Escaso interés de aspirantes a presidencia por libertad de prensa e impunidad en agresiones contra periodistas
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Escaso interés de aspirantes a presidencia por libertad de prensa e impunidad en agresiones contra periodistas

Balbina Flores Martínez

Estamos en la recta final del proceso electoral cuya fecha más importante es el 2 de junio, cuando conozcamos quien ocupará la Presidencia; las 96 senadurías; a los nuevos 500 diputaciones federales, 8 gobernadores y la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Además, se elegirá a 1,098 diputados locales y 1,802 presidencias municipales. Muy probablemente será una mujer, la que gane, pero durante estas campañas al menos 28 candidatos a puestos públicos han sido asesinados, crímenes que no puedo dejar de mencionar porque esto también lastima la libertad de expresión.

En este contexto vale la pena revisar qué es lo que han propuesto las candidatas y el candidato en materia de libertad de expresión y de prensa, temas no menores en uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo. Al revisar las propuestas de los tres candidatos en materia de libertad de expresión y de prensa nos encontramos con enormes vacíos, pero no sólo en sus programas de gobierno, sino en sus discursos de campaña donde los bloqueos y estigmatización de periodistas, son constantes, aunque no siempre se denuncie por temor.

Hablaré entonces de lo que encontramos en las propuestas y compromisos en el tema de libertad de expresión de quienes hoy buscan la Presidencia de la República: Cómo se puede observar, las propuestas de la candidata Claudia Sheinbaum del Partido MORENA, omite en sus 100 compromisos el tema de libertad de expresión y de prensa, solo hace una mención general cuando se refiere a la democracia, pero peor aun cuando, en su diagnóstico de medios sólo hace referencia a las conferencias mañaneras como si la libertad de expresión, se limitara sólo a eso y propone “mantener un contacto informativo directo, sistemático y frecuente con la ciudadanía, especialmente con sus bases sociales para neutralizar la interpretación negativa concertada y cotidiana que inevitablemente se seguirá vertiendo contra la 4T”. Un poco un discurso ya conocido. El derecho a la información es importante, pero sobre todo también se debe garantizar la seguridad de quienes la ejercen.

Ninguna mención se hace al problema de la inseguridad de las y los periodistas en México y la impunidad en torno a los asesinatos contra comunicadores; en uno de los países más peligrosos para hacer periodismo. Quiero pensar que esta no es una omisión intencional, sino la falta de visión de los asesores de la candidata. Pero hay que decir que lo que no se ve y no se nombra no existe y por lo tanto no puede haber un compromiso ante lo que se ignora. La candidata de MORENA aún está a tiempo de poder comprometerse desde ahora con un periodismo lastimado, abandonado, estigmatizado y en riesgo permanente. Es una oportunidad para comprometerse con uno de los derechos fundamentales para la democracia en México, la libertad de prensa.

Con relación a las propuestas de los otros dos candidatos. Si bien es cierto que tanto la candidata Xóchitl Gálvez, de Fuerza y Corazón por México, como el candidato Jorge Álvarez Máynez de MC, hacen referencias a la violencia contra periodistas, tampoco dicen qué harán y cómo evitarán agresiones e impunidad. Aunque Gálvez Xóchitl dice: “tendremos el mejor sistema de protección a periodistas del mundo”, no dice el cómo, es un buen deseo por ahora. La protección de las y los periodistas requiere de compromisos concretos y urgentes, una política pública para una atención integral en su protección, y el desplazamiento forzado por las condiciones de violencia. Las campañas también han guardado silencio en este tema. Estas propuestas deben ir acompañadas de compromiso para acabar con la impunidad y los asesinatos de periodistas, más de 150 en los últimos tres sexenios de acuerdo con la más reciente comunicación de Reporteros Sin Fronteras.

El periodismo en México es una profesión en riesgo desde hace años. “Desde 1995, al menos 156 periodistas –143 hombres y 13 mujeres– han sido asesinados por investigar temas relacionados con el crimen organizado, la inseguridad o el narcotráfico”. Además, 31 periodistas se encuentran desaparecidos.  Y aunque los presidentes que precedieron a AMLO, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, registraron récords de asesinatos, el balance al final del sexenio de AMLO, ocurrió casi lo mismo, a pesar de que en su discurso de toma de posesión en el Zócalo el 1 de diciembre de 2018, dijo, “no habrá más periodistas asesinados”. 

México, no puede resignarse sexenio, tras sexenio a seguir siendo el país más peligroso para el periodismo. Detrás de las cifras de homicidios hay rostros y nombres de periodistas, mujeres y hombres que hoy le hacen falta a la sociedad porque cuando se mata a un periodista la ciudadanía pierde y pierde la democracia.  Una situación es especialmente preocupante en algunos estados del país ha dicho RSF, y donde “se concentran las peores cifras de violencia. Es el caso de los tres más peligrosos: Guerrero, Veracruz y Tamaulipas, donde trabajaban el 42% de los profesionales de los medios asesinados desde 1995 (66 en total). Las y el candidato a la Presidencia de la República, aún están a tiempo de voltear a ver esta realidad y comprometerse a terminar con la impunidad en los asesinatos de periodistas en México.

6 de mayo de 2024