sí” que le permitiría a Pinochet extender su poder ocho años más, ganó el “no”. Aquel ejercicio ciudadano permitió a los chilenos transitar a la democracia.
En los chilenos de aquel entonces vivía el temor y grandes dudas si el resultado del plebiscito iba a ser respetado, sobre todo por la propia naturaleza del gobierno golpista, represor. Finalmente, Pinochet se fue.
El ejercicio de la revocatoria en México ha enfrentado una recia campaña en contra para descalificarlo, además de que se hizo hasta lo imposible para impedir su difusión, situación que en Chile no ocurrió. Aquel ejercicio permitió a los chilenos conocer los argumentos de uno y otro lado.
BBC News-Mundo publicó en octubre del 2020 un reportaje que tituló, Plebiscito en Chile: cómo fue el referendo que sacó del poder al general Augusto Pinochet en 1988:
“Simultáneamente, la franja televisiva del ‘no’ fue una explosión de creatividad que tuvo gran acogida. Por primera vez en 15 años se emitieron mensajes opositores al régimen de Pinochet a través de las pantallas. Este ambiente quedó retratado en la película ‘NO’, de Pedro Larraín, en la que un exitoso publicista (interpretado por Gael García Bernal) acepta participar en la campaña del No a espaldas de su jefe”.
De un lado y del otro invitaban a inscribirse a un padrón (recuérdese que en Chile no había elecciones) y junto hacían su llamado: “Para que la Democracia diga NO! a la dictadura”. “SOLDADO: El honor militar te obliga a colocar los intereses de la patria sobre los de un hombre. Como ciudadano tienes el derecho de decir no”. “Chile, la democracia está en marcha”; “¡No!”, y muchos mensajes más.
La campaña pro Pinochet rezaba: “Sí, por un país ganador”, “Sí a Chile; “Por su seguridad y su bienestar, vote sí”. Igual, muchos otros.
Un hecho fue real en aquel momento en la nación del sur del continente, los ciudadanos chilenos sin restricción alguna tuvieron la oportunidad de atender los mensajes de las partes, no sólo a través de carteles, también por la radio y la televisión.
Efectivamente, aquí funcionarios del gobierno y simpatizantes han violentado la ley que prohíbe la difusión de campañas en favor o en contra de que Andrés Manuel López Obrador continúe al frente de la Presidencia de la República. El INE es el árbitro, pero es un réferi parcial, convenenciero. Calló cuando los opositores convocaron o a no participar en el ejercicio, tampoco dijeron nada a quienes llaman a participar y les pedían a los ciudadanos que votaran para que “López se vaya”. Sí, qué bueno que éstos tengan esta libertad, pero ¿por qué se la negaron a los lopezobradoristas? Éstos arrebataron, desde luego.
En este contexto se dio la presencia del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, en Sonora, donde no habló de la Reforma Eléctrica, tema que supuestamente iba tratar y que supuestamente a eso se comprometió con López Obrador.
Su presencia en Sonora, no lo descarto, fue una acción bien pensada y acordada con el Presidente, una provocación al INE, donde algunos funcionarios de la institución han violentado por igual la ley e incitado al Presidente, se han hecho los occisos cuando partidos políticos y gobiernos estatales de oposición se han dedicado a descalificar el proceso con recursos de cada una de las entidades, financiados también por empresarios.
El titular del INE, Lorenzo Córdova, ya midió fuerzas, y por lo pronto el jueves enseñó los dientes cuando culpó a funcionarios de violación “sistemática, dolosa, descarada e impune”, por la participación de funcionarios en la promoción para que Andrés Manuel siga. Hizo una advertencia, que la Revocación de Mandato podría anularse.
Durante muchos meses se tejieron un montón de versiones en torno a la Revocación del Mandato, la más socorrida hablaba de que si gana López Obrador, “se va a reelegir”. A pesar de todos los negativos que se le puedan ver, este primer ejercicio revocatorio es una buena experiencia que ni panistas ni priistas se atrevieron a proponer formalmente en el pasado. Le daban la vuelta. El instrumento de participación ciudadana está ahí y hay que aprovecharlo.
Los que se oponen, que no quieren al Presidente, quienes no lo pueden ver ni en pintura, sería bueno que este domingo salieran a pronunciarse, a decirle que “se vaya”, “no te queremos”. ¿Será que saben de la flaqueza de su proyecto, de la división que viven, del fracaso de su discurso, y por ello descalifican el ejercicio?
Mientras que, del otro lado, los morenistas del Grupo Parlamentario en San Lázaro son culpables que no se haya llevado a cabo, en tiempo y forma, la reforma a la ley que les permitiría, sin restricción alguna, que funcionarios y simpatizantes pudieran promover que AMLO se quede. La grilla barata ganó.
Por lo pronto, es interesante lo que el diario Reforma publicó este jueves muy escondidito, donde nadie lo pudiera ver. El 66 por ciento de quienes encuestaron aprueban la gestión del Presidente. Entonces, lo que este domingo seguramente ocurrirá es que veremos que López Obrador “¡No está sólo”!
Que no le cuenten…
Un día después, ¿qué viene? ¿Una contraofensiva mayor para recuperar la plaza, para rescatar lo perdido?, ¿la siguiente fase de su golpe blando que a lo mejor ya se endureció? No esperemos que las cosas vayan a cambiar, que se vayan a tomar un tecito de valeriana y se serenen. No, para nada. La guerra es la guerra, y del otro lado, tampoco se va a dejar.