Norma Julieta del Río Venegas
El 25 de noviembre es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Con esta fecha, la ONU da inicio a 16 días de activismo que finalizan el 10 de diciembre con el Día Internacional de los Derechos Humanos. De esta manera, se le recuerda a los países miembro —entre ellos a México— su compromiso y responsabilidad por impulsar políticas públicas que erradiquen la violencia de género y consoliden la igualdad sustantiva.
Datos de la ONU y del INEGI revelan cómo, en el mundo y en México, la violencia contra mujeres y niñas, es una de las violaciones de derechos humanos que se ejerce de manera generalizada y sistemática. A nivel global, 736 millones de mujeres (cerca de una de cada tres) han sido víctimas de violencia física y/o sexual al menos una vez en su vida . En nuestro país, el 70.1% de mujeres de 15 años y más han experimentado al menos un incidente de violencia (psicológica, económica, física, sexual, patrimonial o discriminación) en su vida.
Las cifras pueden parecer un poco abstractas, sin embargo, las manifestaciones de la violencia pueden tener múltiples rostros. Acoso; desigualdad salarial; responsabilidad total o parcial en los cuidados de otras personas (infancias, personas enfermas o personas adultas mayores); reproducción de estereotipos sobre sus cuerpos y el ejercicio de su sexualidad; trato diferenciado en el acceso a la justicia, feminicidios, entre otros casos, son ejemplos concretos de cómo la violencia de género sigue limitando el pleno desarrollo de las mujeres.
Es preciso pasar del análisis a los hechos. El nuevo gobierno federal ha decidido impulsar una agenda de derechos para las mujeres, cuestión que me parece positiva y necesaria. Las últimas reformas presentadas para garantizar la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres son un primer paso en el camino hacia un país más justo e igualitario. Lo siguiente es que las instituciones vuelvan realidad lo que quede plasmado en la ley. En el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección d e Datos Personales (INAI) llevamos varios años impulsando esta agenda.
Herramientas de transparencia como aliadas
La Plataforma Nacional de Transparencia —herramienta gestionada y protegida por el INAI— es la base de datos más grande del país sobre información de instituciones públicas. A través de la Plataforma, la sociedad puede solicitar información a 7 mil 333 sujetos obligados, tanto a nivel federal como local. Para una mujer, la información que se encuentra en la Plataforma Nacional de Transparencia también se traduce en decisiones relevantes en su vida personal. Ahí puede enterarse de becas, concursos de innovación tecnológica, apoyos a madres solteras, o saber cuál es la instancia infantil que cumple con protocolos de seguridad.
Siempre recuerdo el caso de una mujer que, a partir de una solicitud de acceso a la información, quiso conocer qué escuelas de la Ciudad de México presentaban quejas y denuncias por posibles eventos de abuso sexual. A partir de ahí, decidió en qué escuela ingresaría su hija.
Una solicitud de información puede brindar a colectivos de mujeres, asociaciones civiles, periodistas o personal académico, diversos datos sobre la asignación, manejo y resultados de programas enfocados a temas de seguridad, apoyos sociales, instancias infantiles o despidos injustificados de trabajadoras.
Pensemos por ejemplo en alguien que desea participar en alguno de los programas en el ámbito federal o local que se enfocan en brindar créditos preferenciales para micros y medianas empresas encabezadas por mujeres. Si no conoce cuántos programas así existen o los criterios de selección y requisitos, una solicitud de información puede ayudarle a resolver esas dudas.
Para ello, la Plataforma Nacional de Transparencia contiene un “Buscador de Género”, un poderoso motor que identifica, a partir de temas y subtemas, el más mínimo detalle con perspectiva de género al interior de toda la información contenida en datos de obligaciones de transparencia, solicitudes de información y recursos de revisión. Dado que las mujeres somos consideradas como grupo en situación de vulnerabilidad, la perspectiva de género permite visibilizar las condiciones diferenciadas en las que mujeres y niñas ejercen su derecho de acceso a la información.
