Ubicada al suroriente de la capital, la alcaldía Milpa Alta por su lejanía y zona montañosa, pocas veces llama la atención al resto de los habitantes de esta ciudad y de los medios de comunicación. Sin embargo, dentro de sus más de 228 kilómetros cuadrados de superficie, se albergan grandes reservas ambientales, culturales y productivas, temas de los que comenta, el alcalde de esa demarcación.
Milpa Alta es la alcaldía más pequeña en población pero la segunda más grande de la capital. Somos diferentes a las demás alcaldías de la ciudad por nuestra vocación rural. Los alcaldes de Benito Juárez y de Miguel Hidalgo decían que Milpa Alta recibía más presupuesto por ciudadano que ellos.
Yo digo que en la alcaldía no tenemos vías primarias como Benito Juárez o Miguel Hidalgo, pero nosotros damos servicios ambientales a la ciudad, agua, oxígeno, alimentos, cosa que ellos no.
No se puede tasar la misma circunstancia presupuestal para todas las alcaldías. Si, tenemos problemas de movilidad, seguridad aunque somos de las más seguras de la capital; de abasto de agua porque la alcaldía cosecha agua, pero carecemos del servicio en su totalidad.
Tenemos retos: echar andar con mayor fuerza el sector productivo agropecuario; mejorar el transporte público, donde se espera el cablebús, como lo propone la Jefa de Gobierno, Clara Brugada; salvaguardar nuestro patrimonio histórico, costumbres y tradiciones, como la lengua náhuatl.
Aquí hay población muy importante que aún habla en náhuatl, que no es migrante, son originarios de aquí. Con relación al agua, trabajamos con el Gobierno capitalino para mejor la infraestructura, dando mantenimiento a los pozos que tienen más de 40 años funcionando y ampliando la red de agua.
Tenemos gran crecimiento de la mancha urbana, donde se registran 260 asentamientos humanos irregulares, a quienes se les debe dotar de servicios. En seguridad, vamos a tener más policías, cámaras de videovigilancia, alarmas vecinales, que es parte del programa “Barrio Alerta”, además del apoyo de las fuerzas federales.
Tenemos poblaciones con gran rezago económico, pobreza y desnutrición. Ante eso, preparamos la tarjeta “La Protectora” con la que atenderemos a personas con alta vulnerabilidad, a quienes ofreceremos programas sociales, alimento, información nutricional, salud preventiva, entrega de aparatos auditivos, sillas de ruedas, reproducción sexual, orientación psicológica y atención a la primera infancia.
Transformaremos las bibliotecas, serán espacios lúdicos para niños de 0 a 6 años, donde se impartirán cursos de estimulación temprana. Se creará la escuela de capacitación campesina para los productores, quienes podrán acceder a capacitación, combate a las plagas y a proyectos de desarrollo productivo.
Actualmente tenemos casi seis mil productores de nopal y tres mil de otros alimentos. Crearemos una marca de certificación colectiva para ayudar a los productores a que vendan sus productos a otros sectores económicos, como ya ocurre con el nopal, con mermeladas o botanas. En Milpa Alta ya se produce manzana, fresa y pera.
-A los productores les faltará apoyo en la comercialización de sus productos. Tal vez, harían falta campañas donde se invite a consumir productos de nopal.
-Conversamos ya con la Concanaco, la Coparmex y el gobierno de la ciudad para que nos compren nuestros productos. Vamos a certificar a los productores agrícolas y a promocionar el mole con la Feria Nacional. Tienen sus marcas, falta certificarlas para que vendan sus productos en la ciudad, pero también fuera del país.
Para este sector tenemos el programa “Memoria del Campo”. Con él ayudaremos a los sectores productivos. En materia de cultura, creamos “Milpas Culturales” con él que llevaremos la cultura a los pueblos.
Crearemos una banda de viento para la alcaldía porque hay muchas bandas, pero no tenemos ninguna de gobierno. Al final de mi gestión, espero tener cinco bandas. Apoyaremos a los guardianes de la memoria y de la historia de la alcaldía, quienes transmiten la cultura del náhuatl y la música tradicional.
