Celebran amigos de Pedro Valtierra su medio siglo en el fotoperiodismo
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Celebran amigos de Pedro Valtierra su medio siglo en el fotoperiodismo

Ángel Sánchez Casillas

El Centro de la Imagen fue el mejor escenario para reunir a amigos y colegas de Pedro Valtierra Ruvalcaba, quienes celebraron su medio siglo en el fotoperiodismo, ya una referencia en la historia de la fotografía en México.

Adriana Malvido, Mauro Jiménez Lazcano, Ricardo Yáñez, Susana Rodríguez y Víctor Avilés respondieron al llamado para festejar la trayectoria del reportero gráfico, como él mismo se reconoce, quienes además comentaron el libro Sin miedo a la luz, donde se reúne las imágenes más emblemáticas del célebre fotógrafo, acompañadas con los textos de Élmer Mendoza, Pedro Mellado y Ricardo Yánez, autor de los pies de foto. Reconocieron su labor “como eminencia del mundo del periodismo”.

Aquel jueves 22 de mayo, la historiadora Susana Rodríguez destacó la admiración por el trabajo fotográfico de Valtierra, que incluso —comentó— la inspiró en su vida personal, pues muchas de sus investigaciones han sido sobre la propia obra del fotógrafo a través de las décadas.

Rodríguez analizó la foto de portada de Sin miedo a la luz, titulada “Protesta de sexoservidoras. Ciudad de México, 1998”, y en la que se observa a un grupo de mujeres con máscaras de calavera en un Día de Muertos, que exigen sus derechos como tra bajadoras. En la gráfica también se ve a una niña que acompaña a las mujeres.

Rodríguez contó que esa gráfica, de formato vertical, fue “censurada” por el diario La Jornada al publicarla en horizontal, recortando el número de mujeres y el rostro de la niña. Sin embargo, la historiadora destacó que ahora en el libro Sin miedo a la luz la foto de portada se muestra sin censura, y refleja la visión completa y cruda de su autor al captar la realidad social.

En su turno, Mauro Jiménez — quien conoce a Valtierra desde su juventud— narró los inicios profesionales del fotoperiodista cuando era un humilde bolero en la entonces residencia oficial de Los Pinos. En abril de1975 Jiménez lo acreditó como fotógrafo.

Pedro comenzó a aprender del oficio de la lente con los fotógrafos de Los Pinos y de la mano de leyendas como el “Chino” Pérez, Chito Rivera y uno de los últimos descendientes de Casasola, recordó Jiménez que un domingo, el entonces presidente Luis Echeverría solicitó un fotógrafo y sólo Valtierra estaba disponible, por lo que ese fue su debut al tomar gráficas en un evento del mandatario con campesinos. Años más tarde, el propio Valtierra buscaría a Echeverría para comunicarle que el rey de España, Carlos primero, le daría un premio de fotografía.

La periodista cultural Adriana Malvido, quien fuera aprendiz en el diario unomásuno junto a Valtierra, dijo que ese periódico les enseñó a trabajar desde una visión de crítica social, lo que dio pie a una oleada de izquierda en el periodismo.

En ese contexto, el fotorreportero realizó una ardua labor de retratar las regiones más convulsionadas de América Latina, donde vio mucho dolor e injusticias. “Pedro no hace una apología de la violencia, sólo nos lleva de la mano a la realidad del mundo. No le importó correr riesgos para exponer la verdad”, subrayó Malvido.

Las imágenes del libro, agregó, ya pueden catalogarse como “clásicas” en la categoría de la foto mexicana de prensa. También reconoció la habilidad de Valtierra para capturar las dos caras de la vida: desde los momentos más mundanos y maravillosos como el de un joven que trae a su perro a cuestas mientras anda en bicicleta, hasta los horrores de la guerra y el dolor de los campos de refugiados saharauis. “En la obra de Valtierra no hay más celebridades que la propia humanidad anónima sobreviviendo a las calamidades del mundo y buscando la libertad”, señaló Malvido.

Por su parte, el poeta Ricardo Yáñez leyó cuatro poemas inéditos sobre la vida y obra de Valtierra. Un poema trató sobre el nacimiento del fotoperiodista, evento por el que tuvo que llegar desde muy lejos una partera para ayudar en el alumbramiento. Ella tuvo que atravesar a caballo una región pantanosa en la que muchos sapos fueron aplastados por el animal.   Otro poema de Yáñez, al referirse a una de las fotos del libro —sin precisar cuál—, decía así:

Las palabras que digo por escrito que escribo y que no digo pero digo convocan la ilusión que necesito  en este andar al puro desabrigo por la vida necesaria esta carta de amor es más plegaria por que el amor esté siempre conmigo.

Finalmente, el periodista Víctor Avilés dijo que el México y las personas que Valtierra fotografió ya no existen más: “Son fantasmas olvidados. Siguen por ahí, pero no en el mismo lugar en que los encontró por primera vez el fotógrafo”.

Avilés resaltó la larga amistad con Valtierra y recordó que juntos vieron nacer los diarios unomásuno y La Jornada. Igualmente, ambos vieron “malograrse” dichos medios, por lo que Valtierra prefirió formar las agencias fotográficas Imagen Latina y luego Cuartoscuro.

Recordó que la única vez que vio a Pedro romper su profesionalismo como periodista fue cuando un par de evangelizadores estadounidenses pretendieron imponer y erradicar costumbres de un pueblo en alguna sierra de México. Ante ello, Valtierra dejó su cámara al pie de un árbol y arremetió contra esos invasores que atentaban contra la gente.

Avilés narró que Valtierra se fue formando en la ideología de izquierda, sobre todo en el sindicalismo y que él mismo organizó en gremios al personal de los diarios en donde laboró. “La izquierda perdió a un gran líder sindical, sin embargo, el periodismo ganó a un fotógrafo”, expresó. 

El periodista refrendó que no por tener 50 años de experiencia, la carrera de Valtierra esté acabada. “Aún tiene mucho camino por recorrer”, celebró

5 de junio de 2025