Utilizando el “Buscador de Género”, si buscamos la palabra “violencia”, encontramos 26 mil 949 solicitudes de información. Las personas le preguntan a las Comisiones de Derechos Humanos de los estados, a Poderes Judiciales estatales, a las Fiscalías, a Tribunales Electorales e incluso a Universidades y Secretarías federales sobre información de utilidad social que permitirá reducir la brecha entre mujeres y hombres.
La información es vital para que las mujeres ejerzan sus derechos a la justicia, a la educación, a la salud, a un medio ambiente sano y, por supuesto, a una vida libre de violencia.
Resoluciones que impulsan la igualdad sustantiva
Asimismo, en el INAI hemos impulsado una perspectiva de género en nuestras resoluciones, pues entendemos que las mujeres aún enfrentan múltiples obstáculos en su día a día que vulneran sus derechos. Vale la pena aclarar el proceso: si una persona solicita información a una autoridad federal pero no recibe la información requerida, se puede acudir al INAI a presentar una queja (recurso de revisión). De esta manera, el INAI es un árbitro entre autoridades y ciudadanía que emite resoluciones en materia de información pública y protección de datos personales.
Por ello, quiero resaltar algunos casos sobre cómo en el Instituto trabajamos de manera especializada para garantizar el acceso a la información y la protección de la privacidad de las mujeres. Una mujer solicitó a la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (CONAVIM) información sobre las Alertas de Violencia de Género, en específico los proyectos implementados y los recursos destinados. La omisión de la autoridad para entregar esta información es grave, si consideramos que estas alertas se activan por un estado de emergencia en razón de la extrema violencia contra las mujeres. En el INAI instruimos a que la dependencia rindiera cuentas.
La UNAM fue requerida para que entregara información sobre los documentos que muestren cómo aplica la perspectiva de género para proteger a sus alumnas ante casos de violencia vicaria y alienación parental. Dado que le entregaron información incompleta, acudió al INAI. Nuestra resolución instruyó a transparentar lo requerido para que en todos los casos se anteponga el bienestar de las víctimas.
Una mujer solicitó al IMSS Bienestar el expediente clínico de su difunta pareja, de quien afirmó ser concubina y tener un hijo en común. Sin embargo, a pesar de haber presentado la documentación necesaria, la dependencia le negó la información. Cuando analizamos el caso, determinamos que el IMSS-Bienestar fue negligente. Para esta mujer, conocer el expediente clínico de su pareja es una oportunidad para ejercer derechos prestacionales por viudez, servicios de salud, entre otras. Además, es preciso considerar que es madre; su hijo podría verse afectado si no cuenta con la información de las causas y tratamientos que recibió el padre .
Una mujer embarazada y su bebé fallecieron en el IMSS por supuestas negligencias médicas en el parto. Ante este acontecimiento, la madre de la mujer fallecida demandó al Instituto. Después de varios años y gracias al derecho de acceso a la información pública, ella pudo obtener el expediente de responsabilidad patrimonial para exigir justicia e indemnización por lo sucedido. En nuestro país se estima que tres de cada 10 mujeres han sido víctimas de violencia obstétrica, lo cual muestra que es una violencia arraigada e institucionalizada.
Estos son algunos ejemplos de cómo las instituciones pueden violentar directamente los derechos de las mujeres al actuar reproduciendo estereotipos, nociones de inferioridad o ejerciendo asimetrías de poder. Las resoluciones del INAI en esta línea han sido posibles gracias al Protocolo de Referencia para incorporar la Perspectiva de Género, al Observatorio de Resoluciones en materia de Acceso a la Información Pública con Perspectiva de Género y el Buscador de Género en la Plataforma Nacional de Transparencia, entre otras implementaciones sustantivas. La aportación del INAI —y de los organismos de transparencia en los 32 estados del país— es real y palpable y mejora la calidad de vida de las personas, incluidas las mujeres.
Comisionada del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales @JulietDelrio