Con la mayor sonrisa que se le conoce y con un semblante de plena satisfacción, como de quien logra un triunfo más, el presidente Andrés Manuel López Obrador materializó, antes de mediodía su monumental proyecto: el Tren Maya.
Esta mañana fue inaugurada, la primera etapa del tren, de Campeche a Cancún, y en los meses siguientes, los otros tramos que tienen una longitud de mil 500 kilómetros.
El presidente, acompañado por la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, el Secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, y los dignatarios de las firmas constructoras, procedió a develar con solemnidad la placa conmemorativa que rinde homenaje a la confluencia de esfuerzos, tanto nacionales como extranjeros, que convergieron en la materialización de esta magna obra.
El tramo inaugural, que conecta las tierras de Campeche con el codiciado destino turístico de Cancún, se presenta como un vínculo concreto entre algunas de las comunidades más desfavorecidas del país y una de las regiones más prósperas. En el metal de la placa, se dice: «El gobierno de la República inaugura el tramo Campeche-Cancún del proyecto integral Tren Maya, obra ferroviaria en la que participaron mujeres y hombres trabajadores de la construcción, técnicos y proveedores nacionales y extranjeros, así como las empresas constructoras: Mota-Engil, Grupo Carso, Azvndi, ICA y Alstom; este proyecto será referente para impulsar el desarrollo económico y turístico de la región sureste del país en beneficio del pueblo de México».
La gesta de esta inauguración no solo reside en el trazo de rieles y la interconexión de destinos, sino en la visión estratégica que busca catapultar el desarrollo económico y turístico en el sudeste mexicano, aportando a la prosperidad de sus habitantes.
Redacción
