La construcción de las pirámides egipcias, continúa siendo un enigma, por ello se mantiene vigente como objeto de estudios para los científicos. Además, no sólo representan logros arquitectónicos, reflejan también creencias de la cultura egipcia. Construidas como tumbas para los faraones, estas estructuras simbolizan su transición al Más Allá y consolidan su legado terrenal y espiritual.
La pirámide de Zoser, conocida también como la Pirámide Escalonada y que data del año 2650 A.C, es una estructura de 62 metros de altura hecha con bloques de piedra caliza que conforman seis troncos de pirámide superpuestos.
Diseñada por el arquitecto Imhotep, la pirámide representa una transición crucial de las mastabas —tumbas rectangulares bajas— a las pirámides escalonadas y posteriormente a las lisas, como las de Guiza.
Esta pirámide, al ser catalogada como la más antigua del mundo, también ha sido objeto de estudios con técnicas no invasivas, como escáneres de radar y modelado 3D. Estas tecnologías han permitido identificar posibles áreas aún inexploradas. Los arqueólogos esperan que estas zonas puedan contener más pistas sobre el diseño y la construcción de la pirámide, así como sobre los rituales asociados al faraón Zoser.
Recientemente, un estudio publicado el 5 de agosto en la revista Plos one, planteó el uso de sistemas hidráulicos y propone que se pudo haber utilizado agua para facilitar la elevación de los bloques de piedra que conforman está colosal estructura.
El estudio fue dirigido por Xavier Landreau, miembro del Instituto de Investigación Paleotécnico de París, quien plantea lo siguiente: «la investigación ha permitido descubrir una presa, una instalación de tratamiento de agua y un ascensor hidráulico, que habrían permitido la construcción de la pirámide escalonada de Saqqara. Este trabajo abre una nueva línea de investigación para la comunidad científica: el uso de la energía hidráulica para construir las pirámides de Egipto».
La idea de un ascensor hidráulico es innovadora y ofrece un campo para explorar bastante interesante ya que ofrece una revisión de los factores externos y naturales que pudieron ayudar, por ejemplo en este caso, el recinto de Gisr el-Mudir, ubicado en las proximidades, pudo haber funcionado como presa para retener agua y sedimentos, facilitando este innovador sistema de construcción.
Otros científicos señalan que las rampas y herramientas tradicionales ya han demostrado ser métodos efectivos para construir las pirámides. Sin embargo, la propuesta de Landreau abre una nueva línea de investigación sobre el uso avanzado de la ingeniería hidráulica en el Egipto antiguo.
El estudio, aunque aún requiere más pruebas para confirmarse plenamente, deja en claro que los métodos utilizados en la construcción de las pirámides son mucho más diversos y sofisticados de lo que se pensaba, manteniendo vivo el misterio y la fascinación que rodean a estas maravillas del mundo antiguo.
Información de The Independent-Sarah Reyes