El manejo informativo que los medios de comunicación están otorgando al genocidio de Gaza
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El manejo informativo que los medios de comunicación están otorgando al genocidio de Gaza

Alicia Alarcón

Bajo la complicidad de la prensa conservadora, los discursos mediáticos han sido fundamentales para moldear la percepción mundial de conflictos internacionales, en particular el de la ocupación y genocidio por parte del Estado de Israel a Palestina.

Sobre este terreno reflexiona Francisco Daniel Abundis Mejía, doctor en Ciencias Políticas y Sociales por la UNAM y profesor del Tecnológico de Monterrey campus Guadalajara, quien advierte que los grandes capitales de los medios informativos han contribuido a reforzar una narrativa plagada de errores y orientada a victimizar a las comunidades judías, frente a las comunidades árabe-palestinas como bestiales, incivilizadas y terroristas. Con este punto de partida inicia la entrevista.

El académico Francisco Daniel Abundis Mejía, doctorado con la tesis “Israel/Palestina: los obstáculos a la fórmula de los dos Estados”, ahonda sobre este tipo de narrativas, así como sobre las proyecciones de un Estado palestino que se han desvanecido, la poca voluntad de la comunidad internacional para imponer sanciones que obliguen al Estado de Israel a poner fin a la ocupación que ejerce sobre territorio palestino y, en gran medida, a la perpetuación del conflicto.

Por otro lado, de cara al 80 aniversario de la Organización de Naciones Unidas, el académico señala que aun cuando muchos Estados hablan de reconocer a Palestina, esto no va a poner fin a la ocupación, y se pregunta “¿dónde están las sanciones a Israel? ¿Sobre qué fronteras se va a constituir un Estado palestino? Gaza está destruida. La violencia en Cisjordania se mantiene, hay un colonialismo de asentamiento con las migraciones, y sigue la construcción de vivienda ilegal. Hablamos de una simulación en medio de quienes hablan desde Naciones Unidas de que Israel está perpetrando genocidio en territorio gazatí”.

¿En qué consiste la complicidad de los principales medios informativos del mundo? Sin duda hay toda una maquinaria de desinformación.

-El doctor Norman Filkestein, israelí crítico al sionismo, realizó un trabajo sobre la industria del holocausto; habla de cómo el Estado de Israel, en distintas plataformas, se ha servido del holocausto para generar dividendos bastante lucrativos, para mantener ejes de propaganda, para mantener un discurso homologado en torno a la causa judía, y cómo esto se ve de manifiesto a través de la prensa, de las industrias recreativas y culturales. Es decir, cómo ha construido un discurso de víctima en función del holocausto que sigue siendo financiado por el gobierno alemán porque después de Estados Unidos, Alemania es el segundo actor que más dinero invierte a Israel en materia de equipamiento militar. Es hablar de capitales sionistas que al final establecen una agenda, y marcan la pauta para hablar de Israel en función de sus propios intereses. Deshumanizan al palestino, bestializan al palestino mientras que seguimos apelando a una lógica de antisemitismo cuando claramente estamos viendo una respuesta brutal por parte del Estado de Israel. Es la misma prensa la que desdibuja claramente la diferencia entre sionismo y semitismo porque no hay una clara diferenciación. La prensa no desmenuza qué es el sionismo, pero cualquier crítica que vaya a Netanyahu o al Estado de Israel es antisemitismo. Seguimos interpelando al discurso antisemitismo.

Esta narrativa confunde mucho; el israelita como víctima y el árabe-palestino como terrorista. Sin embargo, claramente se observa una política de exterminio hacia el pueblo palestino.

Me gusta apelar a los autores: lo que dice Ilan Pappé tiene un texto que es sobre la limpieza étnica de Palestina. Sí creo que hay un proceso de limpieza étnica que no comienza el 7 de octubre. El grave error que cometemos es seguir con un discurso que habla del denominado conflicto palestino-israelí. Aquí no hay conflicto, aquí hay una ocupación, que son dos cosas distintas.

No es guerra, no es conflicto, ¿es neocolonialismo?

