Claudia Benassini*
El martes 15 de septiembre, la presidenta Claudia Sheinbaum dio el histórico grito de Independencia. Como ya es costumbre desde varios sexenios, las miradas de curiosos, críticos, medios de comunicación y redes sociales se concentraron en su vestimenta. Para muchos, la presidenta superó la prueba, para otros, volvía a hacer gala de su mal gusto y para otros más, específicamente los creadores de memes, era necesario darle una lección de elegancia comparándola con el estilo que en su momento caracterizó a Marta Sahagún, Margarita Zavala y Angélica Rivera.
No obstante, prácticamente desde los inicios de su campaña rumbo a la presidencia, el vestuario de Sheinbaum ha llamado la atención de medios de comunicación y críticos de la moda. El resto de este ensayo contextualiza en la categoría butleriana de performatividad de género las razones para optar por un estilo que atrae el interés y la curiosidad desde ópticas diversas.
Política y moda: significante y significado de una decisión
Los autores consultados para este trabajo coinciden en que la moda refleja la esencia de la sociedad. Puede verse como la forma como las personas gestionan sus vidas y, más ampliamente, como respuesta a diversos aspectos de la cultura: arte, música, política y medios de comunicación. En años recientes, las relaciones entre la política y la moda han abierto una veta importante para la investigación social. La autoridad política, el poder político y la disciplina se hacen visibles a través de la moda: desde un espacio para la negociación de poder y su papel en la comunicación de mensajes políticos, hasta su abordaje desde los sistemas de signos y las prácticas discursivas (English y Munroe, 2022; Davies, 2025; Behnke, 2017).
En este contexto, es relevante la mirada de diversas disciplinas hacia las mujeres gobernantes, así como la percepción de los gobernados sobre la relación entre el cargo político y las elecciones en la moda. Las crecientes presentaciones en estos escaparates son detonadores para que medios de comunicación y redes sociales incorporen la moda en sus agendas de entretenimiento y opinión.
Este movimiento dialéctico abre una oportunidad para que el atuendo para una determinada ocasión sea también una oportunidad de comunicar mensajes más allá de las palabras y para mostrar las tendencias locales en moda. La paleta de colores, el diseñador y el estilo simbolizan expectativas para el futuro, o la alineación con una determinada postura política.
(Clark y Rottman, 2017; Davies, 2015; Khatri, 2025). Para Andreas Behnke (2017, p. 18), “la moda se refiere al adorno o vestimenta de cuerpos social y políticamente situados, así como los efectos sociales que este proceso conlleva. Implícitamente, Amelia Khatri (2025) está de acuerdo con esta afirmación: destina buena parte de su libro First Lady Fashion a dar cuenta de cómo las primeras damas de Estados Unidos han utilizado la moda para alcanzar sus objetivos políticos. Khatri recuerda que, como anfitrionas y figuras públicas, las esposas de los mandatarios norteamericanos han pasado por el amplificador de los medios de comunicación y por las pasarelas de las revistas de moda.
Vestir a las primeras damas, ¿un acto político?
Rosalind Jana, afamada crítica de moda y cultura, se formuló esta pregunta en un artículo publicado en la revista Vogue en noviembre de 2018, donde afirma que se trata de un tema complicado. No obstante, reconoce que las elecciones de las primeras damas en asuntos de moda a las primeras damas atienden a decisiones que se vinculan a intereses económicos, ideológicos y culturales.
Para responder a su pregunta, Jana se detiene analizando el vestuario de Michelle Obama, Brigitte Macron y las reinas Letizia de España y Rania, de Jordania, entre muchas otras. Del análisis de Jana se desprende que las primeras damas “hacen uso de la ropa para lanzar mensajes y amplificar sus ideas, ya sea para apoyar sutilmente el talento local, oponerse (o no) al derroche, plegarse (o no) con diplomacia al vestuario y costumbres de los países que visitan.
Por lo que se refiere a México, sin duda Angélica Rivera -entonces esposa de Enrique Peña Nieto- se lleva las palmas de la crítica, más por su derroche que por su buen gusto. Un par de meses antes del cambio de estafeta presidencial, el periódico El País criticó los atuendos de Rivera por recibir al Papa vestida de blanco: un color reservado para las reinas católicas.
Pero, sobre todo por el vestido rojo que utilizó en la última ceremonia del grito: “un diseño de Alejandro Carlín valuado en unos 2,000 euros”. Más o menos en las mismas fechas, la crítica colombiana Luz Lancheros se refirió al gusto de Rivera por vestidos de Valentino, De la Renta y McQueen, cuyos precios caían hondo “en un país con altísimos índices de violencia y alteración en el orden público, donde la riqueza está concentrada en solo el 1% de la población”.
Claudia Sheinbaum: performatividad de género
Durante la última década del siglo XX la filósofa norteamericana Judith Butler publicó su obra El género en disputa, donde nuevamente se refería a su categoría performatividad de género: no se trata de una constatación, sino de una realización. Con respecto a la moda, Andreas Behnke (2017, p. 20) añade que “el género no es un atributo fijo, sino una representación constante y reiterada de los roles de género tal como los define y espera la sociedad. El hecho de que un público presencie y sancione o condene estas representaciones es el contrapeso constante a la representación del género por parte de Butler”.
