El Universal y su “manual” para crear noticias falsas
Comunicación Política

El Universal y su “manual” para crear noticias falsas

Gerardo Israel Montes

Todo empezó con una mentira expuesta por Javier Tejado dondé en su artículo del 22 de junio publicado en El Universal con el título: “Aún no hay padrón de telefonía y ya empezó el espionaje”, en el cual abordó la suspensión otorgada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a través de la ministra Norma Piña, en torno a la controversia constitucional 71/2021 promovida por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), en contra de la entrada en vigor del Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (Panaut).

El argumento del IFT para promover la controversia fue que el Congreso de la Unión no había asignado este año, presupuesto para comenzar a aplicar el Panaut, y poder “almacenar con seguridad los datos y biométricos de los usuarios de telefonía móvil en el país”.

En una parte de su texto, Tejado dondé afirmó:

“De hecho, el padrón aún no existe y en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), instancia que, a nivel federal, ha venido empujando su creación, ya empiezan a abusar de facultades y de la información que tiene el gobierno en sus archivos. Pues, desde fuentes oficiales, que han pedido su anonimato, se ha informado que el subsecretario Ricardo Mejía Berdeja (las negritas son del artículo original) ha solicitado información de los columnistas que han escrito contra el Panaut. Yo incluido. Tal como señaló en la conferencia mañanera, busca encontrar los vínculos de periodistas con empresas de telefonía móvil”.

Para empezar, cabe aclarar que Tejado Dondé no es periodista, es un abogado de Televisa que siempre se ha dedicado a defender los intereses monopólicos que esta empresa detenta en los sectores de la televisión abierta y restringida en el país. En segundo término, aunque no fue claro en la fecha de la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador en la que participó Berdeja, habrá que atribuir que fue en la del 21 de abril, en donde se dio el reporte mensual sobre seguridad pública en el país, y en la que el subsecretario de seguridad y protección ciudadana nunca hizo patente la intención de “encontrar los vínculos de periodistas con empresas de telefonía móvil”, como lo aseguró Tejado Dondé.

Luego de explicar que el principal objetivo del Panaut es la seguridad, ya que desde el anonimato de los sistemas de prepago que no piden ningún requisito a los usuarios, se realizan 9 de cada 10 llamadas de extorsión por delincuentes, quienes también ocupan esta modalidad para cometer delitos de secuestro y trata de personas, lo que señaló Mejía Berdeja fue: “El dato que algunos grupos de interés, sus personeros, sus corifeos, han tratado de posicionar es el tema de los datos personales y biométricos. Esto lo va a tener que definir el Instituto Federal de Telecomunicaciones, nosotros consideramos que con la huella digital sería suficiente (…) Pero ¿por qué esta oposición tan fuerte? Pues porque hay quien defiende un modelo de ventas y nosotros defendemos un modelo de seguridad”.

Sobre sus supuestas fuentes oficiales que le informaron que el subsecretario Mejía Berdeja habría “solicitado información de los columnistas que han escrito contra el Panuat. Yo incluido” y que “han pedido su anonimato”, habrá que dudar de la honorabilidad de Tejado Dondé, sobre todo conociendo su largo historial, utilizando argumentos falaces para oponerse a aquellas reformas legales que han buscado la democratización de los medios electrónicos para combatir la concentración que representa el duopolio conformado por Televisa y TV Azteca; o para denostar la reforma constitucional en materia electoral por la que se creó un nuevo modelo de comunicación política que facultó, primero al IFE y después al INE, para  administrar los tiempos que corresponden al Estado en radio y televisión, quitándole a las concesionarios de radiodifusión, el millonario negocio de la venta de spots electorales.  

Una de las más recientes mentiras del abogado de Televisa, es el relacionado con el amparo resuelto por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), a mediados de mayo en torno a la defensa de los derechos de las audiencias. En su colaboración del 11 de mayo en El Universal escribió: “Desde la SCJN van a ‘matar’ la Mañanera del Presidente”, Tejado Dondé alertó, en referencia a la ponencia del ministro Javier Laynez, que su proyecto reviviría un viejo articulado derogado por el Congreso en 2017 ante los riesgos, según él, de censura que habría sobre la radiodifusión en México.