-Justo ahí es donde entra Ilan Pappé (La limpieza étnica de Palestina), nos dice que en realidad lo que se vive en Palestina se ha vivido desde el siglo XIX, y se potencializó con la creación del Estado de Israel en 1948. Son dos cosas: por un lado, es un colonialismo, un asentamiento. Por otro lado, es un proceso de limpieza étnica, que de manera gradual y progresiva ha venido no solamente expulsando a la población indígena palestina del territorio de la Palestina histórica, sino que por otro lado, a través de distintas violencias, particularmente del aparato del Estado de Israel, ha venido eliminando de manera sistemática a la población de Palestina a través del proceso de ocupación que arranca con la creación del Estado en 1948; que se recrudece en 1967 cuando Israel ocupa Gaza y Cisjordania, y que al día de hoy estamos viendo este aparato político de la extrema derecha al interior del sionismo que hace valer ese Estado bélico, agresivo y que lo vemos violentando civiles.

Aunado a lo anterior, ¿cuál es tu opinión respecto al control de los medios de comunicación tan ligados a la perspectiva del sionismo? ¿Cuáles son los periódicos que desde tu perspectiva controlan la información sobre el tema de Gaza?

-Más que capitales judíos son capitales sionistas. Hay capitales de origen judío, pero están contra la ocupación, contra la violencia. Pero también existen medios que son más sionistas que otros. En la propaganda son mucho muy obvios. Todos aquellos que están ligados a la lógica del American Israel Public Affairs Committee (AIPAC), como Fox News, medio sionista, que ha apoyado históricamente los posicionamientos a favor de Israel; BBC, que ha blanqueado la lógica del genocidio. Asimismo, The New York Times, a pesar de que tienen buenos columnistas que cuestionan el statu quo… otros con sede en Israel, como Haaretz, que va a ser más crítico con algunos columnistas como Amira Hass; Jerusalem Post tiene un sesgo más a la extrema derecha, es un texto mucho más del gobierno israelí. Por otra parte, diarios como El País tienen columnistas del primer nivel porque muchos son arabistas: Luz Gómez e Ignacio Alvarez Osorio. En México tenemos diarios sin fobias como La Jornada, ya que durante mucho tiempo tradujo los textos de Robert Fisk, muy críticos del genocidio. Tenemos medios como El Universal y Reforma que han tenido un posicionamiento más apegado al sionismo. En Argentina, El Clarín tiene una tendencia hipersionista.

¿Y las redes como influyen en la información?

-Las nuevas generaciones consumen poca prensa escrita, pasa mucho por la lógica de las redes, pero también nos lleva mucho a la desinformación. El 7 de octubre fue un punto de partida de resonancia de mentiras que se dieron por verdades de ambos bandos: La primera gran mentira que se dijo hace casi dos años fue el asesinato de bebés por parte de Hamás. Una fake news que al día de hoy se sigue reproduciendo desde el establishment sionista, y que ya se comprobó en contadas ocasiones que esto no había sucedido. Así seguimos reproduciendo esta narrativa en donde las muertes de palestinos son bajas de terroristas, y por otro lado las muertes de israelíes son bajas civiles. Ese doble discurso abunda mucho más a nivel red social que en el diario, que de alguna manera el columnista ya tiene un prestigio o una posición de por medio.

Las organizaciones humanitarias están haciendo lo que muchos Estados no han hecho: tratar de romper el cerco, buscar llevar ayuda humanitaria en Gaza. Ponen de manifiesto la necesidad por parte de Israel de que rompa el cerco para que ingrese la ayuda humanitaria. ¿Cómo le afecta a Israel?

Afecta mucho a Israel porque si bien no han llegado las sanciones, cada vez más son las personas que empiezan a decir: el Estado de Israel es un Estado paria, es un Estado canalla, es un Estado que está cometiendo genocidio, que está utilizando el hambre como arma de guerra, que ejerce desplazamiento forzado a más de dos millones de personas, que mantiene redadas en Cisjordania.

¿Cómo observas la cobertura de los medios respecto a la caravana humanitaria?

