Casandra Ortiz Medina y María del Rocio García Rodríguez
La creatividad y el mundo onírico de un grupo de artistas plásticos, se reúne en el Museo del Tequila y del Mezcal, Muteme, (Plaza Garibaldi de la Ciudad de México), en la exposición retrospectiva titulada: “Los 12 apóstoles del mezcal”.
Los artistas, residentes en la ciudad de la eterna Primavera, decidieron mostrar su obra en el epicentro de la música del mariachi, crisol de cultura y tradición, donde centenares de visitantes nacionales El tema de obra colectiva, el mezcal.
Así es como usted puede disfrutar las 43 obras exhibidas en el Muteme que recorre el mundo onírico del mezcal. La exposición permanecerá abierta al público hasta el mes de agosto, en horario de 11am a 10 pm., con entrada gratuita.
Alejandro Aranda, Brenda Garcia Lara, Cisco Jimenez, Efrén Galván, Germán Hernandez, José Luis Calzada, Juvenal Jimenez, Kijano, Dany Hurpyn, Leonel Maciel, Mafer Rejón, Ricardo Guevara, Rosa María Soto Lombardo, Victor Gochez, Victor Maldonado son los artistas quienes con sus diversas obras, estilos y técnicas presentan trabajos inspirados en el mezcal. En palabras del curador de la exposición Dany Hurpin “el objetivo es compartir la alegría, la creatividad y las inquietudes que provoca el mezcal”.
La idea original de la muestra colectiva, se originó en el restaurante Le Patis Bistróm, ubicado en la calle Hidalgo del centro de Cuernavaca donde a partir del 2017, la obra tiene su sede. Este inmueble está tapizado de cuadros y obras que dialogaban con los mezcales y la comida franco mexicana que ahí se degusta. Probar los mejillones al vino blanco, mantarraya al cilantro y el pato a la naranja es un recorrido de sabores que podemos disfrutar con el agua de guayaba a la menta, vinos de la casa o su variedad de mezcales. Su terraza, colinda con la calle Hidalgo, donde se reúne parte de la historia de la ciudad, el Jardín Borda, La Catedral y el Palacio de Cortés.

Este escenario, como muchos otros rincones de Cuernavaca, es testigo de experiencias convivenciales entre habitantes locales y extranjeros, intelectuales, políticos y artistas que han hecho suya la ciudad de Cuernavaca. Le Pastis Bistróm fundado por David Golliard de origen francés, no se queda atrás y ofrece un escenario idóneo, donde se junta la naturaleza y la historia.
Lejos de las instituciones de cultura, las reuniones entre amigos se convierten en ágapes donde la creatividad, la libertad de expresión, el trabajo solidario y libre abre un mundo alternativo. Imaginemos cayendo la tarde, lentamente se hace noche el mezcal y los pensamientos provocadores fluyen, desprendiéndose entre los asistentes formas, texturas y colores.
Nuevas plasticidades que visualmente expresarán la visión soñadora de interpretar el mundo a través del mezcal. Aquellos artistas en 2017, gestaban el origen de una tradición que entrecruzara la milenaria historia de los agaves, los maestros productores de mezcal, con la necesaria promoción de la costumbre y cultura de esta bebida en nuestra región y el país.
“Los 12 apóstoles del mezcal” se han unido por la pasión del disfrute y consumo del mezcal generando obras que anualmente se convierten en una exposición que le rinde culto.
Dany Hurpin fotógrafo y curador, promotor desde hace nueve años, organiza las exposiciones en Cuernavaca y este año presenta una basta selección de las obras que se han generado durante este tiempo, incluyendo a todos los artistas. “Queremos dar a conocer la experiencia y las leyendas alrededor del mezcal. Queremos estimular la imaginación del público.”
José Luis Calzada, pintor duranguense radicado desde hace diez años en Morelos, uno de los integrantes y fundador del colectivo nos cuenta que una tarde de mezcales deciden armar una exposición colectiva sobre el mezcal. Un poco en broma, un amigo, Leonel Maciel los bautiza como los doce apóstoles del mezcal, arrojándoles mezcal a los ahí reunidos. Así es el origen de esta experiencia.
Una característica esencial del apóstol es la divulgación de un mensaje y para el caso sería la valoración de una bebida de gran fuerza cultural en México.

