El Congreso de la Ciudad de México aprobó una reforma al artículo 7 de la Ley de Responsabilidades Administrativas que, aunque modifica una sola palabra, representa un avance profundo en la manera en que las instituciones deben atender a la ciudadanía. La iniciativa, presentada por el diputado Ernesto Villarreal Cantú, coordinador del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo, sustituye el principio de “mismo trato” por el de “trato equitativo”, un cambio que establece un estándar más justo, humano y contemporáneo para el servicio público.
El legislador destacó que esta modificación, aunque aparentemente mínima, encierra realidades completas: abre la puerta a reconocer las distintas condiciones de vida de las personas con discapacidad, de las personas adultas mayores y de todas aquellas que carecen de redes de apoyo o enfrentan barreras visibles e invisibles en el ejercicio de sus derechos.
“La reforma no promueve privilegios, no exenta obligaciones ni genera excepciones indebidas”, subrayó el diputado. “Eleva, en cambio el estándar ético y humano del servidor público: obliga a mirar el contexto, a actuar con sensibilidad y a reconocer que no todas las personas parten del mismo lugar”.
El legislador reconoció y agradeció el trabajo de la Comisión de Transparencia y Combate a la Corrupción, que perfeccionó la propuesta con rigor jurídico, garantizando que el principio de equidad no se limite a situaciones de vulnerabilidad específica, sino que pueda aplicarse a todas las personas y sus necesidades particulares.
Con esta reforma, el artículo 7 de la Ley de Responsabilidades Administrativas se adecua a una visión más justa y acorde con los tiempos actuales. El dictamen aprobado por el pleno, establece que un trato idéntico no siempre es justo y que la equidad es el fundamento para que la igualdad deje de ser declarativa y se convierta en una realidad tangible para la ciudadanía.
El diputado Villarreal Cantú celebró el avance no sólo desde una perspectiva jurídica, sino humana. “A las personas no se nos define por lo que nos falta, sino por lo que somos capaces de construir”, expresó.
El legislador enfatizó que esta reforma envía un mensaje claro al servicio público de la Ciudad de México: servir exige comprender; gobernar exige empatizar; y la ley debe estar del lado de quien más lo necesita. Asimismo, confió en que este cambio se refleje en ventanillas, oficinas, trámites y decisiones cotidianas.
“Hoy damos un paso pequeño en la forma, pero enorme en dignidad. En coherencia con el espíritu de esta reforma, acompañaré el dictamen con mi voto a favor”, concluyó.





