Luis Ángel Hurtado Razo*
El asesinato del alcalde de Uruapan (1 noviembre), Carlos Manzo, fue un trágico suceso que se agrega a la crónica de la violencia política de Michoacán, que se convirtió en un laboratorio de inmediatez e impacto en medios de comunicación y en las redes sociodigitales.
La cobertura de este magnicidio desnudó las fortalezas y debilidades del ecosistema informativo mexicano, donde la prensa tradicional compitió y, a menudo, fue desbordada por la velocidad imparable de las redes sociales. En este análisis, se aborda el tratamiento que los medios tradicionales (prensa, radio y televisión) dieron al suceso, contrastándolo con el impacto sísmico que tuvo la noticia en las plataformas digitales.
Choque de velocidades: prensa vs. redes sociales
El suceso, ocurrido en un punto neurálgico del estado, desató un torrente informativo cuya velocidad fue dictada por la tecnología:
Redes Sociales: el caos de la inmediatez
Las plataformas digitales (X, Facebook y TikTok) fueron el primer canal de difusión del trágico suceso.
Minuto Cero (El Rumor y la Confirmación Visual): La información inicial no provino de fuentes oficiales o periodistas acreditados, sino de vecinos y testigos, fotos borrosas y vídeos temblorosos del lugar del crimen se propagaron en segundos. Este torrente inicial fue crucial para establecer la agenda setting, pero trajo consigo un alto riesgo de desinformación, rumores infundados y datos incorrectos sobre el estado de la víctima, el número de atacantes y la ubicación exacta.
La emoción cruda: Las redes sociales amplificaron la reacción emocional de la ciudadanía y la clase política. El shock, la condena y el miedo se tradujeron en hashtags de protesta y trending topics. Esta carga emocional, aunque auténtica, a menudo dificultó el análisis sereno.
Viralización de condolencias y juicios: Las cuentas oficiales de partidos políticos, funcionarios y periodistas utilizaron estas plataformas como el primer punto de contacto para expresar condolencias o, en su defecto, para emitir juicios rápidos sobre la responsabilidad estatal o los posibles móviles del crimen.
Sobre el impacto en redes sociales: desde el Laboratorio de Tecnopolítica (TecnoLab) monitoreamos el desarrollo y evolución de la tendencia en las distintas redes sociales sobre el caso Manzo, la cual se colocó, desde el 1 al 7 de noviembre, como la tendencia en X.
Al explorar el día 3 de noviembre, esta tendencia tuvo un impacto en 22.3 billones de cuentas en las distintas redes sociales, y en la conversación observamos que el 67.8 % de las menciones que realizaron los usuarios eran negativas frente a 3.4 % positivas. El día de mayor interacción alrededor de este tema fue el 2 de noviembre.
Por otra parte, al revisar los hashtags que se vincularon directamente en la conversación encontramos que el más empleado fue: #NarcoGobiernoMorena, el cual se vinculaba directamente a la narrativa de supuestos nexos de los gobiernos de Morena con el narcotráfico. Otros hashtags fueron: #Michoacan, #CarlosManzo, #Uruapan, estos tres relacionados con los sucesos del 1 de noviembre.
Las cuentas que más posicionaron el tema fueron la de ex embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau; otra cuenta fue la de Cayetana Álvarez de Toledo, diputada del Partido Popular (España), Alessandra Rojo De La Vega, alcaldesa de Cuauhtémoc; éstas cuentas lógicamente se dedicaron a cuestionar la estrategia en materia de seguridad del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Un dato interesante que nos arroja este análisis es el impacto que tuvo a nivel mundial ese homicidio. Sin embargo, después de México, los países donde más se habló del tema fueron: Colombia (23%) y España (11.9%), los cuales en conjunto concentraron casi el 35% de la conversación. En los últimos años tanto España como Colombia se han convertido en los países con mayor producción de bots de América Latina.
Este análisis nos deja ver el gran interés que recibió de personas y grupos vinculadas a la derecha y a la oposición en México para posicionar el tema y, por supuesto, el apoyo que tuvieron desde el ámbito internacional. A esto también se debe sumar la presencia de bots para amplificar la tendencia.