“Pero, ahora que la Corte quiere regresar ese artículo y sus respectivos lineamientos –apuntó Dondé– los principales afectados no serán los noticieros privados, serán las mañaneras del presidente López Obrador (…)  Si el proyecto reúne mayoría de votos se podrá exigir al Presidente que en sus mañaneras: i) diferencie, con claridad, la información (noticiosa) de su opinión personal; ii) distinga entre publicidad (de gobierno) y el contenido del programa informativo, y, iii) que el IFT revise cualquier queja de la audiencia sobre las mañaneras y se multe a las estaciones que incumplan”.

NUEVA DIRECCION DE EL UNIVERSAL

Las falsedades expuestas por Tejado Dondé en dicho artículo fueron evidenciadas en el mismo periódico por la especialista en telecomunicaciones, Irene Levy, quien en su colaboración del 17 de mayo en el mismo El Universal: “Mentir a la opinión pública”, refirió: “Hay muchas formas de manipular la opinión pública, pero la peor es hacerlo mintiendo”, en alusión a dos columnistas: Jorge Fernández Menéndez, de Excélsior,  y al propio abogado de Televisa, quienes intentaron crear un ambiente de “caos” en torno a una supuesta limitación a la libertad de expresión al confirmar el amparo interpuesto por la Asociación Mexicana de Defensorías de Audiencias (AMDA).

Para subrayar las mentiras de ambos columnistas, Irene Levy recordó que en la Ley Federal de Telecomunicaciones de 2014 se establecieron diversos derechos y obligaciones relacionados con las audiencias en el artículo 256: “1) la fracción III disponía la obligación de diferenciar entre información y opinión de quien la presenta; 2) la fracción IV obliga a que se aporten elementos para distinguir entre la publicidad y el contenido de un programa, y 3) el segundo y tercer párrafos del mismo precepto señalaban que los radiodifusores debían emitir códigos de ética para proteger a las audiencias atendiendo a los lineamientos que expida el IFT”.

Tras explicar que en 2017, el Poder Legislativo modificó este artículo, derogando la fracción III, eliminando la obligación de diferenciar entre información y opinión; moduló la fracción IV porque, al estar este derecho en la Constitución no podía suprimirlo, y modificó la obligación de emitir códigos de ética para que los radiodifusores lo hicieran bajo el principio de autorregulación y eliminó la facultad del IFT de expedir lineamientos, además de que abrogó los que había emitido en 2015, Levy expuso que en la decisión asumida por la Segunda Sala de la Corte por cuatro votos contra uno, ni la fracción III ni la IV formaron parte de esta resolución.

“Es decir, la fracción III sigue derogada y por lo tanto los radiodifusores NO tendrán obligación de diferenciar entre información y opinión. La sentencia únicamente reestablece los párrafos segundo y tercero relacionados con la obligación de emitir códigos de ética ajustándose a los lineamientos del IFT  (…) Eso es todo. Ambos columnistas sostienen falsamente, entre otras cuestiones, que volvió la obligación de diferenciar entre información y opinión. Claro que algunos radiodifusores preferirían tener menos obligaciones y quizás eso motivó a dichos comunicadores, ambos relacionados con empresas de radiodifusión, a escribir cosas inciertas (…)”.

Así que, a pesar de los antecedentes falsarios de Tejado Dónde y teniendo como base la afirmación endeble, falsa y sin sustento que publicó en su columna del 22 de junio, la noticia del supuesto espionaje empezó a ser difundida como un hecho real que no merecía ponerse en duda.

