Balbina Flores
En el Día Mundial de la Libertad de Prensa este 3 de Mayo, vale la pena tomarnos un tiempo para reflexionar cada uno desde sus respectivas trincheras sobre lo que significa este día; frente a un panorama más que gris para la Libertad de Prensa en el mundo, a partir de los hallazgos que Reportero Sin Fronteras, ha dado a conocer en su Clasificación Mundial de Libertad de Prensa 2025.
La organización refiere que “mientras la libertad de prensa sufre un retroceso alarmante en muchas regiones del mundo, un factor decisivo, a menudo subestimado, debilita profundamente a los medios de comunicación: su situación económica, concentración de la propiedad, presiones de los anunciantes o de los inversores, ausencia, restricción o asignación opaca de ayudas públicas”.
Al valorar todos estos aspectos medidos por el indicador económico, uno de los cinco que emplea Reporteros Sin Fronteras para su Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, indica “se impone una conclusión en su balance 2025, los medios en el mundo “se encuentran actualmente atrapados entre la garantía de su independencia y su supervivencia financiera”, nada más grave para una prensa que cada año ha visto deteriorase su situación por la violencia física una de las más visibles e imposible de no ver.
La organización analiza con mirada crítica el pulso de la prensa en el mundo en esta ocasión el indicador económico, donde la Clasificación señala “ cae a su nivel más bajo y la situación de acuerdo a este indicador refiere que la situación global es grave, lo que ha derivado en el cierre masivo de medios de comunicación.
En 160 países de 180 analizados por RSF los medios de comunicación no logran alcanzar la estabilidad financiera y en casi un tercio de los países del mundo el cierre de medios es contante por la persistencia de dificultades económicas.
México en 2025, cae en su puntuación a la posición 124
México el país más peligroso para hacer ejercer el periodismo, registra una fuerte caída en su indicador económico y baja tres posiciones en comparación al año pasado (121). Sobre el indicador de seguridad México cae aún más con la siguiente puntuación que puede verse en la tabla siguiente:

Américas: La crisis económica y democrática debilita la libertad de Prensa
La organización en su Clasificación advierte, “el periodismo en América se enfrenta a retos estructurales y económicas persistentes; la concentración de medios de comunicación, fragilidad de los servicios públicos de información y precariedad de las condiciones laborales. En los últimos años, el colapso de los modelos económicos tradicionales de los medio ha agravado la crisis. Mientras los ingresos publicitarios migran a las plataformas tecnológicas globales y los hábitos del público evolucionan, las redacciones se reducen, y la independencia editorial se debilita. En la Clasificación de Libertad de Prensa 2025, 22 de los 28 países en la región, registran descensos en su indicador económico.
Una situación grave lo que lleva a algunos medios de comunicación a ponerse al servicio de intereses políticos o comerciales, mientras que otros por falta de recursos se contentan con difundir informaciones oficiales. En estas condiciones la autocensura se convierte en un reflejo de la supervivencia. A medida de que el periodismo pierde su función de informar sobre temas de interés general la propaganda y la desinformación llenan este vacío poniendo en peligro la estabilidad democrática.
En este contexto las grandes amenazas para el periodismo en el continente están, por un lado en Estados Unidos: el cierre de medios, el surgimiento de desierto informativos y la desinformación. Mientras que la presiones crecientes en un contexto se deriva autoritaria en países como Argentina (87) que caído 47 posiciones con un presidente que propaga un discurso estigmatizante hacia periodistas y desmantela medios públicos, utilizando la publicidad estatal como una arma política, el país se ha desplomado 47 posiciones en dos años.
En otra país Perú (139) posiciones la libertad de prensa ha decaído 53 puestos menos desde 2022 bajo el efecto del acoso judicial entre otros. Mientras que El Salvador continúa su caída (135), acumula un descenso de 61 posiciones en la tabla desde 2020 bajo el gobierno de Nayib Bukele.
En Centroamérica, Nicaragua donde no hay lugar para el periodismo, el país se ubica en el ranking en el fondo de la tabla, en el lugar más bajo de la Clasificación Mundial convirtiendo a este país con la peor puntuación en América Latina, donde el régimen Ortega-Murillo han erradicado los medios independientes, han retirado la nacionalidad a numerosos periodistas y han empujado a centenares al exilio. Venezuela (160) se mantiene como uno de los países peores evaluados entre la censura generalizada y la persecución judicial a periodistas.
