250 medios en AL inician certificación por un periodismo confiable, informa RSF
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250 medios en AL inician certificación por un periodismo confiable, informa RSF

Balbina Flores

En toda América Latina (AL), 250 medios están actualmente en la fase inicial de autoevaluación del proceso JTI, mejor conocido en inglés como Journalism Trust Initiative, o JTI, encabezado por la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF).

En un comunicado de este 8 de abril, RSF informó que en AL “80 medios han avanzado en la publicación de sus informes de transparencia, evaluando sus prácticas internas; y 14 (tres en Argentina, ocho en Colombia y tres en Ecuador) han alcanzado la certificación a través de una auditoría externa”. Esto es un gran avance para la JTI en la región latinoamericana.

Estos medios representan más del 10% de la participación global en JTI: dos mil medios en todo el mundo han iniciado el proceso, 600 han publicado informes de transparencia y 100 cuentan con la certificación JTI.

Para RSF, “la Iniciativa de Confianza en el Periodismo ha ayudado a los medios a reflexionar sobre sus prácticas, identificar áreas de mejora y desarrollar estrategias innovadoras en ámbitos clave como la gobernanza, la independencia, la estabilidad laboral y la rendición de cuentas”, señaló Artur Romeu, director de RSF para AL.

La iniciativa “promueve un panorama mediático más profesional, transparente y confiable”, un estándar crucial para el periodismo moderno, refirió Romeu.

Desafíos crecientes para los medios independientes en América Latina

En este marco, en una videoconferencia realizada este 9 de abril, el director de RSF para AL hizo una breve referencia a los principales desafíos de los medios desde la perspectiva de la organización, que desde luego involucran a la región y que son particularmente importantes para las próximas décadas.

Romeu identificó cinco de las grandes crisis para los medios, entre las que destacó la geopolítica, que se refiere a las estrategias de los nuevos gobiernos para imponer sus narrativas sobre la libertad de prensa.

También advirtió sobre la crisis tecnológica, que tiene que ver con los cambios en la tecnología y regulaciones de las nuevas tecnologías. La tercera crisis es la de las democracias, donde países con democracias consolidadas viven situaciones de represión y desintegración de la información.

Una cuarta crisis es la desconfianza hacia los medios y el periodismo; y finalmente la quinta crisis es la económica: el debilitamiento de las condiciones de los medios.

Además está el problema de la crisis climática, advirtió Romeu, el cual es un tema que no sólo tiene que ver con el periodismo, sino también con los desafíos para los derechos humanos, la ciudadanía y la información, entre otros.

La JTI trae en su esencia soluciones colaborativas para el periodismo, para hacer frente a estas crisis y éstas son algunas de las acciones de RSF para fortalecer la libertad de prensa en AL.

Fortaleciendo la integridad e independencia de los medios

El proceso de autoevaluación JTI se enfoca en las prácticas internas del medio que aseguran la independencia editorial y la transparencia. “Consiste en verificar la existencia de una línea editorial clara, políticas de corrección, gestión automatizada de contenidos, transparencia en la propiedad y divulgación de fuentes de ingresos, entre otros aspectos,” explicó Ana Tronfi, fundadora del medio argentino ADNSUR y secretaria ejecutiva del Consejo Ejecutivo de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA).

“El objetivo es garantizar que los medios certificados por JTI cumplan con estándares de periodismo ético, transparente y responsable”, añadió.

Janet Hinostroza, fundadora del medio digital ecuatoriano Visionarias, señaló: “Como un logro clave, implementamos protocolos más estrictos para la verificación de fuentes y creamos un mecanismo claro para que el público pueda reportar errores a través de WhatsApp o correo electrónico. También publicamos nuestras guías editoriales para que toda la audiencia tenga acceso a ellas”.

Tatiana Velásquez Archibold, cofundadora y editora en jefe de La Contratopedia Caribe, de Colombia, medio especializado en el seguimiento de los fondos públicos regionales, dijo que el proceso “nos permitió revelar completamente el origen de nuestro financiamiento y definir con claridad qué tipos de apoyo aceptamos y cuáles rechazamos, con el fin de proteger nuestra independencia editorial”.

Para ElCronista.co, el proceso reafirmó sus valores fundamentales. “Desde el principio entendimos que la certificación JTI no era sólo un trámite, sino una oportunidad para fortalecer nuestros principios y mejorar nuestras prácticas periodísticas”, dijo Óscar Viña Pardo, cofundador del medio colombiano.

Los medios digitales independientes nacidos en los últimos años enfrentan importantes desafíos financieros y de sostenibilidad. “A pesar de grandes esfuerzos para construir modelos de ingresos diversificados, la mayoría de los medios aún depende en gran medida de subvenciones internacionales y financiamiento de donantes”, comentó Laila Abu Shihab Vergara, cofundadora y directora de proyectos del medio de investigación colombiano Vorágine.

“Todavía hay poca cultura de donación entre las audiencias y una reticencia a pagar por periodismo de calidad, lo que dificulta que los aportes de los lectores se conviertan en una fuente confiable de ingresos”, aclaró.

Además, el objetivo final de la JTI de fomentar un periodismo más ético y de calidad es cada vez más relevante en el entorno digital actual.

“A medida que el consumo digital se consolida, los algoritmos tienden a amplificar los extremos —sensacionalismo, rumores, odio y falsedades—. Las opiniones a menudo prevalecen sobre los hechos. Las grandes plataformas tecnológicas imponen las reglas con poca rendición de cuentas y políticas opacas que cambian constantemente”, dijo Federico Aringoli, editor en jefe del diario argentino Río Negro.

“En este entorno distorsionado y en constante cambio, el periodismo está en desventaja —pierde credibilidad, alcance e ingresos—. Revertir esta tendencia es una urgencia”, planteó Aringoli.

10 de abril de 2025