La moda hace visibles esas representaciones y, por lo tanto, reales, concluye Behnke. De las dos caracterizaciones butlerianas de género me quedo con la segunda: “una repetición y un ritual que consigue su efecto a través de la naturalización en el contexto de un cuerpo, entendido hasta cierto punto, como una duración temporal sostenible culturalmente” (Butler, 2016, p. 12).
“Voy creando mi guardarropa para casos especiales con cosas muy nuestras, con los colores que me van bien”, confesó Sheinbaum a Surissaday González de Infobae, en marzo de 2024, cuando iniciaba su campaña por la presidencia de México.
Un momento clave para que los medios se percataran de algo que para muchos había sido evidente: la comunicación de mensajes a través de sus outfits, ahora identificados como rasgos importantes en su forma de vestir: la apuesta a los modelos que llevan el sello cultural del país, elevando a otro nivel la elegancia y sobriedad que presumía hasta entonces”, rezaba el titular de la nota de Univision un día antes de la toma de posesión.
Después del ritual, los expertos en la materia se volcaron en comentarios sobre la manera en como la primera presidenta de México refrendaba la performatividad de género. El vestido blanco con una falda adornada con motivos mexicanos realizados por la artesana oaxaqueña Claudia Vásquez Aguirre, y bordados a mano realizados en la comunidad de Santa María Xadani, fueron el centro de atención para Hola, El País, Glamour México, Expansión, RSVP y otros medios.
Un ritual similar se llevó a cabo la noche del martes 15 de septiembre, cuando la presidenta mexicana dio el grito de Independencia con un vestido diseñado por Thelma Islas Lagunas y Crystal Martínez Torre; confeccionado por Rocío Castro Cruz y bordados artesanales nahuas de la maestra Virginia Verónica Arce, de San Isidro Buen Suceso. La falda, color morado, simboliza la solidaridad con las causas de las mujeres. En la línea temporal que media entre ambos rituales, la vestimenta de Sheinbaum ha dado la vuelta al mundo por su estética, mensajes, simbolismo y llamadas al empoderamiento femenino y, en definitiva, el recurso de la moda como performatividad de género.
*Profesora investigadora. Facultad Mexicana de Arquitectura, Diseño y Comunicación, Universidad La Salle Ciudad de México
Materiales consultados:
Behnke, Andreas (2017). The international politics of fashion. Routledge.
Butler, Judith (2016). El género en disputa; el feminismo y la subversión de la identidad. Paidós (el original se publicó en 1991).
Clark, Hazel y Rottman, Molly (2017). Fashion studies takes on politics.
Behnke, Andrea (ed.). The international politics of fashion, Routledge. págs. 253-269).
Davies, Michael (2025). Fashion in politics. Publifye AS.
El Heraldo (2024). 5 outfits emblemáticos de Claudia Sheinbaum durante el último año. 7.VI.24 https://heraldodemexico.com.mx/ elecciones/2024/6/7/outfits-emblematicosde-claudia-sheinbaum-durante-el-ultimoano-610571.html
El País (2018). 15 veces que la moda fue motivo de escándalo en la política, sección Moda, 15.IX.2018.
English, Bonnie y Munroe, Nazarin (2022). A cultural story of western fashion. Bloomsbury Visual Arts.
González, Surisaddai (2024). ¿Dónde compra Claudia Sheinbaum su ropa con bordados tradicionales? Infobae, 1.III.24.https://www. infobae.com/mexico/2024/03/01/donde-compra-claudia-sheinbaum-su-ropa-con-bordadostradicionales/
Jana, Rosalind (2018). Vestir a la primera dama, ¿es siempre un acto político? Vogue México y Latinoamérica, 20.XI.18https://www. vogue.mx/vip/celebrities/articulos/michelleobama-melania-trump-brigitte-macron-primera-dama-estilo-politica/14000
Khatri, Amelia (2025). First Lady Fashion. Publifye AS.
Lancheros, Luz (2018). Derrochadoras: las primeras damas más polémicas y odiadas por el costo de su vestuario. Nueva Mujer, 16.V.25 https://www.nuevamujer.com/moda-belleza/2018/05/16/derrochadoras-las-primeras-damas-mas-polemicas-odiadas-costo-vestuario.html
Metro Noticias (2024). Claudia Sheinbaum y su nuevo look al vestir como presidenta de México. 12.VI.24. https://metronoticias.mx/claudia-sheinbaum-y-su-nuevo-look-al-vestir-como-presidenta-electa-demexico/
Panorama, 2024. Claudia Sheinbaum: 5 outfits de la presidenta para mostrar seguridad y empoderamiento en la oficina. 1.X.24.https:// www.panoramaweb.com.mx/moda/Claudia-Sheinbaum-5-outfits-dela-presidenta-para-mostrar-seguridad-y-empoderamiento-en-la-oficina-20241001-0003.html
Toledo, Fernando (2024). Una presidenta a la mexicana. Reforma, 1.X.24.
Univision (2024). En fotos, cómo Claudia Sheinbaum transforma su imagen y estilo en ruta a la presidencia de México. 30.IX.24.https:// www.univision.com/local/los-angeles-kmex/claudia-sheinbaum-imageny-estilo-presidencia-de-mexico-fotos