Urgente prevenir la depresión: Quijada Gaytán
Principales, Sociedad

Urgente prevenir la depresión: Quijada Gaytán

Carlos Padilla Ríos

En México, el 30 por ciento de la población padeció, padece o va a padecer alguna enfermedad mental como depresión o ansiedad, incluso al día 23 personas se suicidan, de ahí que en mayo de 2023 se creará la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama), una institución pública destinada a la prevención y promoción de los problemas de salud mental, que también pretende desmontar el modelo de atención que por años estigmatizó, encerró y discriminó a las personas con algún trastorno de esa naturaleza.   

La Conasama busca que las personas fomenten el equilibrio de su salud física y psicológica con el entorno social, que reconozcan sus habilidades para hacer frente a un posible trastorno mental y que identifiquen el momento en que necesitan ayuda. El psiquiatra y médico cirujano, Juan Manuel Quijada Gaytán, actual titular de ese organismo, expone en entrevista que para cumplir con este objetivo la institución trabaja para que todo el personal médico de primer nivel ofrezca atención preventiva. 

Enfermedades silenciosas 

A lo largo de la vida las personas podemos enfrentar un padecimiento mental. Por ejemplo, en las mujeres el embarazo, parto y posparto son etapas que pueden generar depresión o ansiedad, de ahí que sea importante fomentar el vínculo entre madre e hijo y su relación con su entorno y familia. Sin embargo, los problemas de salud se pueden detectar en todas las etapas de la vida.  

 Alrededor del 15% de la población tiene alguna afectación a su salud mental durante los primeros seis años de vida, explica el especialista: En la infancia temprana son comunes los trastornos del espectro autista, aunque tratados a tiempo tiene un buen pronóstico; o bien, los problemas de déficit cognitivo o intelectuales.  El TDA (Trastorno de déficit de atención con hiperactividad), por ejemplo, es uno de los problemas más conocidos que se detecta cuando las niñas o niños no pueden estar quietos, no se organizan o son impulsivos y temerarios.  

“Un niño deprimido que no es tratado, en comparación con un niño deprimido que sí tuvo tratamiento, tiene 19 veces más riesgo de consumir sustancias en la vida adulta. Un tratamiento a tiempo nos va a dar mayor posibilidad de tener una buena salud mental hacia adelante”, destaca el doctor Quijada Gaytán.

 – ¿Por qué se deprimen las niñas y niños? 

Se pueden deprimir por muchos factores. En general, en los trastornos y los padecimientos mentales, sus causas son multifactoriales, tienen que ver con muchas situaciones, desde la (falta de) estimulación temprana, la buena alimentación, los cuidados, la higiene del sueño, la actividad física y otros problemas como las violencias dentro o fuera de casa y el acoso escolar o bullying que muchas veces es uno de los detonadores de este espectro multifactorial. 

– ¿En la juventud cuáles son los padecimientos mentales?   

– La adolescencia es cuando estamos vulnerables por el pobre control de impulsos, por empezar a aprender a modular nuestros afectos y emociones. Además, a todo adolescente sano le gusta experimentar y conocer el mundo y ahí llegan las sustancias más normalizadas: alcohol y tabaco. Un joven deprimido que consume tabaco o nicotina, en cualquiera de sus formas, porque actualmente hay por vapeo o incluso por bolsas, se le sube el ánimo y empieza a mirar estas sustancias como automedicación. 

“Otro ejemplo es el alcohol y el cannabis que son sustancias depresoras. Cuando un joven tiene un trastorno de ansiedad no tratado y consume alcohol o cannabis se siente mejor por un momento, disminuyen sus síntomas y empiezan las rutas del uso, abuso y dependencia a una sustancia en edades muy tempranas”, agrega Quijada Gaytán. Más adelante, en la adultez llegan las tensiones por adquirir autonomía, empleo o un grado académico y si nuestros deseos y anhelos no se cumplen quedamos en una situación vulnerable en la que la depresión y la ansiedad predominan. 