Producir el mezcal es una actividad artesanal realizada por campesinos mexicanos desde hace generaciones, quienes echan mano de agaves silvestres o procuran cultivarlos desde mediana escala. Producir un mezcal implica años de paciencia, tiempo en que la tierra imprime sus sabores al agave.
Según palabras de Dany Hurpin “México tiene casi 2 millones de km cuadrados y en todo el territorio se pueden encontrar 150 especies de agave, de las cuales 120 son endémicas de este territorio”. Los productores artesanales de mezcal han sido castigados por las normas oficiales, que les niegan a proporcionar los servicios de certificación a los productores, impidiendo la comercialización formal del producto (NOM 070-SCFI- 2016).
Así la producción industrializada acapara el espacio de comercialización, en detrimento de la economía de los productores artesanales y la calidad del mezcal. Observando el fenómeno de la apropiación cultural en estas prácticas. Un apóstol del mezcal apuesta al reconocimiento de los maestros mezcaleros y la defensa de la tradición artesanal.
Alejandro Aranda expone obras elaboradas en punta seca, nos despliega collages de ensoñación mezcalera donde los personajes principales son las mujeres, el erotismo, el néctar del agave. Conviven el paraíso y el infierno en un sólo trago de mezcal. Y la tierra presente con sus habitantes: insectos, aves, gusanos nutren los agaves que van dando el sentido del placer y caos.
La virtud de los símbolos de la cultura popular mexicana son reflejados en los cuadros seleccionados de Brenda Garcia Lara/GaLa. Aparecen El Tecuan, El Xoloitzcuintle, y Lupita la muñeca de cartón, creando un diálogo entre el mundo espiritual y el físico, con la famosa frase de “Para todo el mal mezcal…” y para todo el bien también!
La técnica experimental de fotografía intervenida: linotipo sobre fotografía y el cuadro elaborado con acrílico, linóleo y tinta china, componen el culto simbólico al mezcal que Dany Hurpin ha acuñado a lo largo de esta experiencia como mezcolatra.
“Ve y dile a mis hermanos” (Juan 20:17) Ese fue el mandato del Resucitado a una mujer, haciendo de María Magdalena, la apostola de los apóstoles. Así, Efrén Galván nos deleita con su interpretación de “La Magdalena del Mezcal”

Mafer Rejón con su obra hace de los colores una contundente afirmación sobre la divinidad y los terrestres del mezcal, como una bebida para iniciados. Templanza siempre con nosotros.
Flores de cáctaceas colorean el desierto y enmarcan a la mujer amante poética. El fuego, el mezcal y la luna, son elementos presentes en el óleo sobre tela del maestro José Luis Calzada. También se presenta un cuadro especialmente inspirado en las tardes del Pastis, donde las ensoñaciones del mezcal fluyen al parejo con mujeres y amigos que van recorriendo los estados del mezcal.
Leonel Maciel autor del hermoso collage que representa el ágape de la convivencialidad y el espíritu reunido en la creatividad mezcalera. “La eyaculación de los mezcales” por Charancel Andrógino y “La tlacuacha borracha” nos dan cuenta del fértil erotismo pleno de colores que juegan alegremente en la obra de Maciel.
Nos platica el maestro José Luis Calzada “Más allá del colectivo y la amistad se ha formado una fraternidad. Al llegar a Cuernavaca, conocí a Leonel y Quijano, fue por ellos que conocí el Pastis. David ha compartido restaurante, casa, familia y amistad de manera generosa”.
El Museo del Tequila y el Mezcal ubicado en Plaza Garibaldi. Es una estructura minimalista de tres pisos que destaca armonizando con las construcciones históricas que constituyen la Plaza. Se puede encontrar un bar en la planta baja, para disfrutar de las amenidades del folclor tradicional de nuestro país.
En el segundo piso hay una terraza restaurante donde la vista de la ciudad, sus barrios antiguos y de la fiesta interminable de la plaza, es una agasajo a los sentidos. Y para asomarse a la historia de mezcal, en el tercer piso se encuentra una sala en la que se presenta el proceso del mezcal y se exhiben decenas de botellas con diseños extraordinarios que hacen gala al culto al mezcal. En ese mismo tercer piso, se encuentra el salón de “Los 12 Apóstoles del Mezcal”, imperdible en tu visita al centro de la Ciudad de México.