-Depende qué medio la cubra. Ha sido muy mediático; unas más que otras. La cobertura que se dio a  “Madleen”, aquella donde iba Greta Thunberg, pone de manifiesto la necesidad por parte de Israel de que rompa el cerco, de que ingrese la ayuda humanitaria. Israel deportó a Greta, pero no la iba a violentar físicamente porque hubiera generado un gran problema diplomático con el Estado sueco. Hay otras como la actual (“La flotilla”), que está siendo menos mediática, particularmente porque observo una normalización en los medios de la situación en Palestina. No se da una cobertura profunda de decir que Israel violenta el derecho internacional al invadir y ocupar Gaza, que es un territorio ocupado. Bajo esa perspectiva no se la ha dado la cobertura que debería tener.

Esto que ocurre en Gaza, de que está destruida, ¿en tu opinión, piensas que es un experimento de exterminio, de neocolonización y que pueda ocurrir en otros lugares, en otros países?

-Sí puede pasar en otros países, ciertamente. Tanto como un experimento no lo sé, porque creo que la lógica del sionismo siempre fue clara, es decir, Israel no está experimentando. El proyecto del sionismo era ése, siempre lo fue. En realidad, desde que se crea el Estado tenía una composición de colonialismo, de asentamiento y de limpieza étnica. El rostro del sionismo siempre fue ése: Israel no ha experimentado, Israel parte de una premisa de colonialismo de asentamiento de limpieza étnica desde 1948. El que mejor lo describe es Ilan Pappé en su libro: no estamos en medio de un experimento, estamos en medio de un proceso colonial inacabado. Lo dice Netanyahu, lo dice Smotrich, el ministro de Finanzas, la idea de la extrema derecha israelí es recuperar esa perspectiva bíblica del Gran Israel, que es un proyecto bíblico que abarca desde el Nilo al Éufrates básicamente, como territorialidad del pueblo judío. Claramente también es una utopía porque implica las soberanías árabes. Pero Israel se ha venido expandiendo a costa del territorio palestino desde 1947.

¿Cuál es tu pronóstico, qué va a suceder?

-Hacer prospectiva es lo más difícil con el tema de Palestina. El Medio Oriente no tiene palabra de honor. Una coyuntura política puede dar un giro en cualquier momento. A Israel le conviene la normalización y la perpetuación del conflicto. Por otro lado, si no hay un freno, si no hay sanciones al Estado de Israel, y aquí quiero citar a la periodista Luz Gómez García justo cuando comenzó la crisis, el 7 de octubre de 2023: “No dejemos que nuestra generación pueda presenciar en tiempo real este genocidio”. Pienso que si no actuamos como sociedad, especie humana, después nos vamos a estar lamentando. No es poca cosa, son 70 mil muertos, son desplazados, son violencias constantes en siete décadas de ocupación israelí. Es muy importante seguir alzando la voz, seguir denunciando los crímenes de Israel porque si no, como especie humana ya demostramos que no tenemos el suficiente raciocinio como para evitar que estas cosas sucedan. Criticar al Estado de Israel no nos hace antisemitas. Criticar a Netanyahu no nos hace antisemitas. Estamos en un punto de inflexión en donde tienen que venir sanciones para Israel por parte de la comunidad internacional, y si no la misma sociedad tiene que estar dando la espalda como Estado paria para que vaya cayendo el régimen, como pasó en Sudáfrica, y eso abra la puerta para un largo proceso de reconocimiento de un Estado palestino.

Para el académico Abundis Mejía, el tema de los dos Estados es un mito, es una invención de Europa. En realidad, como están los hechos en el terreno no están las condiciones para un Estado palestino, señala. “Yo lo plantee desde mi tesis doctoral. Los hechos en el terreno es que tiene que haber un Estado binacional, democrático, secular y con igualdad de derecho para los dos pueblos. El debate pasa por ahí, ya no tendría que pasar por dos Estados porque no hay terreno para dos Estados.  Un Estado binacional: los palestinos y las comunidades judías”.

Esto que planteas, un Estado binacional, ¿no te parece utópico?

-Es utópico, pero no es un planteamiento mío reciente. Es un planteamiento que ha estado en la agenda política palestina-israelí desde la década de los veintes. Incluso los sionistas más ilustrados de esa década, como Martin Buber y Hannah Arendt, hablaban de una federación en este tema. Es complejo, es utópico, pero también es utópico el tema de los dos Estados. No hay cabida para un Estado palestino en este momento. Gaza está destruida, y por otro lado Cisjordania está balcanizada con los asentamientos.

9 de octubre de 2025