“Las vicisitudes diarias de la vida, los hijos, la escuela, el empleo, la situación económica, la pérdida de familiares con el Covid, la pérdida de la socialización son factores de riesgo que ponen en evidencia los padecimientos mentales y con consumo de sustancias se pueden agravar. En algunas personas de edades entre treinta y cuarenta años aparece la depresión o la ansiedad por primera vez, si no es que ya la traían. Se prevé que en 20 años las demencias sean uno de los padecimientos más prevalentes en todo el mundo”, expone el médico psiquiatra. 

Estigma contra la salud mental 

El doctor Juan Manuel Quijada Gaytán considera que ahora el sistema de salud tiene más recursos para diagnosticar enfermedades mentales, pero todavía existe el estigma, los prejuicios y la discriminación hacia las personas que tienen un padecimiento mental. Cuando se trata de padecimientos graves como la esquizofrenia, el trastorno bipolar o la dependencia a sustancias adictivas, la inercia social es discriminar a las personas, dejarlas en casa o llevarlas a un anexo o a un hospital psiquiátrico; es decir, apartarlos de la sociedad. 

El ejemplo más claro es que en la década de los sesenta los hospitales psiquiátricos estaban apartados de las zonas urbanas porque no se quería cerca a las personas con un padecimiento mental. A pesar del estigma, el médico especialista llama a detectar síntomas y ver si son situaciones constantes o prolongadas como estar triste todo el día, todos los días; tener poca energía o alteraciones en el patrón de alimentación y de sueño o estar irritable. Si estos síntomas perduran más de dos semanas y son los suficientemente graves para dejar de funcionar en algún aspecto de la vida es momento de pedir ayuda porque lo más probable es que estemos ante una situación de depresión. 

– Hay mucha gente que no reconoce su estado de salud 

– Sí, nos enseñan a los hombres a no mostrar nuestras emociones porque es un signo de debilidad, mientras que las mujeres muestran más sus emociones y eso se refleja en la vida adulta porque les cuesta menos trabajo pedir ayuda. Contundentemente, son más las mujeres que piden ayuda, 70 por ciento versus 30 por ciento de hombres. 

– ¿Hay distintos grados de depresión? 

-Así es, en todos los padecimientos mentales hay gravedades. En la depresión se llama “distimia”. La distimia son síntomas leves que nos permiten funcionar y que no duran más allá de dos años. Hay una que se inicia antes de los 21 años y se llama “distimia de inicio temprano”. Después de los 21 años “distimia de inicio tardío” y muchas veces la llegamos a normalizar y decimos es que él o ella “así es” y lo describimos como “tristón”, “de baja pila”, o que no le gusta mucho convivir, pero en realidad ha tenido depresión por años y no se había dado cuenta, ni la persona ni su familia.

Prevención 

La Conasama fusionó los servicios de atención psiquiátrica, el Consejo Nacional de Salud Mental y la Comisión Nacional contra las Adicciones para crear un organismo que generara políticas públicas en la materia y desmontara el modelo que estigmatiza, encierra y discrimina a las personas, por medio del cual también se llegaban a violar los derechos humanos.   

Ahora, el eje principal es capacitar al equipo de medicina de primer nivel para iniciar tratamientos en casos leves o moderados de consumo de sustancias, salud mental de niñas, niños y adolescentes, depresión, ansiedad, psicosis, demencia y suicidio; y después, en caso de requerirlo, que el personal de salud de primer nivel tome decisiones para enviar a las personas al segundo nivel de atención. 

A esto se suma la concientización y la prevención. Una muestra de esta prevención es enseñar a niñas, niños y adolescentes a expresar sus emociones, cuidar el sueño, tener actividad física y una buena alimentación para lograr el equilibrio, así como enfrentar los estresores con el desarrollo de sus habilidades. 

En la prevención los medios de comunicación juegan un papel muy importante en el cuidado de la salud mental, porque pueden fomentar el estigma, la discriminación y dar mensajes erróneos al informar sobre casos de suicidio; o promover el cuidado de la salud mental así como hacer ver el daño que puede causar el consumo de una sustancia como el fentanilo, considera el director de la CONASAMA.

10 de diciembre de 2024