Prueban en ratones variante genética para el desarrollo del habla
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Prueban en ratones variante genética para el desarrollo del habla

Un nuevo estudio científico reveló que una pequeña variación en la proteína Nova1, presente sólo en humanos, pudo haber sido clave en la evolución del lenguaje hablado.

La investigación del doctor Robert Darnell y otros científicos, publicada en la revista Nature Communications, muestra la conexión de un gen en concreto y los orígenes del lenguaje verbal, según la cual una variante de la proteína Nova1 habría impulsado nuestra capacidad humana para comunicarnos de forma novedosa desde tiempos inmemoriales.

Darnell ha estudiado desde la década de 1990 a la proteína Nova1, conocida por ser necesaria para el desarrollo cerebral. Para la investigación, los científicos de la Universidad Rockefeller, de Nueva York, usaron la edición genética Crispr para remplazar la proteína Nova1 de ratones por la variante humana, a fin de analizar su efecto en estos animales.

En los resultados se observó que el intercambio de proteína alteró la forma en la que los roedores se comunicaban entre ellos.

Por ejemplo, los ratones bebés a los que se les aplicó la proteína humana emitían chillidos distintos a los de los otros roedores de la camada al ver llegar a su madre. Mientras que los machos adultos, con la proteína intercambiada, también hacían diferentes sonidos al estar cerca de una hembra en celo.

En ambos casos, los ratones fueron incitados a comunicarse y lo hicieron de una forma distinta, lo que ilustra el papel de la variante genética para el desarrollo del habla.

Al respecto, el doctor Darnell explicó que la variante genética que estudiaron forma parte de “una variedad de genes que contribuyeron a la aparición del Homo Sapiens como la especie dominante que somos hoy”.

Sin embargo, el científico aclaró que la presencia de una sola variante genética no es la única razón de que los humanos podamos hablar, ya que esta capacidad también se debe a características anatómicas de la garganta humana y a ciertas áreas del cerebro que trabajan juntas.

Darnell confió en que con los descubrimientos de esta investigación se pueda saber más sobre los orígenes del habla, y se ayude a detectar en etapas tempranas a personas que podrían necesitar terapias de lenguaje.

Asimismo, el estudio representa un inicio prometedor para futuras investigaciones sobre genes específicos, que influyan en el desarrollo del habla y la capacidad de comunicación mediante el lenguaje verbal.

21 de febrero de 2025