
Gabriel Sosa Plata*
La industria audiovisual volvió a sacudirse
Netflix, la plataforma que redefinió la manera como consumimos televisión, anunció que comprará los estudios de Warner Bros. Discovery (WBD), incluyendo HBO, DC Studios, Warner Bros. Games y uno de los catálogos de cine y series más importantes del planeta.
La operación está valuada en 82 mil 700 millones de dólares, de los cuales 72 mil millones corresponden al valor de capital (Reuters, 5 de diciembre de 2025). Sería la mayor operación de concentración en la historia reciente del entretenimiento.
La compra todavía debe pasar por las autoridades de competencia de Estados Unidos, Europa y otros países, pero lo que está en juego no debe obviarse: Netflix dejaría atrás su papel de plataforma y se convertiría en un súper conglomerado, comparable sólo con Disney, y con repercusiones profundas para los mercados, para la creatividad, para la producción local, para las salas de cine y para México.
¿Qué pretende comprar Netflix exactamente? Ni más ni menos que Warner Bros. Pictures, New Line Cinema, HBO, HBO Max, Warner Bros. Television, Cartoon Network Studios, Hanna-Barbera, DC Studios (Batman, Superman, Mujer Maravilla), y con Warner Bros. Games, franquicias como Mortal Kombat y Hogwarts Legacy. También se llevaría series icónicas, como Game of Thrones, Succession, Los Soprano, The Wire, Friends, The Big Bang Theory.
Se informó que quedarían fuera los canales tradicionales como CNN, TNT o Discovery, los cuales pasarán a una nueva empresa llamada, por ahora, Discovery Global.
Los Angeles Times resumió el impacto con esta frase: “Esta operación transformará Hollywood” y, agregamos, el mercado audiovisual en el mundo, por lo que de inmediato las reacciones en contra no se hicieron esperar y podrían, quizás, influir en la decisión que tomen los órganos reguladores.
El Sindicato de Guionistas de Estados Unidos (WGA, por sus siglas en inglés) dijo que “la fusión debe ser bloqueada; es exactamente el tipo de concentración que las leyes antimonopolio deben impedir” (WGA, 5 diciembre 2025).
Los sindicatos de artistas (SAG-AFTRA) y de directores (DGA) advirtieron que la operación reduciría empleo, diversidad y oportunidades para nuevos creadores.
A su vez, la asociación Cinema United, que representa cerca de 56 mil pantallas en Estados Unidos y otros países, dijo que la fusión es una “amenaza sin precedentes” y podría poner en riesgo una cuarta parte de la taquilla estadounidense, si Netflix acelera la estrategia de estrenos rápidos en streaming (Reuters, 6 diciembre 2025).
La influyente senadora Elizabeth Warren alertó que la operación daría a Netflix un control “casi monopólico” del streaming. Y la afamada actriz Jane Fonda la calificó de “catastrófica para la industria y para la democracia” (The Hollywood Reporter).
El Departamento de Justicia de Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido, Japón, Corea y Australia ya abrieron investigaciones formales, pero hay quienes afirman, con toda razón, que el voto más importante estaría en el presidente estadounidense, Donald Trump, quien ya expresó sus dudas sobre los beneficios de esta operación.
Otro elemento a considerar y que podría dar un giro en esta historia es la propuesta que Paramount presentó, apenas este lunes 8 de diciembre, para pagar 108 mil 400 millones de dólares por la totalidad del conglomerado mediático y no sólo por los estudios y el negocio de streaming, como lo hizo Netflix.
Vamos a ver qué ocurre al respecto.
Por lo pronto, si se concretan los objetivos de Netflix (o de la misma Paramount), se tendrían menos compradores globales, más poder en pocas manos, menos diversidad y más control de catálogo, estrenos y, claro, algoritmos.
No debe olvidarse que, en el caso específico de Netflix, su cuota de mercado supera los 300 millones de suscriptores y que su fortaleza radica en que ya no es sólo plataforma de distribución, sino también estudios de producción, franquicias, operador de videojuegos y, por supuesto, la ventanilla principal del mundo para ver series y películas.
La empresa dice que respetará las ventanas de cine de Warner “al menos hasta 2029”. Sin embargo, la lógica del negocio apunta a que tendría más exclusividad, estrenos más cortos en salas y migración acelerada al streaming.
¿Y México?
En nuestro país, Netflix cuanta con una posición dominante en el mercado. De acuerdo con el extinto Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la empresa concentraba a principios de este año el 48.9 % de ingresos y el 33.5 % de suscriptores. A esto se suma que Max/HBO tenía ya entre 12 y 13 % del mercado mexicano.
Con la fusión, un sólo conglomerado podría controlar entre 35 y 45 % del streaming del país.
Netflix ha hecho en los últimos años un cabildeo político muy intenso en México, con promesa de inversiones. Por ejemplo, a inicios de este año anunció en La Mañanera del Pueblo una inversión de mil millones de dólares en cuatro años. Hay productoras nacionales muy contentas por estos recursos que les salpican y quizás también por ello han influido para que el tema regulatorio de las plataformas audiovisuales siga en la lista de espera, no obstante que hay un sólido proyecto de iniciativa de ley sobre esta materia en la Consejería Jurídica de la Presidencia.
El problema, a la larga, es que estos oligopolios pueden impactar directamente en el desarrollo de la industria audiovisual mexicana en temas como la cesión total de derechos, exclusividad global, menos margen para contenidos de riesgo y más formatos estándar que funcionen en datos globales.
En cuanto a la exhibición, también podría existir consecuencias. Si en Estados Unidos se teme perdida de hasta 25 % de la taquilla, en México, donde las carteleras dependen profundamente del cine estadounidense, el impacto también sería importante.
Con una biblioteca colosal de franquicias globales, Netflix tendría así más capacidad para definir qué vemos y qué queda en la sombra. Sin políticas públicas, la pluralidad, las lenguas indígenas, el documental y el cine de autor quedarían más relegados a nichos y festivales.
El futuro de la fusión, como se dijo antes, se decidirá en Washington, Bruselas, Londres o Tokio. No en México. Los reguladores mexicanos sólo podrán observar, pero esperamos al menos un posicionamiento en cuanto a la urgente necesidad de tener cuotas de contenido nacional en plataformas audiovisuales y mayor producción independiente. No es poca cosa lo que está en juego en el campo comunicacional.
Recuadro:
¿Qué se llevaría Netflix con la compra de Warner?
Estudios y producción
- Warner Bros. Pictures
- New Line Cinema
- WB Pictures Animation
- Warner Bros. Television
- Warner Bros. Animation
Marcas y plataformas
- HBO
- HBO Max
Franquicias
- Universo DC
- Harry Potter
- Game of Thrones / House of the Dragon
- El Señor de los Anillos (películas de WB)
- Mad Max, The Matrix, The Conjuring
- Friends, The Big Bang Theory, Los Soprano, Succession
Videojuegos
- Warner Bros. Games
- Mortal Kombat, Hogwarts Legacy, LEGO Games
Fuentes: Reuters y Los Angeles Times.
* Profesor e investigador de la UAM-Xochimilco y periodista. Defensor de audiencias. Conduce el programa Media 20.1 en TV UNAM.





