Mario A. Medina
Al escribir este texto, se ha anunciado un acuerdo de paz entre Israel y Hamás, y como intermediario EU; sin embargo, es sabido que el gobierno de Benjamin Netanyahu no sabe cumplir los convenios. Lamentablemente está latente el miedo de que los sionistas vuelvan atacar a una población indefensa como la de Palestina.
En los últimos meses diferentes medios internacionales difundieron los nombres de empresas que han brindado apoyo a Israel en el genocidio a la población en Gaza.
Desde el informe (From economy of occupation to economy of genocide) de la relatora especial de Naciones Unidas sobre los Derechos del Pueblo Palestino, la jurista italiana Francesca Albanese, hasta el que presentó Amnistía Internacional.
Los datos detallan que no solamente son de empresas israelíes fabricantes de armas utilizadas y de material militar para el genocidio, también son europeas y estadunidenses; “cadenas de supermercado y de navieras europeas, empresas de la construcción, tecnológicas, bancos y universidades, o bien fondos de inversión que captan recursos para sostener la insensatez de la contienda militar de Israel en Gaza”.
Son corporativos que “se beneficiaron de la eliminación y el borrado de Palestina dentro de la economía de la ocupación”, señala el documento de Albanese, quien explica: “Sólo son una fracción de una estructura mucho más profunda de participación corporativa que lucra y permite violaciones y crímenes”.
Del sector militar, fundamental para la ocupación y la destrucción de Palestina, aparecen la estadunidense Lockheed Martin y la italiana Leonardo S.p.A. que dotan de naves especiales que lanzan toneladas de bombas.
Las israelíes productoras de cazabombarderos, drones, Elbit Systems (privada) y Aerospace Industries (estatal), con el apoyo del Massachusetts Institute of Technology o la FANUC Corporation, de Japón, que ofrece maquinaria robótica para líneas de producción de armas, y el gigante de la logística y transporte marítimo, Maersk.
En el sector tecnológico están IBM, Microsoft, Alphabet (Google), Amazon y la multinacional Palantir, que ofrecen al gobierno sionista sus tecnologías de vigilancia o inteligencia militar.
Por su parte, Amnistía Internacional ha dado cuenta que la estadunidense Boeing es una de las principales proveedoras de armamento aéreo al gobierno genocida, igual que la china Hikvision, líder mundial en tecnología de reconocimiento facial, y del fabricante español de material ferroviario CAF, constructor en México de los trenes del Metro hasta hace poco. Aymeric Elluin, responsable de incidencia política del organismo, ha señalado que todas estas empresas contribuyen a perpetuar estas violaciones.
La multilateral Caterpillar (abrió en México su primera planta en 1962; opera, distribuye, remanufactura componentes y fabrica aplicaciones de minería, construcción general, construcción de carreteras e instalaciones de petróleo, gas y energía) ofrece sus servicios para demoler no sólo viviendas, carreteras, mezquitas y hospitales, también para destruir cultivos, incluso para “enterrar vivos a palestinos heridos”, y que para lo mismo se utiliza maquinaria de la coreana HD Hyundai y del conglomerado sueco Volvo, acusa el informe de Naciones Unidas.
Son cómplices también la británica BP, que explota aguas del Mediterráneo vinculadas a Palestina que Israel se apropia ilegalmente. La también petrolera Chevron o la Paz Retail and Energy.
Es de resaltar a dos empresas que operan aquí, las plataformas Airbnb y Booking, que incluyen entre su oferta alojamientos en colonias israelíes, y que desde que estalló el genocidio han multiplicado sus operaciones en la región.
En el informe se enlistan nombres como la francesa Carrefour y la danesa Maersk, que aquí en México la identificamos en los contenedores de ferrocarril.
En tanto, la organización Bloqueo, Desinversión y Sanciones (BDS), creada por la sociedad civil palestina, ha señalado que “el apartheid israelí ha recibido apoyo económico de distintas empresas como Microsoft, Intel, Google y Coca Cola”, pero también McDonalds, HP, Puma, Carrefour, CAT, Burger King, Papa Johns, Airbnb, Re-Max, Amazon, entre otras.
La empresa Netafim, especializada en sistemas de riego por goteo, pertenece al 80% al grupo de matriz mexicana Orbia, que “participa en la explotación intensiva del agua y el terreno de Cisjordania” a favor de Israel, mientras que 93% de las tierras palestinas no tiene acceso al riego.
Pero también Francesca Albanese ha señalado como cómplices a universidades de Israel como La Hebrea de Jerusalén, que forma “mejores especialistas” de Inteligencia Militar; pero igual, a la de Tel Aviv, al instituto Weizmann, a la Universidad de Edimburgo o la Universidad Ben Gurión, todas generadoras de recursos humanos y tecnológicos dedicados al genocidio.
En México, no sabemos que universidades como la UNAM, la UAM, el Colmex, el IPN u otras instituciones en el país hayan roto relaciones con universidades israelíes como protesta por el genocidio.
Traigo estos datos porque casi no se publicaron en México; es necesario que se conozcan. Muchas de estas empresas tienen presencia en nuestro país, y aunque nuestros compatriotas de la Flotilla Global Sumud fueron liberados y ya están aquí, es importante tener claro que el genocidio en Palestina, en cualquier momento, puede volver a suceder, y estas multinacionales son cómplices del gobierno sionista.
Informe de Francesca Albanese: https://shorturl.at/934eG
La Jornada – Al menos 60 empresas han financiado genocidio en Gaza, acusa relatora de la ONU
Amnistía Internacional denuncia a 15 empresas por su apoyo a Israel en el “genocidio en Gaza”
Lobby Israelí: Las empresas que financian el apartheid en Gaza – Radio JGM
Que no le cuenten…
“El poder atonta a los inteligentes y a los tontos los vuelve locos”, decía Andrés Manuel López Obrador. Lamentablemente veo y escucho a alguien que viajaba en el Noroñabus y ahora en jet, y digo: qué tanta razón tenía el “compañero presidente”.