Los pasos para convertir una mentira en verdad  

El 23 de junio, en su columna Estrictamente Personal publicada en El Financiero, Raymundo RivaPalacio escribió el texto: “Espían a periodistas”, en el que, con tono exageradamente alarmista, pero sin sustento alguno, aseguró cuestiones como las siguientes: “El espionaje contra periodistas se está expandiendo a una velocidad que no se conoció en gobiernos anteriores y se ha ampliado el número de funcionarios del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador que están buscando las fuentes de información de periodistas o rastreando si tienen intereses ocultos que permeen sus opiniones”. Agregaríamos, ¿más que en la época de la guerra sucia donde el PRI llevó al extremo el espionaje y la persecución en contra opositores? ¿Más que en la época de Genero García Luna, amigo de RivaPalacio, quien en la época de Felipe Calderón tenía un gran aparato de espionaje? ¿Más que en la administración de Enrique Peña Nieto cuando se echó a andar el programa Pegasus?),

Al hacer referencia a la denuncia de espionaje expuesta por Javier Tejado, “que tiene acceso a información privilegiada”, RivaPalacio mencionó, sin prueba alguna, a otras supuestas líneas de espionaje abiertas por el gobierno federal: “La Central Nacional de Inteligencia tiene abierta investigaciones, solicitadas en Palacio Nacional, en contra de varios columnistas políticos, entre los que mencionó a los periodistas de El Universal Carlos Loret y Héctor de Mauleón  “sujetos a investigación permanente”, además de Mario Maldonado , Salvador García Soto y Roberto Rock.

Ese mismo día, en su espacio de rumores “Bajo Reserva Exprés”, El Universal retomó lo expuesto en la columna de RivaPalacio para dar por hecho y definir como: “Muy preocupante” la información revelada por columnistas acerca de la “existencia de espionaje a periodistas ordenada por el actual gobierno y realizado por agencias de seguridad e inteligencia civil y militar del Estado”. Tras hacer un recuento de lo dicho por Tejado Dondé y Riva Palacio, la sección del periódico terminó acentuando otra de las ideas reiteradas por la prensa opositora al actual gobierno federal para señalar que se comporta igual a los gobiernos anteriores: “Ante estas serias acusaciones y la reiterada negación de que este gobierno no espía a sus críticos quién investigará si alguien está haciendo un uso ilegal de las herramientas de inteligencia de Estado. ¿Siguen las mismas prácticas de gobiernos del PRI y del PAN?  ¿No que ya no son iguales?”.

La estrategia del que se hace llamar “El Gran Diario de México” para amplificar la noticia falsa continuó el 24 de junio, día en que la portada del periódico fue: “Espionaje a periodistas es para amedrentarlos”, acompañado de una nota con reacciones de algunos de los aludidos en la columna de RivaPalacio. El objetivo era hacer creer a sus lectores que el gobierno federal realmente acecha a “periodistas críticos”, coartando su libertad de expresión mediante prácticas para infundirles miedo y atemorizarlos, igual que como hacían los gobiernos anteriores.

En el contenido del texto de portada de El Universal destacó el hecho de que todos los entrevistados dieron por cierta, de forma vehemente y sin poner una pizca de duda, la afirmación de un personaje como Tejado Dondé, proclive a mentir y a defender a los grandes intereses de los concesionarios de radiodifusión.

Este actuar no sorprende de los periodistas y columnistas del propio periódico que fueron entrevistados, quienes han mostrado una animadversión desmedida a la figura de López Obrador, pero sí de actores como Jan Albert Hootsen, representante del Comité para la Protección de Periodistas en México quien, uno esperaría, debiera ser conocedor de las relaciones económicas y las componendas editoriales que se dieron durante los gobiernos de Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón y Vicente Fox, con diversos  medios de comunicación, en donde por cierto El Universal fue uno de los principales periódicos que más recursos por publicidad gubernamental recibió, al igual que Televisa y TV Azteca,  duopolio de la información que durante años censuró y distorsionó los hechos relacionados con los movimientos de izquierda, afectando con ello la pluralidad política y al sistema democrático mexicano.

Hootsen se fue por la opinión fácil: “Si efectivamente existen operativos de espionaje dirigidos hacia columnistas y otros periodistas, sería un asunto bastante grave y algo que debe ser investigado de forma transparente y exhaustiva. El presidente López Obrador había prometido que esto ya no ocurriría en su gobierno, debe cumplir con esa promesa”.