Medios tradicionales: La búsqueda de la verdad y el rigor
La prensa, la radio y la televisión operaron en un modo de reacción controlada ante la ola digital.
Prensa escrita y digital: Los grandes diarios regionales (Michoacán) y nacionales (Ciudad de México) enfocaron sus esfuerzos en la verificación de los datos. Sus portales web compitieron en la inmediatez, pero su verdadero valor se vio en la profundización del día posterior.
Periódicos regionales (Michoacán): diarios como El Sol de Morelia o La Voz de Michoacán priorizaron la información local, su enfoque se centró en la verificación de fuentes de seguridad y en el impacto inmediato del crimen en Uruapan, su valor residió en la cercanía con las fuentes locales y la rapidez para obtener declaraciones oficiales de las autoridades estatales.
Periódicos nacionales (Ciudad de México): diarios como Reforma, El Universal o Milenio utilizaron sus plataformas digitales para emitir el avance de la noticia, pero su verdadero peso se sintió en la edición impresa del día posterior, donde se enfocaron en la contextualización del magnicidio dentro de la violencia política general del país y en la investigación sobre los posibles móviles (políticos, crimen organizado o conflictos internos).
Radio: la radio fue fundamental por su capacidad de penetración y cobertura en tiempo real en la región; estaciones como Radio Fórmula, Grupo ACIR o MVS Radio a nivel nacional interrumpieron su programación para ofrecer los primeros avances y enlaces con reporteros de Morelia o Uruapan. A nivel local, las frecuencias michoacanas fueron esenciales para la inmediatez.
Televisión: los noticieros de televisión (como los de Televisa o TV Azteca a nivel nacional) priorizaron la imagen y la voz de los protagonistas (declaraciones del Gobernador y del Fiscal). Sin embargo, en el caso de TV Azteca, la línea editorial de este medio fue exaltar y culpar al gobierno federal por el asesinato de Carlos Manzo.
El Impacto en la cobertura de la violencia política
El asesinato de Manzo no sólo fue noticia; redefinió temporalmente la forma como los medios cubren la violencia en la región:
Cuadro
El discurso de la polarización: la televisión y la radio a menudo se convirtieron en plataformas de debate político polarizado, mientras que una facción mediática condenaba la “inacción del gobierno” (enfocada en la crítica), otra se concentraba en replicar el “discurso oficial” de la Fiscalía (centrada en la promesa de justicia).
La voz del analista: el suceso impulsó el uso de expertos en seguridad y crimen organizado en los espacios de análisis (radio y televisión), sustituyendo el simple relato de los hechos por la contextualización geopolítica de la violencia.
La huella digital y la memoria colectiva: el impacto del caso Manzo en redes sociales garantiza que la memoria del evento permanezca activa y sea fácilmente accesible, a diferencia de los recortes de prensa que desaparecen con el tiempo.
Digitalización del dolor: los mensajes de condolencia, los streamings de los funerales y las promesas de campaña de la víctima (recuperadas digitalmente) se superponen. La imagen del político asesinado se convierte en un símbolo digital de la fragilidad institucional.
Ciclo de la viralidad: si bien la noticia del asesinato tuvo una vida viral intensa de 72 horas, la naturaleza permanente de las redes significa que cualquier desarrollo posterior (una detención, el cambio de administración) puede revivir el hashtag #CarlosManzo y el debate con la misma intensidad.
En conclusión, el asesinato de Carlos Manzo demostró que la oposición política en México y grupos de derecha internos e internacionales, así como medios críticos al régimen de la 4T, se organizaron para potencializar y amplificar el suceso ocurrido en Uruapan (el 1 de noviembre), donde el presidente municipal perdiera la vida. Este análisis nos deja ver que no sólo utilizaron los medios de comunicación tradicionales, también los medios digitales para seguir posicionando la narrativa de que el gobierno de Morena está coludido con el narcotráfico.
* Director del Laboratorio de Tecnopolítica (TecnoLab). Autor de Fake news: El enemigo silencioso. @LuisHurRa Académico de la FCPyS de la UNAM.
