Congreso de la Ciudad de México: balance del primer año de la III Legislatura
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Congreso de la Ciudad de México: balance del primer año de la III Legislatura

Martha Ávila*

El pasado 26 de mayo en el Congreso de la Ciudad de México clausuramos el segundo periodo ordinario de sesiones del primer año de la III Legislatura. Durante este primer año legislativo, el Congreso de la Ciudad se desempeñó en sus diversas funciones como órgano generador de leyes, órgano fiscalizador de los demás poderes, vigilante de la acción de los gobiernos y como un espacio para la deliberación pública.

El análisis y balance sobre el trabajo del Congreso durante este primer año de actividades debe realizarse en dos vertientes: una cuantitativa, basada meramente en los números de iniciativas, puntos de acuerdo y dictámenes presentados y aprobados; y otra, cualitativa que, en mi opinión, es la más importante, pues más allá de cuántas iniciativas presenta tal o cual diputado, hay que valorar la relevancia de lo que se aprueba y discute en el pleno.

Hasta el cierre del segundo periodo ordinario en mayo pasado, celebramos 106 sesiones, de las cuales 74 fueron ordinarias, doce solemnes (para conmemorar fechas relevantes del calendario cívico o entregar medallas a personas destacadas de la ciudad) y veinte más fueron sesiones especiales del Congreso en su carácter de Constituyente Permanente para la aprobación de reformas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Hasta el 31 de mayo se había presentado un total de 918 iniciativas de ley, de las cuales 897 fueron por parte de los grupos parlamentarios, quince de la Jefatura de Gobierno, cinco de los organismos autónomos y cinco de las y los alcaldes.

Uno de los datos más relevantes de este año fue que la ciudadanía, en ejercicio de sus derechos constitucionales, presentó una iniciativa ciudadana en materia de prohibición de las corridas de toros.

De igual forma, hasta el 31 de mayo, se habían presentado 774 puntos de acuerdo, de los cuales 332 fueron aprobados como de urgente y obvia resolución, 413 fueron turnados para su análisis en comisiones, el resto fueron desechados.

Hasta hoy, hemos aprobado un total de 85 dictámenes, de los cuales 60 fueron dictámenes a iniciativas de ley, once dictámenes a puntos de acuerdo, ocho dictámenes a nombramientos y el resto fueron archivados, por tratarse de dictámenes en sentido negativo. Otro dato muy importante es que hemos aprobado 20 minutas de reforma a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

En el aspecto cualitativo, habría que destacar los temas que se han desahogado. Uno de los más importantes es el de la iniciativa ciudadana en materia de prohibición a las corridas de toros, la cual ha sido la primera de esta clase que se aprueba en el Poder Legislativo de la ciudad.

Esta iniciativa ciudadana, al contar con un respaldo de 27 mil firmas de capitalinas y capitalinos, adquirió el carácter de preferente, lo que implicaba que debía ser votada en el pleno en un término constitucional y así fue. Se construyeron los consensos necesarios para que la iniciativa fuera discutida, votada y aprobada con modificaciones durante este segundo periodo de sesiones.

En mi opinión, el procesamiento de esta relevante discusión pública representa un hito en la democracia de nuestra ciudad y fue posible gracias a los mecanismos de participación que establece nuestra Constitución Política de la Ciudad de México.

Por otra parte, este año hemos aprobado iniciativas para favorecer el uso habitacional de las viviendas en la Ciudad de México y el apoyo económico vitalicio para medallistas paraolímpicos capitalinos; medidas en materia de género, de derechos culturales, diversidad sexual, derechos digitales, en materia de bienestar animal, deporte, educación, entre otras.

Asimismo, se han aprobado reformas que modifican de manera muy relevante el funcionamiento institucional en la Ciudad de México, como la reforma al Poder Judicial de la capital y la creación de cuatro nuevas secretarías en el Gobierno de la Ciudad de México.

También es importante mencionar que este año hemos tenido mucha actividad como parte del Poder Constituyente Permanente nacional, pues hemos aprobado 20 minutas de reforma a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de reforma al poder judicial federal, derechos de pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas, vivienda para personas trabajadoras, bienestar social, protección y cuidado animal, no reelección y contra el nepotismo electoral, soberanía alimentaria, apoyos a jóvenes, entre otras.

Por otra parte, entre los asuntos más relevantes que se aprobaron en el Congreso capitalino están los relacionados con los nombramientos de la persona titular de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad, las fiscalías especializadas y la persona titular del Instituto de Planeación Democrática y Prospectiva.

Quiero aprovechar este espacio para comentar algo que he dicho en otras ocasiones cuando se cuestiona la productividad del Poder Legislativo, pues muchos medios de comunicación buscan desacreditar el trabajo de las y los diputados porque el porcentaje de lo que se aprueba en contraste con lo presentado es muy bajo. Pero esto ni es incorrecto, ni significa que haya “parálisis legislativa”.

Desde un punto de vista jurídico, francamente es inadecuado que se pretenda aprobar todas las iniciativas que se presentan. Ello generaría una gran inestabilidad normativa e institucional, además de contradicciones. Los Congresos no son fábricas de producción en serie.

Para aprobar una ley se requiere viabilidad y consensos, y aunque se presenten miles de iniciativas no es posible ni conveniente aprobarlas todas.

Es verdad, el Poder Legislativo está para hacer normas, pero también para deliberar y reflexionar los asuntos públicos. No todos los problemas se resuelven a través leyes, sino que muchos de ellos se atienden mediante políticas públicas que nuestro Gobierno ya está realizando.

Más allá de la cantidad, debemos tomar en cuenta la calidad de lo que se aprueba. Y la actividad legislativa en la Ciudad de México ha destacado históricamente a nivel nacional e internacional por la relevancia de sus leyes y el impacto a favor del reconocimiento y protección de los derechos.

Las y los diputados de la cuarta transformación estamos trabajando de manera permanente para perfeccionar el orden jurídico de nuestra ciudad en favor de las y los capitalinos.

*Presidenta de la Mesa Directiva del Congreso de la Ciudad de México.  

28 de julio de 2025