Tres columnistas en dos de los diarios de circulación nacional más importantes del país (El Universal y Milenio) abordaron esta semana la confrontación entre el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum y el dueño de TV Azteca, Ricardo Salinas Pliego, por el adeudo multimillonario en impuestos que el magnate arrastra desde hace 17 años (2008).
Carlos Loret de Mola, autor de la columna Historias de Reportero, que se publica en El Universal, tituló “Salinas Pliego, la primera gran escisión del régimen” su colaboración del pasado 28 de octubre, en la que recuerda que el empresario y el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador “eran muy amigos”.
“Ambos hablaban elogiosamente el uno del otro y la línea editorial de TV Azteca no incomodaba al régimen”, escribe el también conductor de Latinus. Loret de Mola señala que de Salinas Pliego fue la idea de crear un Consejo Asesor Empresarial en el sexenio pasado, y que López Obrador le encargó organizarlo.
“Antes de que existiera el Banco del Bienestar, Banco Azteca era el Banco del Bienestar; se encargaba del jugoso negocio de diseminar los cientos de miles de millones de pesos de los programas sociales”, destaca el periodista conocido como “Lord Montajes” por haber difundido en televisión un falso operativo policial en el que se detuvo a Israel Vallarta y Florence Cassez, en diciembre de 2005, por presuntamente integrar una banda de secuestradores.
En resumen, Loret de Mola sostiene que los primeros cuatro años del sexenio pasado fueron “una luna de miel entre López Obrador y Salinas Pliego”, que sin embargo se rompió tras escalar “una disputa de dinero (que) se volvió incontrolable para las dos partes”.
“Por eso digo que Salinas Pliego es la primera escisión del régimen, la primera gran fractura”, abunda el columnista, quien resalta que hace unos días, en el festejo por su cumpleaños número 70, el empresario realizó un “mitin político” (en un contexto en el que el multimillonario evasor fiscal ha manifestado sus intenciones de buscar la Presidencia de la República).
No obstante, apunta Loret de Mola, el magnate “sigue hablando de negociar” su monumental adeudo fiscal por 74 mil millones de pesos con el SAT, por lo que deja sobre la mesa el cuestionamiento de si seguirá su campaña de confrontación con el régimen si al final logra un acuerdo con el gobierno de Sheinbaum.
Por su lado, la periodista Denise Maerker publicó el pasado 29 de octubre una colaboración titulada “Salinas: meramente instrumental”, en su columna Atando Cabos para Milenio Diario. En ella, la también conductora en N+, de Grupo Televisa, aborda la decepción que significó para muchos que -durante su festejo de cumpleaños- Salinas Pliego “no anunció ninguna campaña ni delineó ningún proyecto de ultraderecha para gobernar al país”.
“La supuesta campaña de Salinas es estratégica: exacerba sus críticas cuando busca tensar la relación con el gobierno y las silencia cuando ve posible una salida negociada”, reflexiona la comentarista.
“La lógica no es errada, en la medida en la que el personaje del Tío Richie crezca y se vuelva creíble, más difícil le resultara al gobierno proceder en su contra embargándole bienes o quitándole concesiones y permisos”, advierte Maerker, al tiempo que considera que el propietario de Grupo Salinas está lejos de ser una opción “populista de derecha” para ir por la Presidencia.
“…(A Salinas Pliego) le falta algo muy importante, algo que sí tenían (Donald) Trump y (Javier) Milei: las ganas de revancha, el agravio lentamente macerado, la sensación de humillación que los llevó a ellos a acumular la energía que algo así requiere. Salinas no la tiene. Y se entiende: ¿Cuál agravio? ¿Cuál humillación?”, concluye la periodista.
Finalmente, el escritor Héctor Aguilar Camín, en su colaboración “El PAN y Salinas Pliego”, como parte de su columna Día con Día, del pasado 30 de octubre, en Milenio Diario, ve -sin hacer un análisis crítico- una afinidad entre el partido blanquiazul -que recientemente “relanzó” su imagen- y el dueño de Banco Azteca en sus intentos por fortalecerse como oposición al régimen de la 4T.
“El PAN y Salinas Pliego no tienen relación orgánica, pero habría que estar ciego para no ver la afinidad de sus posturas. Patria, Familia y Libertad, dice el PAN. Vida, Propiedad y Libertad, dice Salinas Pliego”, escribe el también director de la revista Nexos.
Aguilar Camín ve potencial entre ambas propuestas, pues afirma que pueden tener “arraigo en creencias conservadoras fundamentales de la sociedad mexicana”. “Si Salinas mantuviera su proyecto y volviera sus recursos mediáticos contra el gobierno, sería la primera vez que hay una escisión antigobiernista en el corazón del poder televisivo en México”, observa el autor de diversas novelas.
“Las agendas del PAN y de Salinas Pliego pueden tocar fibras profundas del sentido común y del conservadurismo individualista mexicano: las creencias religiosas, la adhesión a la familia, el celo por la propiedad y por la libertad personal, el tradicional rechazo a la corrupción y a la demagogia del gobierno, y el miedo al crimen”, opina Aguilar Camín.
Rafael Maya

			



