La mecha
Colaboradores, Estados, Periodismo, Seguridad

La mecha

Mario A. Medina

Fueron muchas, muchas las entrevistas que diferentes medios de comunicación le hicieron al presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo. ¿Era nota? ¡Claro que era nota! Y todavía más.

Carlos Manzo fue un personaje sumamente atractivo periodísticamente. Se atrevía a declararle la guerra en su territorio al narco, en particular al Cártel Jalisco Nueva Generación, pero también osaba a decir que ni el gobierno estatal ni el federal hacían caso de su demanda de apoyo. 

Su lucha era digna, su propósito, igual, plausible. Un deseo no sólo de él, sino de las y los uruapenses, que como todos los michoacanos, tienen décadas viviendo esta difícil situación y anhelando la paz. 

Sí, Carlos Manzo retó al narcotráfico, los convocaba a que fueran por él. Su problema fue su “imprudencia al iniciar una guerra personal contra el crimen organizado local. ¿Tenía un propósito? Sí, y muy loable, pero sin estrategia.  

Todo mundo se refería a él como un personaje “echado para adelante”, que no le tenía miedo al crimen organizado, pero lamentablemente hay quienes creen que “su ambición le ganó”.  Se veía así mismo como el hombre que iba a terminar con el narco; que podía ser candidato a gobernador y ganar. 

Se conoce un video de hace cinco meses donde ordenaba a la policía municipal a no tener “ninguna consideración” con la delincuencia: “delincuente que se topen armado, hay que abatirlo”. El Estado de derecho no valía. Una suerte de “mátenlos en caliente”. 

Olvidó que, siendo diputado federal por Morena, desde la tribuna del Congreso federal criticó a Felipe Calderón por su guerra contra el narcotráfico, por militarizar al país y “por ser cómplice del narco al que sirvió”, lo acusó. 

¿Quién o qué lo convenció de hacerle la guerra al narco en su municipio? Seguramente fue ese deseo de acabar con ese mal que mata, que extorsiona por décadas de inseguridad y de ser rehenes del narco, de ser una población infeliz. 

En una entrevista con la periodista Azucena Uresti, ella le preguntó: “alcalde, ¿y a usted quién lo cuida? Me cuida Dios y las bendiciones del pueblo de Uruapan”, respondió.

Fueron muchas las intimidaciones a su persona por parte de grupos criminales. En junio de 2023, recibió tres amenazas escritas con códigos de colores; el segundo año, fue objeto de una llamada telefónica “cortada” en medio de un mensaje que decía: “No te atrevas a seguir interponiéndote entre nosotros”.

Su activismo y oposición a la política de “abrazos, no balazos”, pasando por encima del Estado de derecho, hizo que los llamados medios nacionales voltearan a verlo, pero no sólo esto; le abrieron las páginas de los diarios, también tiempos en las televisoras, en la radio, en los portales youtuberos. 

Manzo se convirtió en el personaje que la derecha buscaba, el ídolo que necesitaban, que adolecen de él. Provocaron su ego, y él se la creyó todavía más. 

Lo empezaron a vender como el personaje que el país exigía, como “la alternativa de un nuevo perfil político que encarnaba el coraje ciudadano, que iba por la recuperación de la paz”. 

Manzo nunca se dio cuenta que estaba siendo utilizado, desde los medios. Era el Luis Donaldo Colosio, el sacrificable para luego colgarle un montón de medallas y, ya muerto, utilizarlo. Sí, utilizarlo como estandarte para ganarle la guerra a la 4T. 

El periodista michoacano Jesús Lemus, conocedor de la  radiografía del narcotráfico en su estado, y quien fue acusado falsamente y estuvo preso en el penal de Puente Grande por decisión del expresidente, Felipe Calderón, considera que a Manzo lo cegaron “la necesidad de los likes, de más vistas y más seguidores en sus cuentas”, por eso su protagonismo. 

Ese protagonismo en redes y ese reclamo provocó que medios y políticos de oposición voltearan a ver a ese presidente municipal del sombrero. Era el personaje perfecto al que, frente al choque con el gobierno morenista, había que darle, además, todo el espacio en artículos y columnas.

No. Ni los medios ni los políticos de oposición lo asesinaron. Como a Colosio, y como buenos oportunistas, excelentes mercenarios de la tragedia, y desgracia de la población, dolida y huérfana, aprovechan la muerte de Carlos Manzo.

Para ello han reproducido millones de mentiras, de “memes”. En X, en Instagram, en Facebook con la participación también de millones de bots, de cuentas falsas desde el extranjero para crear una percepción generalizada de hartazgo, un golpe blando. 

Lo ha dicho Pedro Ferriz de Con en Atypical Teve: “El asesinato de Carlos Manzo puede prender la mecha que todos estamos esperando para reaccionar en contra de un gobierno demagogo, populista, antidemocrático como es el de la 4T”.

Carlos Manzo se convirtió involuntariamente en la mecha que la derecha política y mediática está buscando para, suponen, incendiar el país y regresar al pasado que extrañan.    

Que no le cuenten…

En entrevista con Los Periodistas, Álvaro Delgado le preguntó a Juan Manzo, hermano de Carlos, el presidente municipal asesinado de Uruapan.

  • ¿Él tenía un proyecto para ser gobernador en las elecciones del 2027?
  • Sí, sin duda, sin duda; y no solamente lo tenía, sino que estaba bien posicionado, -respondió con seguridad-.

Alejandro Páez, por su parte, lo inquirió sobre cómo la derecha, -Ricardo Salinas Pliego, el PAN- asume como suyo el movimiento “El sombrero”. 

Juan, quien es subsecretario de gobierno de Michoacán, respondió: “… los que hablen, deben de ser los amigos de Carlos, los que juntaron las firmas para las candidaturas independientes, los que eran parte del movimiento, y no que se busque capitalizar el movimiento con otros fines”. 

7 de noviembre de 2025

Warning: Trying to access array offset on null in /home/xyekt5rw5e7e/public_html/wp-content/themes/citynews/tpl/tpl-related-posts.php on line 11

Warning: Trying to access array offset on null in /home/xyekt5rw5e7e/public_html/wp-content/themes/citynews/tpl/tpl-related-posts.php on line 26