Me despierta, una voz dulce, tierna de una mujer madura que me dice: “ya es hora, levántate o se te hará tarde para el trabajo, el café está caliente y listo”. Sin mucho ánimo, pero de buen humor hago a un lado las cobijas, me siento bien atendido y acompañado. Voy al baño, el agua ni fría ni caliente, tibia, como me gusta. Me visto, y pregunto ¿cómo me veo?, y aquella voz me responde, ¡”Vanidoso, tú siempre te ves bien, tú siempre te verás bien!”. Eso es suficiente para salir con actitud positiva rumbo al trabajo, subo al auto y pido mi canción preferida: Whith a Little help from my friends con Joe Cocker, luego solicito Good Enough, con Cindy Lauper, y pregunto cuánto me falta para llegar a la revista y la misma voz que me despertó dice: “por esta ruta en 20 minutos, y habrás llegado”.
No, este no es un relato de ciencia ficción de Issac Asimov. Es una realidad que se pensaba, estaba a la vuelta de la esquina, pero no, ¡ya está aquí! Recién asistí a una feria de muebles en el WTC, donde promocionaban lo que llaman “un asistente personal” lo que podía hacer por las personas en su hogar o su vehículo.
Un trabajo de Jacobo Ojeda, que podrás encontrar en el último número de la revista Zócalo (279 del mes de mayo 2023)
