Guerra contra libros de texto
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Guerra contra libros de texto

José Reveles

Con más de un siglo de existencia, la Unión Nacional de Padres de Familia (se fundó en 1917) volvió este 2023 a intervenir en la vida educativa del país para oponerse, por motivos ideológicos y supuestamente metodológicos, a la distribución de los libros de texto que el gobierno diseña y edita en forma gratuita desde los años sesenta.

Auxiliada por la denuncia del “virus comunista” que impregnaba sus contenidos, según TV Azteca y su conductor Javier Alatorre, influyó con esta tesis anticomunista, antes de siquiera conocer sus contenidos, para convencer a por lo menos cuatro gobiernos de la oposición en otros tantos estados, para que se nieguen a repartir los libros editados por la Secretaría de Educación Pública federal.

Antes de leer los textos, mu- chas organizaciones, políticos, gobiernos de oposición y grupos conservadores se afiliaron a la versión de TV Azteca sobre una supuesta conspiración “que busca convertir a los niños en esclavos sumisos”, fraguada por “comunistas trasnochados, como el director de Materiales Educativos de la SEP, Marx Arriaga, y el subsecretario Luciano Concheiro”, quien inclusive trajo de Venezuela al ex funcionario chavista Sady Arturo Loaiza Escalona.

“Los comunistas promueven en las guías para los maestros el desprecio a la cultura, al trabajo, a la religión, hasta la familia; se sienten empoderados y buscan generar violencia y resentimiento entre los mexicanos. Buscan acabar con México como lo conocemos y condenarlo a la pobreza, a la mediocridad y al odio”.

Partidaria de la guerra cristera en los años veinte, combativa contra la educación socialista de los años treinta, opositora a ultranza contra los libros de texto únicos y obligatorios que distribuye el gobierno desde los años sesenta a escuelas primarias, defensora de la enseñanza religiosa, hoy la UNPF ha conseguido suspensiones judiciales para tratar de impedir la distribución de buena parte de unos 100 millones de libros gratuitos ya impresos por la SEP.

La jueza tercera de Distrito en materia administrativa de la ciudad de México, Yadira Medina Alcántara, dictó una suspensión definitiva contra la impresión de los nuevos libros de texto de educación básica. El resolutivo del 26 de mayo de 2023 determina que “de no haberse observado las reglas en comento para la aprobación de planes y programas y libros de texto gratuitos, se suspenda la impresión y entrega de los libros de texto para el ciclo escolar 2023-2024 y (las autoridades), se abstengan de continuar con su edición e impresión hasta en tanto se haya observado el procedimiento respectivo previsto en la ley”.

Ya el Séptimo Tribunal Colegiado había dictado una suspensión provisional en el mismo sentido, que impugnó la Secretaría de Educación Pública. “Si un niño comienza su primaria sin sus libros de texto, no sólo se afecta su proceso formativo, sino facilita el camino a la deserción”, opinaron docentes ante la disputa entre UNPF y la SEP.

Antes de la imputación de querer inocular “el virus comu- nista”, a los libros de texto se les ha criticado históricamente desde el conservadurismo extremo por transmitir desde temprana edad a los alumnos temas como educación y diversidad sexual, aborto, libertad reproductiva, defensa de familias diferentes a las tradicionales, adopción de menores por parejas del mismo sexo, respeto y tolerancia a miembros de comuni- dades LGBTIQ+.

Aunque el pretexto es lo de menos, como se dio a principios de los años noventa una fuerte controversia por la mención en los libros a temas como las masacres estudiantiles de Tlatelolco en 1968 y el halconazo de 1971.

El secretario de Educación Pública era Ernesto Zedillo Ponce de León y su subsecretario el ex líder estudiantil Gilberto Guevara Niebla. 

Desde el Senado, hoy la presidenta de la Comisión de Educación, la morenista Antares Vázquez, culpó a la ultraderecha representada por la centenaria UNPF de pretender asestar un “golpe blando” a una educación humanista mediante una bien orquestada campaña de desinformación en contra de los libros de texto gratuitos para el ciclo 2023-2024 los cuales, dijo, fueron diseñados por expertos y la propia SEP consultó a maestras, maestros, padres y especialistas en pedagogía.

La UNPF no representa a la mayoría de los papás y mamás de los niños mexicanos. Cuando se opusieron a la creación de los libros de texto gratuitos, detrás estaba la defensa de que se sustituyeran los libros “comprados” y se afectaran los negocios de las empresas privadas.

“Hoy la oposición aprovechó para denostar y decir que se quitaron contenidos, que todo está mal, que no se consultó, que no se cumplió con los procesos de elaboración de los textos”.

El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación consideró absurda la amenaza de quemar o destruir los nuevos libros ya impresos. “Defenderemos los nuevos libros de texto gratuitos porque son herramienta fundamental de la  justicia  social.  Fortalecen  la gratuidad, la equidad y la obligatoriedad educativas y afianzan el derecho humano a la educación”.

“ De la irresponsabilidad y  de la desinformación se pasa ahora a la violencia política y cultural. Se atenta contra la libertad de cátedra y el pensamiento crítico. Que ninguna fuerza política, fracción ideológica o grupo de interés pretenda convertir a la escuela y a la educación públicas en el campo de sus disputas. Los libros de texto gratuitos son un logro histórico y una política pública que debe quedar fuera de disputas partidistas”, concluyó el SNTE en un comunicado.*Periodista y escritor

22 de septiembre de 2023