La Red de Control de Delitos Financieros de Estados Unidos (Fincen, por sus siglas en inglés), dependencia del Departamento del Tesoro, emitió una advertencia contundente: la compleja red del tráfico ilegal de fentanilo que tiene como destino final el mercado estadounidense se apoya, en cada uno de sus eslabones, en el sistema financiero del país vecino.
Desde la adquisición de los componentes químicos necesarios para su producción hasta los complejos mecanismos para lavar el dinero procedente de su venta, todo el proceso implica la utilización de bancos, intermediarios financieros y plataformas de pago que operan en la economía estadounidense.
La Fincen subrayó que prácticamente todas las operaciones relacionadas con el fentanilo ilegal, sin importar la etapa del proceso en las que se encuentren, tienen algún grado de conexión con la infraestructura financiera de EU debido a que sus instituciones —por su magnitud e influencia global— actúan como conductos esenciales para el movimiento de fondos dentro de una red internacional de narcotráfico.
Según el análisis de Fincen, tanto la compra de precursores químicos —usados para fabricar el fentanilo—, como el transporte de la droga y el ocultamiento de las ganancias obtenidas, están intrínsecamente ligados al sistema bancario estadounidense.
Esta unidad especializada en inteligencia financiera, cuya misión es combatir el lavado de dinero, al igual que el financiamiento al terrorismo, reveló que, en una reciente revisión de reportes de actividades sospechosas emitidos por bancos, se identificaron mil 246 informes relacionados con el tráfico de fentanilo. Tales reportes de 2024 señalan transacciones que en conjunto alcanzarían un valor aproximado de mil 400 millones de dólares.
Cabe aclarar que ese monto no corresponde exclusivamente a movimientos realizados en 2024, sin embargo el análisis revela que, en promedio, cada reporte está vinculado a operaciones por más de un millón de dólares, lo que da una idea de la magnitud financiera de este delito.
Fincen también indicó que, fuera de EU —donde se generó la mayoría de los reportes—, México y China aparecen como los países con mayor presencia en este tipo de transacciones.
En el caso de nuestro país, la información recabada muestra que una tercera parte de los movimientos económicos sospechosos asociados a la venta ilegal de fentanilo tienen lugar en Sinaloa y Jalisco, territorios dominados por los cárteles más poderosos de México: el de Sinaloa (CDS) y el Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Además, destacan los estados fronterizos de Baja California, Sonora y Chihuahua, que juntos concentran 27% de las alertas; así como la Ciudad de México, el centro financiero del país, donde se ubica el 10% de los reportes. Estas entidades tienen relación directa con estados del país vecino en donde también se ha detectado intensa actividad relacionada con la distribución y el paso de capitales ilícitos: California, Florida, Nueva York y Arizona son algunos de los principales focos.
Por parte de China, las provincias litorales de Guangdong, Zhejiang, Hebei y Shandong fueron señaladas como regiones clave donde operan los proveedores de precursores químicos.
La Fincen también destacó una evolución en los métodos utilizados por los grupos criminales, pues se ha incrementado el número de mexicanos que compran precursores químicos, así como de empresas fachada, personas que transportan dinero y operadores dentro de EU que facilitan la compra de sustancias controladas.
Asimismo, desde Sinaloa, Jalisco, Baja California, Sonora, Chihuahua y la Ciudad de México se han realizado transferencias bancarias a compañías chinas que suministran los químicos necesarios para producir fentanilo.
Estas empresas, muchas veces encubiertas detrás de plataformas de comercio electrónico, aceptan múltiples formas de pago y aprovechan el alcance global de internet para vender sus productos.
Un dato llamativo es el uso de productos electrónicos, como celulares y vapeadores, como mecanismos para lavar dinero. La Fincen detectó que los esquemas de blanqueo de capitales no sólo abarcan monedas tradicionales al igual que digitales, incluyendo dólares y bitcoins, sino que también involucran el comercio de bienes aparentemente legales.
En cuanto a las instituciones más involucradas, los bancos estadounidenses fueron responsables del 57% de las alertas analizadas, mientras que las empresas de servicios monetarios, tales como casas de cambio y plataformas de pago digitales, representaron el 32%.
Esto demuestra que los cárteles dependen de una red financiera compleja, pero también accesible, para mover fondos a nivel internacional y, con ello, facilitar el comercio ilegal de esta droga.
Finalmente, el informe resalta que EU, como el mercado más grande del mundo en lo que respecta tanto a drogas legales como ilegales, está en medio de una crisis de salud pública agravada por el aumento en el consumo de fentanilo.
En 2024, la Agencia Antidrogas de ese país (DEA) decomisó más de 55 millones de píldoras de fentanilo y cerca de ocho mil libras de su versión en polvo, lo que evidencia la magnitud del problema, así como la urgencia de abordarlo desde múltiples frentes.
Abraham Pensamiento