Mario A. Medina
La ofensa, el insulto, el descrédito, la diatriba, es la práctica común del presidente argentino Javier Milei. En México poco conocemos del despeinado mandatario, pero los argentinos saben y conocen que esos agravios son un «mecanismo» que utiliza para ganar la «batalla cultural», intentando convencer de que la razón está de su lado.
En YouTube se pueden ver muchos programas de entrevistas y de debates donde, como diputado y luego como candidato presidencial, Milei ofende no sólo a sus opositores, lo hace, igual, con sus entrevistadores cuando no coinciden con su visión del mundo.
Hace aproximadamente cinco años, en el programa Las rubias, en una trasmisión televisiva matutina varias de las conductoras intercambiaban puntos de vista con Milei sobre economía, a una de ellas, Sol Pérez, la insultó con re-tuits, por lo que ésta le reclamó. Él intentó lavarse las manos afirmando que no eran de su autoría, que únicamente los reenviaba. La mujer le recriminó diciéndole que si reenviaba esos mensajes era porque él los respaldaba.
La trasmisión fue subiendo de tono porque además de descalificar a las mujeres por no coincidir con sus puntos de vista ultraconservadores, Milei siguió molestando a Sol, provocando que la joven rompiera en llanto. Entonces, la conductora estelar del programa le advirtió: «Javier, no me obligues a que te diga: muchas gracias por haber venido”.
«Toda agresión, como individuo, como mujer, me parece sumamente muy grave. ¡Basta Javier, basta!», lo increpó. Sol Pérez, quien aparecía en la revista televisiva por primera vez, no aguantó más, y se retiró del programa, no sin antes calificar a Milei como «detestable».
Luego la conductora estelar lanzó, viendo a la cámara: «Sol tenés toda la razón del mundo; no se retuitea una cosa tan desagradable contra una mujer o contra quien sea, porque es una agresión».
Es fácil encontrar en YouTube programas y noticieros en donde Milei aparece denostando a quien se le pone enfrente. En el libro El Loco: la vida desconocida de Javier Milei, del periodista Juan Luis González, aparecen episodios en donde el «pelos alborotados», no sólo ofende, menosprecia y discrimina a quien considera sus opositores políticos e ideológicos.
Semanas atrás, en este mismo espacio escribí: «Milei; la loca ilusión de los argentinos», donde mencioné que mayoritariamente los argentinos votaron por el ultraconservador pero ya hay muchos arrepentidos.
Manuela Castañeara, quien fue candidata a diputada federal, ha considerado a la propuesta política de Milei como «fascista», y su plan económico de ser «el mismo» que el de Rafael Videla, el militar golpista, genocida. Ha dicho que su propuesta social es «tirar balazos a todo mundo quienes protestan en su contra».
Quienes han convivido con el ahora presidente argentino, lo identifican como «desequilibrado emocional», que está a favor de vender órganos de los niños; acusado de corrupto; criticar a la clase política, a la que llama «La Casta», la misma que financió su campaña, considera Juan Luis González,
Milei, en entrevista con el periodista Andrés Oppenheimer, juzgó a Andrés Manuel López Obrador de «ignorante» y señaló al mandatario de Colombia, Gustavo Petro de ser un «asesino terrorista», por haber participado en la guerrilla del M-19; lo mismo ha atacado al brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
Milei ha dicho que es un halago para él que un «ignorante hable mal de mí; me enaltece», luego que AMLO ha expuesto sus diferencias en el manejo político, económico y social del Ejecutivo argentino, amén de su desdén social hacia su población.
Alfredo Serrano Mancilla, economista, asesor político y académico español, director ejecutivo del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica dijo a Julio Hernández “Astillero”: desde que asumió la presidencia, «lo que ha demostrado Milei es que no sabe manejar la economía, ya que los niveles de la inflación hoy en ese país son récord a nivel mundial».
“Con sus descalificaciones contra López Obrador, Petro y Lula, Milei «busca ganar una batalla cultural», y para ello hace uso de la desautorización, «fija a un adversario» para dar «un triple salto mortal», haciendo uso del insulto con lo que «deshumaniza al que tiene enfrente». Serrano ha advertido que el siguiente paso que pueda dar Milei en la misma dirección, «puede ser más peligroso».
Para los sicólogos que han estudiado al argentino, coinciden que su actitud agresiva y déspota, se debe al maltrato que sufrió por parte de su padre, quien siempre lo hizo menos, que nunca tuvo novia.
Uno de sus mensajes controvertidos fue cuando mostró una imagen con rasgos de síndrome de down, haciendo uso del Photoshop. A pesar de que Milei sabía que un gobernador local tenía un ahijado con ese síndrome.
Este es Javier Milei, el presidente de Argentina, donde muchos están convencidos que la actitud agresiva y despótica de «El Loco» tiene que ver con un complejo de inferioridad.
