En menos de una semana, exmiembros de las Fuerzas Armadas de Israel ya se pronunciaron en contra de continuar con el genocidio en la Franja de Gaza, al advertir que la guerra ya dejó atrás su propósito principal: recuperar a los rehenes, de forma que las masacres en contra de los palestinos sólo responden a un objetivo meramente político.
Más de mil 600 antiguos paracaidistas, 200 exmiembros de la Armada, e incluso combatientes de las Fuerzas de Defensa de Israel (mil 525 soldados, entre los que se encuentran el exjefe del Estado Mayor Dan Halutz, al igual que el exprimer ministro Ehud Barak) ya solicitaron, mediante cartas, el retorno de los 59 rehenes —que siguen atrapados en Gaza desde que se reiniciaron los bombardeos el pasado 18 de marzo—, así como la conclusión de la guerra.
“Nosotros, los combatientes y comandantes de las unidades de paracaidistas y de infantería, en cuya bandera se lee: ‘No dejamos heridos en el campo de batalla’, exigimos la devolución de los rehenes, incluso a costa de detener los combates. Esto es un llamado para salvar vidas”, recogió la carta de los militares, a la que tuvo acceso el diario israelí Yediot Ahronot.
Posteriormente, el periódico Haaretz difundió la carta de tres mil 500 académicos que también demandan un cese el fuego y, con ello, la recuperación de los rehenes que siguen cautivos por Hamás.
A los exmiembros de las Fuerzas del Aire, la Armada, los combatientes de las FDI y los académicos se sumaron padres, educadores, médicos reservistas al igual que antiguos miembros del Mossad, el servicio de espionaje de Israel.
“En este momento, la guerra sirve principalmente a intereses políticos y personales, no a intereses de seguridad. Continuar con la guerra no contribuirá a ninguno de sus objetivos declarados y conducirá a la muerte de rehenes, soldados y civiles inocentes, así como al agotamiento de los reservistas”, denunciaron en conjunto.
Por su parte, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, aseguró que todos los que firmaron estas cartas son un “pequeño puñado de malas hierbas, dirigidos por ONG financiadas por extranjeros, cuyo único objetivo es derrocar al gobierno de derechas”.
Estas movilizaciones van creciendo de manera paulatina ante el descontento que han ocasionado las decisiones de Netanyahu desde el inicio del conflicto. No obstante, estos pronunciamientos son esperanzadores ante una sociedad judía intoxicada de supremacismo racial y sionismo, que tienen por objeto exterminar al pueblo de Gaza y Cisjordania.
El propósito de esta nueva ofensiva contra Gaza es la manera que tiene Netanyahu para no responder a sus crímenes por corrupción en su país.
Abraham Pensamiento