Habrá apoyo a los colectivos culturales independientes que hacen teatro música, danza y pintura. En cuanto a infraestructura urbana, queremos acabar con los baches; cambiaremos la luminaria vieja por luminaria LED. Llevamos más de dos meses con el programa “Alcalde en tu Barrio”. Personalmente visito zonas marginadas.
Tendremos nuestra App que se llamará “Milpa”, para que la gente no tenga que venir hasta la Alcaldía para algún trámite. Habrá inversión en deporte, iniciaremos la remodelación de cuatro deportivos populares.
En materia turística, se impulsará la Feria Nacional del Nopal y la Feria del Cocol. Los derechos humanos también tendrán impulso, con nuestra propia patrulla de género. Creamos ya un área de Defensoría de la mujer, y atenderemos a adultos mayores, jóvenes y a la diversidad sexual.
-La alcaldía capta agua de lluvia, pero tiene problemas de abasto de agua potable, ¿cómo explicar esa contradicción?
-Nuestra infraestructura es muy vieja. Somos la alcaldía que más ha crecido a nivel poblacional en Ciudad en México. Cada diez años, crece 30%. Hace 30 años Milpa Alta, tenía 90 mil habitantes, hoy somos 160 mil. Con el apoyo que la Jefa de Gobierno nos otorgó en el presupuesto, por lo menos 40 millones de pesos serán invertidos en obra pública para mejorar la red de agua potable y drenaje que data de hace cuatro décadas.
-Además del cablebús, el tránsito vehicular es muy complicado.
-Sí, estamos contratando una empresa en materia de movilidad para reordenar muchas calles y la circulación en los centros de los pueblos. Platicamos ya con transportistas y con la Secretaría de Movilidad.
El cablebús será una gran alternativa para que la gente deje sus vehículos que son muchos porque el transporte público queda muy lejos. Aunque aquí, conservamos costumbres como la de no permitir la instalación de tiendas de autoservicio transnacionales o tiendas de conveniencia.
Arrancamos un programa que se llama “Mercado a Toda Hora” donde alargamos los horarios de atención de los mercados públicos, normalmente cerraban a las 5 de la tarde. Ahora están cerrando a las 10 de la noche, eso ayuda a la gente que trabaja y que compraba su mercancía fuera de la alcaldía y que además la cargaba en transporte público.
-La tala clandestina continúa afectando a la alcaldía.
-En el tema forestal, la competencia la tiene el Gobierno de la Ciudad de México, pero nosotros aportamos brigadas especiales contra incendios y cuidamos el bosque, en conjunto con la Secretaría de Seguridad Ciudadana, la Policía Ambiental y la Comisión Nacional Forestal (Conafor). Además, tenemos un gran programa de reforestación y trabajamos para evitar la tala.
-Alguna propuesta para desarrollar el turismo.
-Sí, recién terminó la “Feria de la Barbacoa”, un evento muy turístico. La venta de árbol navideño; las cabañas ecológicas ecoturísticos; la zona de restaurantes de mole; la ruta de turismo religioso; el autobús turístico. Este año tenemos proyectos en materia de turismo ambiental.
-Tiene mucho trabajo alcalde, ¿tiene personal suficiente para tantos proyectos?
-Sí tenemos, aunque vamos a contratar a mucha gente, publicaremos convocatorias de empleo temporal.
-Qué nos puede decir del pulque, en el centro de la capital, desaparecieron las pulquerías hace muchos años.
-No tenemos pulquerías, se vende en las casas de los productores, pero se sigue produciendo. En el centro de acopio de nopal, se consigue con los productores temporales en el Barrio de la Concepción, en Santana Tlacotenco, en San Salvador Cuauhtenco. El buen pulque ni huele mal, no es fuerte, ni está baboso.
-Alcalde, pasado un año qué programas estarán ya en marcha, qué se habrá cumplido.
-Todo lo que he comentado, algunos programas arrancarán a más tardar en febrero y espero que el próximo año ya tengamos buenos resultados y una alcaldía más próspera.
-Su mensaje para los milpaltenses.
– Que nos tengan paciencia, estamos reorganizando muchas cosas. Trabajamos para dar resultados. Sabemos que hay impaciencia porque ya son muchos años de espera, que confíen en que hacemos nuestro mayor esfuerzo para dar resultados. La 4T también estará en Milpa Alta.