Los periodistas Maria Ressa y Dmitry Muratov ganaron el Premio Nobel de la Paz por exponer la corrupción y el desgobierno en Filipinas y Rusia.
En conferencia de prensa, la presidenta del Comité Noruego del Nobel, Berit Reiss-Andersen, dijo que esta premiación a los comunicadores reconoce la “valiente lucha por la libertad de expresión» en sus países.
El periodista ruso Muratov es editor en jefe del periódico Novaya Gazeta, con el que se ha enfrentado al gobierno de su país con investigaciones que revelan actos de corrupción e irregularidades.
Muratov dedicó el premio a seis excolaboradores de su periódico, quienes fueron asesinados por informar de violaciones a derechos humanos y corrupción, a quienes nombró: «Igor Domnikov, Yuri Shchekochikhin, Anna Politkovskaya, Stas Markelov, Anastasia Baburova, Natasha Estemirova: éstas son las personas que han ganado hoy el Premio Nobel».
A su vez, la periodista filipina Maria Ressa es directora del medio digital Rappler, que publicó casos de asesinatos a gran escala durante una campaña policial contra las drogas en su nación.
Ressa ha enfrentado múltiples denuncias en su contra, una de ellas por difamación que un tribunal filipino desestimó. Asimismo, ha sido atacada debido a los informes críticos de su sitio de noticias sobre el presidente Rodrigo Duterte.
En una entrevista para la agencia de noticias Reuters, en Manila, Maria Ressa consideró que esta premiación es «un reconocimiento mundial del papel del periodista en la reparación de nuestro mundo roto».
Por su parte, Dan Smith, director del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo, destacó que la premiación a ambos periodistas les dará una
mayor visibilidad internacional y puede inspirar a una nueva generación de periodistas.
(DOM)