Una conducta similar poco reflexiva y acrítica a los dichos de Tejado Dondé provino del politólogo y colaborador del periódico propiedad de Juan Francisco Ealy Ortiz,  José Antonio Crespo (debe recordarse y reconocerse que fue uno de los analistas más críticos de las anomalías que se dieron durante el conteo de votos de la elección presidencial de 2006, en la cual Felipe Calderón ganó la presidencia de la República por un margen de 58 décimas por arriba de Andrés Manuel López Obrador, pero que durante los últimos años su fobia desmedida hacia el político tabasqueño lo ha hecho perder la imparcialidad que lo caracterizaba anteriormente), quien comentó en la nota periodística sobre el supuesto espionaje, que no le sorprendía esta práctica porque la saña que tiene el Presidente contra los periodistas críticos se ve todos los días en las mañaneras, con la intención de encontrarles algún talón de Aquiles, porque López Obrador no soporta la crítica.

Los demás comentarios publicados en la nota de reacciones al bulo de Tejado Dondé, normales y predecibles al venir de periodistas simpatizantes y afines a los gobiernos prianistas y de sus políticas de distribución de dinero entre los medios de comunicación y columnistas, sirvieron a la estrategia de El Universal  para volver verdad una noticia falsa:

Salvador García Soto fue quien aportó la idea a la portada del periódico al decir que el gobierno federal “más que mermar el trabajo periodístico, busca un amedrentamiento, están tratando de asustar, intimidar”. Por el contrario, para Héctor de Mauleón el que está temeroso es el gobierno federal: “Hay miedo por parte de quien hace el espionaje porque no quieren que se les critique”, dijo luego de sostener, sin prueba alguna, que hay señalamientos en contra de los titulares del Centro Nacional de Inteligencia y de la Secretaría de la Defensa Nacional, Audomaro Martínez  y Luis Cresencio Sandoval, respectivamente,  “quienes presuntamente ordenaron investigar las fuentes de determinados periodistas”.

En la nota no faltó la alusión bastante gastada, además de torpe, absurda e irreal, sobre que el país va encaminado a convertirse en una dictadura. Ahora le tocó decir esa otra mentira, tan socorrida por la oposición política y mediática del país, a Luis Cárdenas, conductor de MVS Noticias: “Lo peor de todo esto es que un gobierno que empieza a acosar periodistas termina convertido después en un gobierno dictatorial y tenemos un ejemplo aquí muy cerca y es el ejemplo de Nicaragua, yo no sé si el ideal del presidente López Obrador es convertirse en el símil de Daniel Ortega o de Nicolás Maduro (…)”.

Para dotarla de veracidad y contexto, la noticia falsa de la portada de El Universal se reforzó con una nota cabeceada: “Una práctica usada desde gobiernos del PRI”, en la cual se exponía que el espionaje a periodistas no es nuevo ya que en los gobiernos del PRI y el PAN el seguimiento “por parte de organismos de inteligencia a las actividades de comunicadores fue algo cotidiano”. Y refirió varios casos revelados por el propio periódico desde 2019, en base a los expedientes elaborados tanto por la Dirección Federal de Seguridad (DFS), como por la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales (DGIPS) y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), a periodistas como “Jacobo Zabludovsky, Elena Poniatowska, Miguel Ángel Granados Chapa, Manuel Buendía y Julio Scherer García (padre de Julio Scherer Ibarra, consejero jurídico del presidente López Obrador)”.

El manual de fake news de El Universal prosiguió con las consabidas reacciones a representantes de organismos no gubernamentales. El 25 de junio publicó la nota: “Sin certeza sobre fin a red de espionaje a periodistas: ONG”, en donde en su primer párrafo asentó: “Organizaciones pro defensa de los derechos humanos y libertad de expresión advirtieron que pese al cambio en el discurso del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre el espionaje contra periodistas críticos u opositores, las cosas siguen igual”, pero en los siguientes párrafos le dio voz al periodista Carlos Loret de Mola, quien por cierto no es un gran defensor de los derechos humanos, como quedó evidenciado la mañana del 9 de diciembre de 2005 cuando avaló y consintió que se transmitiera en vivo la tortura a la que fue sometido Israel Vallarta, presunto secuestrador, por parte del Luis Cárdenas Palomino, ex director general de Investigación Policial de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), aprehendido recientemente por el delito de tortura cometido en contra de familiares del propio Vallarta.

