En Ciudad Juárez, Chihuahua, donde realizó su conferencia de prensa matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró que el gobierno federal continúa atendiendo los asesinatos de periodistas en todo el país, con el compromiso de que no haya impunidad. Asimismo, el mandatario manifestó que les tiene mucho respeto y admiración a los comunicadores, porque ejercen un oficio noble.
“Tenemos diferencias, pero es un asunto que, si lo analizamos bien, no tiene que ver del todo con el periodismo, sino con los grupos de intereses creados; pero la mayoría de los periodistas merecen todo nuestro respeto, nuestra admiración siempre”, señaló.
López Obrador reconoció que es muy difícil hacer periodismo en los estados, porque se encuentran en la calle con los que no quieren ser cuestionados ni criticados y actúan autoritariamente.
Por otra parte, refirió que sigue hablando de los medios porque es un asunto político peligroso, con la pretensión de que la gente concluya que “todos somos iguales”. Pero, “no, no somos iguales. Nosotros venimos de una lucha y tenemos ideales y principios”, agregó.
Dijo que si fuese corrupto ya lo hubieran hecho papilla, pero repitió que basado en su honestidad tiene autoridad moral para hablar. Por ello, respecto a la reacción del periódico Reforma por supuestas “amenazas”, el Presidente aseveró: “que no se rasgue las vestiduras de manera hipócrita Alejandro Junco, porque, con todo respeto, no somos iguales, y no amenacé a nadie”.
Apuntó que no es que les haya molestado, si no que “quieren convertirse en mártires, en perseguidos, acosados”. Y reiteró que ahora no hay persecución a nadie.