Mientras que Haití (111), enfrenta el colapso del Estado y la violencia de las bandas ha convertido al periodismo en una profesión de alto riesgo.
Pero no todo es negro, Brasil (63) continúa su recuperación tras la era Bolsonaro. Desde 2022 el país a ganado 47 posiciones de manera continua. Un aspecto a destacar es la mejoría económica, Brasil es uno de los pocos países en la región que registró una mejora en este indicador en 2025.
La situación de la prensa en el mundo
34 países destacan en el cierre de masivo de medios que han disparado el exilio deperiodista en los últimos años, entre estos países se encuentra Nicaragua (172), Bielorrusia (166); Irán (176), Birmania, Sudán (158), Afganistán (156) y Azerbaiyán (167), donde las dificultades económicas se suman a las presiones políticas.
Un dato revelador de la Clasificación es como la hegemonía de las plataformas, concentración de medios, debilita a un más a los medios, ya de por sí maltrecho indica la organización; “ los llamados “GAFAM” (Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft) en la distribución de la información. Sus plataformas, mayoritariamente no reguladas, acaparan una parte cada vez mayor de los ingresos publicitarios que normalmente deberían sustentar al periodismo. La inversión total en publicidad en las plataformas sociales ascendió en 2024 a 247.300 millones de dólares en 2024, lo que supone un aumento del 14 % respecto a 2023. No contentas con debilitar el modelo económico de los medios, las plataformas también contribuyen a la proliferación de contenidos manipulados o engañosos, intensificando los fenómenos de desinformación” advierte la organización en su análisis. Además de esta pérdida de ingresos publicitarios, que erosiona la economía de los medios y les obliga a adaptarse, la concentración de la propiedad es otro factor que contribuye al deterioro del indicador económico en la Clasificación de la Libertad de Prensa y constituye una amenaza para la pluralidad del periodismo.
En 46 países, la propiedad de los medios está muy concentrada, o en ocasiones totalmente en manos del Estado, según el análisis de los datos del ránking.

En países bien posicionados como Australia (29º), Canadá (21º), Chequia (10º) y Finlandia (5º), esta hiperconcentración es también motivo de preocupación. En Francia (25º, -4 puestos), una parte significativa de la prensa nacional está controlada por un puñado de grandes fortunas. Esta creciente concentración limita la diversidad editorial, aumenta el riesgo de autocensura y plantea serias dudas sobre la independencia real de las redacciones frente a los intereses económicos o políticos de sus accionistas.
De hecho, la injerencia de los propietarios no hace sino agravar la situación. En más de la mitad de los países del mundo (en concreto, en 92) evaluados por la Clasificación, la mayoría de los encuestados señala la existencia de limitaciones frecuentes o sistemáticas de la independencia editorial de las redacciones por parte de los propietarios de los medios. En Líbano (132º), India (151º), Armenia (34º) o Bulgaria (70º, -11), son muchos los medios que deben su viabilidad al control económico condicionado de personalidades políticas cercanas al poder o al mundo empresarial. Esta injerencia se torna “sistemática” en 21 países, como Ruanda (146º), Emiratos Árabes Unidos (164º) o Vietnam (173º
Los resultados de la Clasificación alertan, desde hace más de diez años, sobre el deterioro global que sufre la libertad de prensa en el mundo. En 2025 se ha cruzado una nueva línea roja: la puntuación media de todos los países evaluados ha caído por debajo de los 55 puntos, el límite marcado para calificar la situación de la libertad de prensa como “difícil”.
Más de seis de cada diez países (112 en total) registran retrocesos en la Clasificación, y, por primera vez en su historia, las condiciones para el ejercicio del periodismo son “malas” en la mitad de los países del mundo y “satisfactorias” en menos de uno de cada cuatro.
En 42 países, que representan a más de la mitad de la población mundial (56,7 %), la situación se considera “muy grave”: la libertad de prensa es inexistente y el ejercicio del periodismo es especialmente peligroso. Es el caso de Palestina (163º), donde desde hace más de 18 meses el ejército israelí masacra al periodismo y ha matado a cerca de 200 profesionales de la información –al menos 43 de ellos en el ejercicio de su trabajo–, e impone un bloqueo informativo sobre el enclave asediado. Mientras, Israel (112º) prosigue su declive en la Clasificación (-11 puestos).