La nota del periódico presentó a Carlos Loret de Mola como colaborador del diario, “y quien ha sido identificado como uno de los periodistas espiados”, aseguró sin ningún sustento o información que demostrará el espionaje al periodista. Tras cinco párrafos otorgados para destacar los comentarios que el también conductor de W Radio señaló en su programa Así las cosas, en donde lamentó que para el Presidente de la República sea más peligroso un periodista crítico que un narcotraficante; asegurando que: “Lo que quieren saber son las investigaciones que estamos haciendo”; y opinar sobre el audio de la mañanera en donde el presidente declaró que no se persigue ni se censura a nadie, expresando socarronamente: “¡Ajá! ¿No se persigue a nadie? ¡Ajá! ¿Que no se censura a nadie? ¡Ajá!”, la nota de El Universal dio paso por fin a las opiniones de los representantes de las ONG.

Sin más base que la mentira externada por Tejado Dondé, la presidenta de México Evalúa, Edna Jaime, “exigió al gobierno federal investigar” el supuesto espionaje, externando su preocupación “por que sea una indagatoria imparcial”. Mientras que el director Ejecutivo de La Red en Defensa de los Derechos digitales (R3D), Luis Fernando García, refirió que, pese al cambio de discurso del nuevo gobierno sobre las intervenciones ilegales de comunicaciones privadas, aseguró que no ha habido ningún cambio, “pues persisten”.

En el ambiente de noticias falsas que impera en la mayoría de los medios impresos y electrónicos mexicanos, así como en las redes sociales, el propio AMLO anunció el mismo 23 de junio su estrategia para contrarrestar este tipo de práctica informativa: la creación durante sus conferencias matutinas del bloque semanal “Quién es quién en las Mentiras de la Semana”, con el propósito de evitar que la población se trague las mentiras difundidas en algunos medios de comunicación.

Para sustentar su propuesta, López Obrador puso como ejemplo una de las tantas mentiras propagadas en las redes sociales y retomadas en medios electrónicos, con relación a que uno de sus hijos compraría al equipo de futbol Cruz Azul.

Imagen la reprodujo. Sí, nada más que la calumnia, cuando no mancha, tizna, esa es una máxima del hampa del periodismo. Pero ¿cuánta gente no se queda con eso?”

Un día después, en respuesta al esfuerzo acometido por El Universal para que la mentira lanzada por Tejado Dondé sobre el supuesto espionaje a periodistas se convirtiera a toda costa en verdad, o al menos tuviera elementos de verosimilitud, el presidente aseguró durante su conferencia matutina que era falso el supuesto espionaje a periodistas críticos a su gobierno. “Carlos Loret, Héctor de Mauleón, Mario Maldonado, Salvador García Soto, Raymundo Riva Palacio. ¿Para qué los vamos a espiar? O sea, de veras, si son predecibles”, comentó en broma para luego señalar: “Primero, nosotros tenemos principios, tenemos ideales, no somos como ellos ni como sus jefes. No vamos a espiar a nadie, nunca lo hemos hecho”.

– ¿Podría haber una investigación sobre esto?, preguntó un reportero.

– Pero es que no tiene sentido, porque es falso.

Ante la insistencia sobre si se investigaría el supuesto espionaje a periodistas, el presidente atajó: “Es que este periódico (El Universal) se dedica a difamar y pertenece al hampa del periodismo, y en el hampa del periodismo hay, entre otras máximas, de que la calumnia, cuando no mancha, tizna. (…) Ahora, si presentan pruebas, entonces no sólo iniciaríamos una investigación, sino se despide al funcionario que esté haciendo estas cosas. Ya no es el tiempo de antes y ellos lo saben. Lo que pasa es que ya no tienen elementos; como se dice en el periodismo, no hay miga, entonces vuelan.

Y sí, El Universal voló y dio ejemplo de la creación de una noticia falsa con la invención de Javier Tejado Dondé, abogado de Televisa.

28 de julio de 2021