Desde hace dos meses, el gobierno de Javier Milei anunció la creación de la Unidad de Inteligencia Artificial Aplicada a la Seguridad (Uiaas), la cual se concretó el día de ayer mediante la resolución 710/2024 con el objetivo de realizar “patrullaje de las redes sociales abiertas, aplicaciones y sitios de Internet, así como la llamada Internet profunda o dark-web” lo que permitirá, según el gobierno argentino, el monitoreo de grupos criminales y prever probables disturbios.
La Uiaas está controlada por la ministra de seguridad, Patricia Bullrich. La aplicación de estas herramientas tecnológicas vuelve mucho más vulnerables algunos derechos fundamentales como la libertad de expresión y el uso lúdico de las plataformas digitales, pues la encargada de la seguridad en el país sudamericano ordenó a la policía allanar la vivienda de un joven para acceder a sus cuentas, ya que el muchacho de Buenos Aires escribió en Instagram que le dispararía en la cabeza al presidente argentino.
La ministra justificó que la actitud del joven demostró “un pensamiento ideológico con vínculos comunistas que podrían llegar a realizar acciones que atenten contra el orden público”.
Bullrich ordenó el arresto de tres hombres de origen árabe porque supuestamente intentaron atentar contra el gobierno; ante la escasez de pruebas, un juez los dejó en libertad.
Todos aquellos que disiente de la política desregulatoria del gobierno de Milei al igual que de sus propuestas de seguridad son “sospechosos peligrosos”.
La aplicación de la Uiaas también implica reconocimiento facial, así como “patrullar mediante drones áreas extensas, proporcionar vigilancia aérea y responder a emergencias”. Esta medida puede interpretarse como espionaje gubernamental.